Ť Mediante el SINAP II se pretende explotar comercialmente la riqueza genética, dice perito
Con patrocinios, el BM busca controlar 34 áreas naturales protegidas de México
Ť El gobierno dejó de manejar esas zonas, luego de que el Congreso realizó modificaciones legales
ANGELICA ENCISO
El Banco Mundial (BM) dio a conocer su programa denominado Consolidación del Sistema de Areas Naturales Protegidas (SINAP II) para invertir 60 millones de dólares en la preservación de 34 de estas zonas prioritarias, en las que se localiza gran parte de la riqueza genética y de biodiversidad del país. Esos recursos serán administrados por organizaciones no gubernamentales bajo la vigilancia del organismo multinacional, el cual tendrá la prerrogativa de diseñar, aprobar, modificar o vetar las acciones que se realicen en esas zonas.
La institución, a través del Global Enviromental Facility (GEF), presentó el 7 de enero la segunda parte de este programa -que fue puesto en marcha en 1997-, luego de que el Congreso de la Unión, a iniciativa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, realizó cambios legales para que las áreas naturales protegidas dejaran de ser manejadas por el gobierno, se descentralizaran a los estados y pudieran participar las ONG, indica el investigador Gian Carlo Delgado Ramos.
Con el SINAP II se busca "la protección de los ecosistemas biodiversos, el uso sustentable de la diversidad biológica y el mejoramiento de su conocimiento". Para ello se estima necesario el fortalecimiento institucional nacional, estatal y local; el desarrollo de capacidad para el manejo de las áreas naturales protegidas; estimular la participación internacional y regional, y promover la participación de socios de los sectores público y privado en cada zona.
Destaca también la importancia de "continuar con el proceso de descentralización de la toma de decisiones y de la administración" de las áreas naturales protegidas como una de las "políticas clave". De hecho, son las organizaciones no gubernamentales extranjeras las que podrían tener acceso a esas zonas, pues disponen de financiamiento internacional, agrega el investigador.
Abunda en que una característica de los programas que el BM ha financiado en los últimos años es que aportan poco más de la tercera parte de los fondos necesarios, mientras que el resto es brindado por los gobiernos locales, pero la institución es la que diseña, aprueba, modifica o veta, "lo que le permite subordinar estos espacios estratégicos".
Delgado Ramos indica en entrevista que otro papel fundamental del SINAP II y que también promueven el resto de los proyectos de conservación del BM es "revertir mañosamente" el problema del acceso a los recursos genéticos que son de propiedad comunal o ejidal, ya que alrededor de 95 por ciento de las áreas naturales protegidas del país están dentro de ese régimen y el resto es propiedad federal. Esto sucede porque el SINAP II reconoce "la diversidad étnica y cultural del país y los derechos de los indígenas", pero sin identificarlos como pueblos indios. Lo cual significa que para el BM los derechos de los nativos que han sido históricamente colectivos, son privados, agrega Delgado Ramos.
El SINAP II del GEF/BM tiene una duración de ocho años y un presupuesto inicial de 60.12 millones de dólares (mdd), con la idea de llegar a los 115 mdd. De los primeros 60 mdd, 26 provienen del gobierno federal, 16 del GEF, 15 de la iniciativa privada y un millón de organizaciones establecidas en México.
Este programa es la ampliación del plan que se puso en marcha en 1997. Es diseñado y regulado por el BM y funciona como la "columna vertebral" de algunos proyectos de conservación de México, agrega Delgado Ramos, integrante del programa El mundo actual del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la UNAM.
En el diseño del SINAP II se involucró, entre otros, a sociólogos, especialistas en lenguas indígenas, biólogos, ecólogos, además de ONG como Conservación Internacional y Pronatura. Además constituye un "centro articulador" de proyectos del BM como el corredor biológico mesoamericano, el corredor coralino mesoamericano, conservación de la biodiversidad en comunidades indígenas y ecorregiones prioritarias.
Las primeras diez áreas naturales protegidas -de las 127 que hay en total- en que trabajó el GEF fueron Islas del Golfo y el parque nacional Bahía de Loreto, Calakmul, el Triunfo, Isla Contoy, Mariposa Monarca, Sierra de Manantlán, Montes Azules, Río Lagartos, Sian Kaƀan y El Vizcaíno.
Ahora el SINAP II, entre las 34 que pretende incluir, considera Sierra Alamo, Sierra de Huautla, La Encrucijada, Pantanos de Centla, Banco Chinchorro, La Sepultura, El Pinacate, Sierra de Laguna, Los Tuxtlas, Sierra Gorda, El Ocote, Bonampak-Yaxchilán, Maderas del Carmen, Huatulco, Cañón de Santa Elena y San Pedro Mártir.
Proyectos cancelados
Los recursos del programa serán coadministrados por el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN), el cual ha manejado recursos de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID por sus siglas en inglés), miembro de International Cooperative Biodiversity Groups (ICBG), organismo que ha impulsado convenios de bioprospección en México -el ICBG Maya, recién cancelado, y el ICBG en zonas áridas- en los cuales se obtienen muestras de los recursos genéticos mexicanos para uso comercial, agrega Delgado Ramos.
El analista precisa que el SINAP II reafirma el interés del BM por los recursos genéticos del país, ya que en el anexo 15 del documento oficial del programa se da cuenta de que todos los actores vinculados en el proyecto -fundaciones, empresas, organizaciones y multinacionales- tendrán acceso a la diversidad biológica del país y su conocimiento, en un momento en el que muchos de ellos están involucrados en el desarrollo de tecnologías que hacen uso de este recurso estratégico para fines comerciales.
En el anexo se precisa también que entre las actividades que el SINAP promueve están la producción de plantas nativas forestales, la reintroducción de especies animales nativas, estudios e inventarios de especies clave de los hábitat, monitoreo de la población animal, inventarios y dinámica de especies florales útiles, inventario de especies florales en peligro, identificación y establecimiento de bancos de germoplasma.