Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Lunes 28 de enero de 2002

Mundo

Ť Negarles el estatus implica que se les puede interrogar con plena libertad: NYT

Los talibanes cautivos en Guantánamo no son prisioneros de guerra, sostiene Rumsfeld

Ť Los llamados de Powell podrían ser señal de divisionismo o simple apariencia: The Independent

PL, DPA Y AFP

Washington, 27 de enero. Pese a las críticas internacionales hacia el trato que reciben los confinados en la base estadunidense de Guantánamo y un aparente debate en la administración de George W. Bush sobre el asunto, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, durante una visita a ese enclave ubicado al oriente de Cuba descartó nuevamente el estatus de prisoneros de guerra a los combatientes talibanes y de Al-Qaeda y aclaró que él no había viajado para estudiar el trato al que son sometidos, ya que confiaba en que era el adecuado.

"No son prisioneros de guerra", sostuvo Rumsfeld en la base, adonde llegó hoy acompañado del general Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto, para visitar el bautizado campo X-Ray.

gtmo01-135512-pihDistendido y sonriente, Rumsfeld recorrió a pie las hileras de celdas al aire libre o jaulas alambradas donde 158 presuntos talibanes o miembros de la red fundamentalista liderada por Osama Bin Laden están a la espera de saber algo de la suerte que correrán.

Apenas intercambiaron algunas miradas con el jefe del Pentágono. Interrogado sobre si había tenido algún intercambio verbal con los detenidos, Rumsfeld respondió "no".

En cambio conversó con la jerarquía militar, con parte de los cerca de 300 soldados que vigilan el campo, así como con los obreros de la Marina estadunidense que trabajan en la construcción de una tercera sección de celdas: "Han hecho un trabajo formidable", afirmó el secretario de Defensa al respecto.

"Se me preguntó si había venido para rendir cuentas de las condiciones de detención. No, he venido para agradecerles", explicó a una veintena de militares de diferente rango que estaban detrás de él durante una conferencia de prensa posterior a la visita.

Cuando se le preguntó acerca de sus "sentimientos personales" durante la visita, respondió: "Lo que yo siento es que somos sumamente afortunados de que Estados Unidos haya ido a Afganistán y, con el pueblo afgano, haya liberado a ese país".

Los soldados le entregaron, en agradecimiento, una gorra con el escudo de la base y una playera con la inscripción: "Guantánamo, el menos peor de los lugares".

Más tarde, cuando era trasladado al aeropuerto, hubo lugar para las confesiones personales: "Cuando vine aquí otras veces, hacía submarinismo", recordó Rumsfeld. Pero cuando un periodista estadunidense lo condujo a un terreno más serio, al preguntarle sobre las jaulas en las que viven los detenidos, se ofuscó: "¿Por qué utiliza esa palabra?"

Aunque la gran mayoría de los estadunidenses apoya la política del gobierno de Bush, en los últimos días creció en la Casa Blanca y en el Departamento de Defensa la preocupación de que el asunto de los detenidos en Guantánamo resquebraje la coalición internacional contra el terrorismo.

Medios estadunidenses que hasta ahora se mostraron más bien discretos publicaron críticas al gobierno, no tanto por el trato al que son sometidos talibanes y miembros de Al Qaeda, sino por lo que consideran un mal manejo de relaciones públicas.

The Washington Post destacó que Rumsfeld autorizó la publicación de las fotos de los detenidos, arrodillados ante sus captores, maniatados, con anteojos oscuros y la boca tapada. Además, se dijo, Rumsfeld dio demasiadas veces la impresión de que el trato a los prisioneros le era absolutamente indiferente. Estados Unidos se desempeñó de manera brillante en Afganistán en el plano militar, pero "en el tema de los prisioneros se comportó de manera muy torpe", consideró a su vez un periodista de The New York Times.

Ahora, el gobierno estadunidense intenta mejorar su imagen, y la visita de Rumsfeld se inscribe en este contexto. También el anuncio de "mejoras", como que se pintarán flechas verdes en el piso de las celdas para que los detenidos sepan a la hora de rezar en qué dirección está la Meca.

Medios de prensa estadunidense reiteraron hoy que el secretario de Estado, Colin Powell, quiere que los detenidos en Guantánamo reciban el trato de prisioneros de guerra. El ex militar piensa que Washington podría así obtener el apoyo de la comunidad internacional, según estos medios.

Pero de acuerdo con el diario británico The Independent, aún no está claro si los llamados de Powell eran señal de divisiones en el gabinete de Bush o un intento por mantener las apariencias frente a la imagen de arrogancia estadunidense que ha dejado en el exterior el tema de los detenidos. Además, el diario señaló que la propuesta de Powell no sería dar la calidad de prisioneros de guerra a los detenidos, sino buscar una fórmula para que Washington no aparezca como violador de las leyes internacionales.

Según The New York Times, las autoridades estadunidenses no quieren acordar el tratamiento de prisioneros de guerra a los talibanes para tener libertad de interrogarlos, ya que bajo este estatuto los detenidos tienen derecho a sólo decir su nombre, rango y número.

Al respecto, el vicepresidente Dick Cheney negó hoy que hubiera desacuerdos en el gobierno sobre el asunto, y explicó que los confinados en Guantánamo podrían tener información sobre futuros ataques contra Estados Unidos, lo que hace necesario que sean interrogados.

No obstante, el general Myers indicó que una decisión sobre el estatus de los prisioneros deberá ser tomada en el correr de esta semana, luego que el presidente haya decidido su posición.

Un miembro de una delegación del Congreso que visitó Guantánamo el viernes destacó que los detenidos "no representan a un país, no representan a una unidad militar. Estamos tratando con terroristas".

Por lo pronto, el gobierno británico afirmó este domingo que "respalda" la posición de Estados Unidos de no considerar prisioneros de guerra a los detenidos en Guantánamo. "Tal como dijo Estados Unidos, los interrogatorios de esos individuos deben continuar", señaló un portavoz de Downingn Street. "Evidentemente se deben examinar sus condiciones de reclusión, pero queremos estar seguros de que están detenidos en condiciones humanas y así es", añadió.

Interrogado sobre la circulación de una grabación de video utilizada como material de reclutamiento por la red de Bin Laden, revelada por el dominical The Observer, el vocero afirmó que "los servicios de seguridad están claramente vigilantes". Esta cinta, según el diario, muestra a extremistas islámicos matando infieles y circula en las mezquitas británicas.