Ť Seguirá el mismo patrón en los comicios de 2003
La posibilidad de una redistritación electoral a corto plazo, cancelada
ALONSO URRUTIA
A pesar de que en opinión de consejeros y partidos políticos algunos distritos electorales presentan ya serios desequilibrios en el número de votantes, durante la sesión del Consejo General del Instituto Federal Electoral, que se realizará mañana, prácticamente quedará cancelada la posibilidad de que para los próximos comicios federales de 2003 se utilice una redistritación que aplique las variables demográficas que arrojó el censo del año 2000.
De acuerdo con el dictamen que será presentado al Consejo General, se instruye a la Junta General Ejecutiva del IFE para "que elabore los estudios y formule los proyectos conducentes para la redistritación de 300 distritos electorales federales uninominales existentes y en su oportunidad los someta a la consideración del Consejo General, para realizar la redistritación con posterioridad a la conclusión del proceso electoral de 2003".
La determinación implica también que la responsabilidad de esta redistritación ya no recaerá en los actuales integrantes del Consejo General del IFE, sino en los que conformarán el próximo, toda vez que el periodo para el cual fueron designados los consejeros actuales vence al término de los comicios federales de 2003.
De cara a los comicios del próximo año, para el Partido de la Revolución Democrática el IFE debería aplicar las medidas conducentes para que la redistritación opere en las elecciones intermedias.
La postura es coincidente con la que sostiene el consejero electoral Jaime Cárdenas, quien señala que la pertinencia de la redistritación para los próximos comicios obedece a que existen elementos técnicos que se desprenden del censo realizado el año pasado, cuyas variables demográficas obligarían a corregir deficiencias. El IFE, plantea, debe ser el garante de salvaguardar este equilibrio entre votantes y representantes, razón por la cual debe realizarse este proceso de redistritación.
La postura del PRD, que reivindica el censo como un elemento nuevo que debiera favorecer la redistritación, contrasta con la oposición que ha esgrimido el PAN respecto a los tiempos que requeriría elaborarla y aplicarla. Para el panismo no hay tiempo para realizarla.
El punto a debate sobre el sustento jurídico se encuentra en el artículo 53 constitucional, que establece que la demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados.
Y añade: "la distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará tomando en cuenta el último censo general de la población, sin que en ningún caso la representación de un estado pueda ser menor de dos diputados de mayoría".
Sin embargo, el dictamen que será presentado se apresura a advertir que del artículo 53 constitucional "no se desprende ninguna obligación para la autoridad electoral de realizar en algún momento determinado el ejercicio de distribución de los distritos electorales, sino que es una facultad que ésta ejerce en el tiempo que lo juzgue oportuno, atendiendo al último censo general de población realizado".
En las proyecciones que incorpora el dictamen la vigencia de la redistritación de 1996 se aplica para los comicios de 1997, 2000 y 2003, mientras la redistritación de 2004 se utilizaría en los procesos electorales de 2006, 2009 y 2012.