FORO DAVOS
Ť Por estrategia de negocios, el director de la firma integró un patronato de asistencia
En México, Enron operó como empresa de papel para obtener contratos millonarios
Ť Apenas 50 personas y dos oficinas pequeñas bastaron para desplegar su influencia
ISRAEL RODRIGUEZ Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
Enron de México, subsidiaria de Enron Corporation, operó prácticamente como empresa de papel para obtener contratos millonarios, los cuales fueron posteriormente traspasados a otras compañías como Tractebel, con el aval incluso de la Comisión Federal de Competencia (CFC).
La estrategia de negocios desplegada por Enron en México fue similar a la que realizaron sus ejecutivos en Estados Unidos, que participaron en patronatos de instituciones filantrópicas. Aquí, Jaime Alatorre, quien se desempeñó durante 10 años como presidente del consejo de inversión y director de Enron en México, se insertó como integrante del patronato de la institución de asistencia privada Unete, indica un documento oficial de esta asociación altruista.
El 19 de junio de 2000 Enron Energía Industrial de México, filial de la eléctrica estadunidense, logró obtener la autorización de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para la cogeneración de electricidad ''por duración indefinida''.
Este contrato, con valor de casi 190 millones de dólares, fue posteriormente traspasado a la empresa franco-belga Tractebel el 9 de julio de 2001, con el aval de la CFC, bajo el mando de Fernando Sánchez Ugarte, quien continúa en el cargo desde el sexenio de Ernesto Zedillo.
De acuerdo con el expediente CNT-123-2001 de la CFC, el pleno de la comisión ''resolvió autorizar la transacción notificada en virtud de que no pone en riesgo el proceso de competencia y libre concurrencia''. Así, Enron se quedó con 20 por ciento de la sociedad tenedora de acciones que construye la planta de cogeneración de energía eléctrica de 245 mw en el estado de Monterrey, Nuevo León; mientras Tractebel posee el 80 por ciento restante.
Esta operación de ingeniería financiera y legal fue realizada en México por el despacho de abogados López Velarde Heftye, cuya dirección de Guillermo González Camarena 1600, piso 6, oficina B, colonia Santa Fe, fue la proporcionada a las autoridades por el corporativo para recibir correspondencia oficial.
Con una plantilla de apenas 50 personas y dos oficinas pequeñas localizadas en las ciudades de México y Monterrey, la estrategia de negocios de Enron en el país abarcó desde la importación y exportación de electricidad en la frontera norte, la venta de futuros en gas, la construcción de plantas de cogeneración, así como suministro de agua potable y tratamiento de aguas residuales, hasta su participación en instituciones de asistencia privada.
En México, Jaime Alatorre Córdoba, director de Enron y ex presidente del consejo de inversión, forma parte del patronato de la Unión de Empresarios para la Tecnología en Educación (Unete), fundada por el extinto Max Shein Heisler.
Unete es una asociación civil creada con el propósito de elevar el nivel educativo por medio del cambio tecnológico en la educación básica de México, al llevar Internet, computadoras y televisión educativa a las escuelas primarias y secundarias de las regiones con mayor marginación en el país.
Sin embargo, de acuerdo con Analycia Pérez Mina, directora de comunicación de Unete, Jaime Alatorre, como director de Enron, nunca realizó aportaciones monetarias o económicas en favor de las causas altruistas. Más bien, precisó la ejecutiva, la aportación de Alatorre se circunscribió a promover aportaciones para la beneficencia en su relación con otras empresas, ''ya que actuaba a título personal''.