Ť También en suelo, agua, flora y fauna de zonas rurales

Detectan residuos de DDT en habitantes de Veracruz, Chiapas y San Luis Potosí

ANGELICA ENCISO L.

El uso de DDT en el país para combatir la malaria, durante casi medio siglo, dejó residuos en sangre, tejido adiposo y leche materna en habitantes de Veracruz, Chiapas y San Luis Potosí.

Además, aún se encuentran restos de él en suelo, agua, flora y fauna de las zonas rurales. Del Río Bravo a Centroamérica, México fue la nación que más utilizó este químico -65 mil, de 85 mil toneladas- y también la última en dejar de emplearlo.

El uso de DDT se suspendió en México en 1999, luego de que en 1957 se comenzó a utilizar como parte de la campaña contra el paludismo. En este periodo se rociaron miles de toneladas de productos en las zonas rurales, incluidas viviendas, y en las zonas algodoneras -la Comarca Lagunera, Apatzingán, Tapachula, regiones del noreste y noroeste del país-, indica el Diagnóstico situacional del uso de DDT y el control de la malaria, informe regional para México y Centroamérica que mandó a elaborar la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte al Instituto de Salud, Ambiente y Trabajo de México.

El reporte integra información de México, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. El DDT se empezó a aplicar en 1946 en El Salvador. El primero en dejar de utilizarlo fue Panamá en 1970, mientras que México fue el último, indica.

De este contaminante, prohibido en la mayor parte del mundo, se habrían utilizado en la zona casi 85 mil toneladas, cifra no exacta, ya que Belice, por ejemplo, sólo proporcionó información de dos años y Panamá de cinco.

Los descubrimientos

El texto señala que residuos del químico se han detectado en el organismo humano y en el ecosistema en general, en diferentes fechas y lugares. Detalla que se encontró en leche materna en Guatemala y en México en 1995. Los niveles más altos del contaminante en el tejido adiposo se obtuvieron en México y Costa Rica.

Reporta que estudios realizados en Veracruz en 1996, con 371 muestras, revelaron una gran concentración del químico, lo cual está relacionado con la antigüedad y la intensidad de la aplicación. Ahí las personas que presentaron mayores niveles de presencia de DDT refirieron síntomas neurológicos. En ese estado y en San Luis Potosí diversas investigaciones también revelaron la presencia de residuos en mujeres en edad reproductiva.

Otros estudios a que hace referencia el documento indican que se encontró el contaminante en sangre de habitantes de Guatemala, Nicaragua y México, aunque los mayores niveles fueron en la gente de nuestro país, donde se detectaron residuos en muestras de suero de niños y en trabajadores de Chiapas.

En 2000 alrededor de 70 millones de personas, que representaron 52 por ciento de la población total de los ocho países de la región, estuvieron expuestos en mayor o menor medida al riesgo de transmisión de malaria, pero se han buscado otras opciones para su combate, agrega el texto.

En México, el DDT se aplicaba con helicópteros que rociaban el químico a viviendas, cultivos, zonas boscosas y cuerpos de agua. Al principio de la campaña contra el paludismo, de 1957 a 1960, se hacían en promedio al año 5.7 millones de rociados. De 1961 a 1980 se efectuaron en el mismo lapso aproximadamente 3.3 millones, y a partir de la década de los 80 fueron 829 mil.

Indica que aquí se han encontrado 82.7 miligramos de DDT en muestras de suelo superficial en el interior de una vivienda en área palúdica, además de que se ha detectado su presencia en especies animales y en alimentos.