Ť Tradición recuperada,
muestra-reconocimiento a su trabajo
La artesanía es la sensibilidad de un pueblo:
Gorky González
ARTURO JIMENEZ
Más de 300 objetos de cerámica, entre ellos
un mural armado mediante decenas de piezas y que fue adquirido para el
Museo de Arte Popular, de próxima creación, conformarán
la exposición-reconocimiento Tradición recuperada. La
mayólica de Gorky González, que se inaugurará
la noche de este jueves en el Museo Franz Mayer.
Entre
los principales méritos de Gorky González (Morelia, 1939)
sobresale haber rescatado y difundido para el arte popular mexicano una
técnica alfarera y una manera de decorar que a mediados del siglo
XX se consideraban ya totalmente extintas: la mayólica tradicional
de Guanajuato.
Se trata de una técnica en auge durante los más
de tres siglos de la Colonia pero desaparecida a principios del XIX, debido
a la participación de los jóvenes artesanos en la guerra
de Independencia. Es una forma de cerámica que partió de
la talavera de Puebla ?a su vez asumida de España?, pero que en
Guanajuato adquirió características propias, más populares,
otorgadas por los creadores indígenas.
Aunque Gorky González prefiere hacer una distinción
entre "obra de arte" y "artesanía", y ubica sus piezas en cerámica
en este último rubro, es indudable el reconocimiento a su trabajo
con premios como el Nacional de Ciencias y Artes 1992 y un gran número
de exposiciones en ciudades de Estados Unidos, Latinoamérica, Europa,
Asia y Africa.
En la década de los sesenta, tras residir algunos
años en Japón, donde estudió con maestros ceramistas
y además se casó, regresó a Guanajuato e instaló
el taller Alfarería Tradicional, el cual se ha convertido en el
más importante del país dedicado a la técnica mayólica
tradicional.
Un enamorado de la cerámica
"Gorky González -escribe José Luis Cortés
Delgado- conoce, deleita y comprende con profundidad el mundo del barro,
ha sabido convivir con él toda su vida, lo palpa, lo siente, lo
moldea y se regodea en él y lo transforma en cerámica bella
y útil, su enamoramiento por su cerámica no tiene límite,
es hasta el infinito."
-¿Cómo ubica su obra en cerámica?
-se le pregunta en entrevista en el Museo Franz Mayer.
-Como una artesanía rescatada. Desde un inicio
siempre se ha planteado que es un trabajo de equipo. Sería doloso
de nuestra parte decir que es obra personal. En muchos aspectos, desde
luego que uno interviene de manera personal, en ciertos diseños
o trabajos, como el mural para el Centro de Investigaciones Matemáticas,
en la ciudad de Guanajuato.
-¿Entonces, percibe una diferencia entre arte y
artesanía?
--Sí. A una producción que es repetitiva
y que no sólo es obra de una persona, yo la llamaría artesanía.
La forma está hecha por un tornero, como yo, y ahí sí
es cuando se puede decir uno alfarero o ceramista. Un pintor no da la forma.
"Algunos artistas han pintado en mi taller y en la actualidad
hay un grupo de jóvenes artistas profesionales que pintan sus obras
sobre ciertos diseños que ellos nos sugieren. Uno capta la idea
de ellos y produce la forma, que es una cosa manual. Ellos se están
apoyando en un artesano y la decoración y la idea es de ellos."
Precisa: "La mayor parte de mis trabajos son una artesanía
porque somos un equipo. Anteriormente trabajé por muchos años
con siete personas. En la actualidad ya somos como 20, entre ellos mi hijo,
que es ingeniero industrial y me ha apoyado mucho en la organización
del taller. A él le tocó la transición de horno de
leña a horno de gas."
La mayólica, en auge
-Una artesanía también tiene un valor estético,
como una obra de arte, ¿no?
-Las artesanías encierran muchas cosas, no nada
más el valor estético. Encierran un valor de tipo tradicional,
bastante profundo, a tal grado que representa en un momento dado la sensibilidad
de un pueblo. En las diferentes piezas de esta muestra, por ejemplo, uno
observa aspectos costumbristas, florales, hojas, diseños creados
por nuestros artesanos.
"La transparencia que se consigue con esta técnica
es una de las cosas de las que ahora muchos artistas se han dado cuenta,
pues perciben las posibilidades dentro de un campo netamente artístico."
Este maestro alfarero considera que la técnica
mayólica, como en general la cerámica en México, viven
un auge importante. "Por fortuna se han creado muchos talleres, con los
que se ha enriquecido el mercado mexicano. Muchos de ellos producen cosas
también bellas".
Las más de 300 piezas de Tradición recuperada.
La mayólica de Gorky González se presentarán organizadas
en tres secciones: un recorrido entre ollas, platones y jarras del siglo
XIX, la mayoría procedentes de Guanajuato y parte de la colección
de González; piezas producidas por él mismo, cocidas todavía
con leña y pertenecientes a la colección de Toshiko Ono,
su esposa; y piezas elaboradas en hornos de gas en Alfarería Tradicional
y que pertenecen tanto a la colección del artista como a coleccionistas
privados.