González Teyssier: con la medida se busca crear clima de seguridad y estabilidad

El Colegio de Bachilleres establece en sus 20 planteles un estricto control electrónico de entradas y salidas

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Con el objetivo de combatir la inseguridad existente en las sedes del Colegio de Bachilleres (Colbach), esta institución comenzó a instalar un sistema electrónico de acceso a sus 20 planteles, el cual permite a las autoridades tener un control estricto de los alumnos.

Los estudiantes sólo pueden entrar o salir de la escuela con una credencial plastificada, la cual cuenta con un código de barras que pasa por un lector óptico. Si el semáforo, colocado en la puerta, enciende en verde, el alumno puede ingresar, pero si prende en rojo se le niega el acceso, por tener alguna situación irregular.

La prueba piloto se hizo a finales del año pasado en el plantel de la colonia El Rosario, delegación Azcapotzalco, donde se controla el acceso de más de 2 mil alumnos por día.

El director del Colbach, Jorge González Teyssier, considera en el informe del programa que este modelo tiene varios beneficios: coadyuva en la promoción de la imagen del colegio, ayuda a crear un clima de seguridad y estabilidad, fomenta el uso de tecnología y refuerza la identificación de los alumnos.

Este plan no sólo sirve para controlar el acceso de los alumnos, sino también para detectar a estudiantes que se ausentan de manera frecuente de la escuela o no devuelven libros a la biblioteca, lo que permite elaborar reportes específicos para hacer seguimiento de cada caso.

El sistema opera en los accesos a los planteles con base en semáforos de diferentes colores, los cuales notifican a quien resguarda el acceso sobre la condición de cada alumno.

Si el semáforo enciende en amarillo, tiene entrada restringida porque adeuda material o libros.

En las pantalla de la computadora pueden aparecen distintas leyendas. Por ejemplo: "Alumno con adeudos, remitir al control escolar". "Alumno dado de baja, acceso no permitido". "Alumno de otro turno, acceso vigilado". "El alumno ha ingresado cinco veces al plantel".

Para montar este programa en cada plantel se requieren un servidor, dos computadoras personales, cuatro lectores ópticos y construir una pequeña caseta para resguardar el equipo.

Como este sistema permite detectar quiénes son estudiantes y quiénes visitantes, las personas ajenas a la institución tienen la obligación de registrarse en un libro de control y entregar una identificación, a cambio de un gafete para entrar a la escuela.

Según el Colbach las ventajas de este control son que pueden ingresar al plantel los alumnos con registro vigente y sin sanciones. También, que permite detectar todas las credenciales reportadas como extraviadas, robadas o que están dentro del plantel y no han registrado su salida.

El sistema, se asegura, es de fácil operación y representa el uso de tecnología de punta que coloca al colegio "en la vanguardia de este tipo de mecanismos".

Además, los reportes generados por el sistema facilitan el apoyo académico y la comunicación con los padres de familia, que se convierte en un "hábito favorable" en beneficio del avance académico de los alumnos.