¿Qué deseamos decir realmente cuando hablamos de cultura? Adam Kuper rastrea el concepto de este término desde los debates de principio del siglo XX hasta su adopción por las ciencias sociales, en particular, busca construir la idea de cultura desde el punto de vista antropológico, "la disciplina que adoptó la cultura como tema específico". Parte de las ideas predominantes sobre este tema desde el esquema de la antropología estadunidense, refiere el autor, es que la cultura era un concepto que albergaba una cantidad casi ilimitada de promesas científicas. Se le atribuía una gran importancia explicativa y una aplicabilidad generalizada "comparable a categorías tales como la gravedad en la física, la enfermedad en la medicina o la evolución en la biología".

Sin embargo, las ideas expuestas en el libro distan mucho de parecerse a los preceptos originales, ya que al documentar paralelamente las líneas de pensamiento de la antropología y la evolución que han sufrido las ciencias sociales, se da lugar a nuevas formas de vislumbrar el concepto y se explican las razones que niegan el determinismo cultural.

Entre las principales conclusiones del autor está que al conocer mejor el trabajo actual de los antropólogos estadunidernses en torno a la cultura, se evitará cada vez más que ésta sea una "hiperreferencia" y, por tanto, se tendrá que hablar con mayor precisión del conocimiento, creencia, arte, tecnología, tradición e incluso ideología.

La primera parte de este texto abarca temas como cultura y civilización: intelectuales franceses, alemanes e ingleses de 1939 a 1958; también la v

ersión de las ciencias sociales desde el punto de vista de Talcott Parsons y otros antropólogos americanos. En la segunda parte, a través de las principales de figuras en esta área -Clifford Geertz, David Schneider o Marshal Sahlins-, se aborda la cultura como religión, la biología y la historia como cultura, así como los conceptos de identidad y diferencia cultural.