ASTILLERO
Julio Hernández López
NO HAY QUE PERDER LA FE. Al menos eso es lo que recomienda la presidenta de México (Vamos), Marta Sahagún, quien ayer pronunció un apasionado discurso en favor de su esposo, ante selecta concurrencia reunida en el salón Presidentes del exclusivo Club de Golf Chapultepec. En el mensaje político rendido ante el honorable congreso de la unión de golfistas, aseguró que en el país hay calma y tranquilidad, a pesar de algunas manifestaciones en contra que, explicó, se deben a "intereses de grupo".
SEGUN EL DESPACHO de la agencia informativa gubernamental, Notimex (que dirige un ingeniero químico que es cuate del subsecretario de Gobernación encargado de los medios de comunicación), la señora Sahagún de Fox llamó "a no perder la fe porque, pese a lo que se dice afuera -y eso que no tomó en cuenta, afortunadamente, lo que se dice adentro, agrega este Astillero intimista-, el país va bien, hay estabilidad económica y el Presidente de la República está trabajando para que haya un mejor crecimiento". La misma agencia de análisis clínicos reportó que las palabras presidenciales (de la señora Marta, pues) fueron pronunciadas "en reunión privada con empresarios, generales en retiro e integrantes" del antes mencionado club.
NO FUERON LAS UNICAS frases memorables de la señora presidenta. También dijo que "el México de hoy no requiere de un Presidente fuerte ni de un gobierno fuerte, sino de una sociedad comprometida". Luego, acompañada por su hijo Jorge, declaró que es "una fiel convencida de que el amor es el móvil para lograr todo", y por ello insistió en "la necesidad de no perder la fe, pues existe el interés del presidente Fox de mejorar el ámbito económico y social".
LAS CONVICCIONES de la oradora fueron providencialmente retribuidas de inmediato pues, en el mismo encuentro, Fernando Isita Septién anunció la donación de 100 mil metros cuadrados a la Fundación Vamos México. Tal terreno, por una increíble coincidencia, está en Celaya, Guanajuato. También es puritita coincidencia que Isita Septién sea el presidente de una de las secciones (la correspondiente a los países de Africa y Cercano Oriente que, como se sabe, deben estar muy interesados en la cajeta de Celaya) del Consejo Mexicano de Comercio Exterior que, según la página de Internet auspiciada por el Consejo Coordinador Empresarial, es presidido por Federico Sada González (es decir, por Vitro) y tiene como director general a Eugenio Salinas Morales. Aparte de los 100 mil metros cuadrados celayenses, Isita Septién hizo pública congratulación porque los hijos de la esposa del presidente Fox son socios del Club de Golf Chapultepec.
POR CIERTO, y como mera contribución cultural de esta cremosa columna, extraída de la página cibernética oficial (la contribución, no la columna), sépase que en la historia del citado club fueron famosos dos Porfirios. Uno, de apellido Bernal, fue caddie durante 60 años e hizo famosa la frase de "esa corre, licenciado", con la que solía prever el buen curso rodante que tendrían las pelotas de golf bien o mal disparadas por el presidente Miguel Alemán, asiduo a ese entretenimiento y no a tirar pénaltis a porteros de 12 años (Javier Trejo, el entrenador del Cruz Azul, padre de Francisco, el guardameta de las fuerzas infantiles cementeras, que enfrentó el botazo presidencial del martes, dijo ayer en entrevista radiofónica que su hijo le comentó que había dejado pasar el penal porque no quería hacer quedar mal al mandatario nacional: "esa entra, licenciado").
EL OTRO FAMOSO DEL CLUB fue el nieto de Porfirio Díaz, portador del mismo nombre y apellido. De este socio distinguido, al que llamaban Piro, se recuerda una anécdota que parecería fábula política aplicable a todo tiempo. Compitiendo por el primer lugar de un torneo interno, Piro atinó en el último hoyo luego de que su contrincante (que no era canciller alemán) había errado su tiro definitorio. Ya empezaba el nieto Díaz el festejo del caso cuando la pelota, misteriosamente, salió del agujero al que había sido rectamente empujada. No era una víbora prieta ni una tepocata lo que transó la transición golfística ganadora, sino un sapo que, al sentir el impacto generado por el heredero de don Porfirio, reaccionó con energía y botó la esfera de regreso al verde pasto. Caballeroso, el competidor se negó a valerse del incidente para impugar el triunfo del nieto Díaz. Moraleja: no hay que celebrar antes de tiempo los presuntos triunfos, y menos si no se está jugando en el Club de Golf Chapultepec.
ENREDADO EN TAN POMPOSOS ASUNTOS, este tecleador (afectado del síndrome de atención dispersa) ni siquiera ha dicho aquí que la Cuaresma ha comenzado, así es que el verbo predominante de ayer fue tiznar, y no sólo en relación con las frentes católicas sometidas al recordatorio cruciforme del origen cenizo, que no ceniciento. Polvo somos y esperemos que al gobierno no se le ocurra cobrarnos IVA cuando a tal condición primigenia volvamos, reprocesados.
ENTRE FE, GOLF Y CENIZAS, el escribiente tampoco ha mencionado que el presidente Fox anda de buenas y que se fue a bolear las botas a la Macroplaza regiomontana. Además, no ha señalado que el jefe del gobierno capitalino ha arriesgado innecesariamente la concesión presidencial que le permitía nombrar al encargado del changarro de seguridad pública chilango, por andar decidiendo en conciliábulo partidista, y anunciando sin respeto a las formas políticas, la renuncia de Leonel Godoy y la pretensión de nombrar como relevo a Francisco Garduño. Nomás falta que la primera acción del presidente Fox, en el anunciado Año de la Seguridad, sea la recuperación del mando chilango. Tampoco se ha atendido debidamente otro reculamiento de López Obrador, al decir que siempre sí aprobará la aplicación del seguro automovilístico obligatorio, luego de haber dicho una y otra vez lo contrario.
PERO, ASI QUEDEN como meros destellos, registre el lector en su repertorio de datos inservibles el hecho de que la Agencia Federal de Investigaciones aprehendió, por evasión fiscal calculada en casi 50 millones de pesos, al empresario Luis Ricardo Vargas Ulloa, quien se encargaba de la producción de los ar-tículos de promoción de las campañas de candidatos priístas. También tome nota -nomás pa lo que llegara a ofrecerse- de lo que Jesús Aranda informó ayer en La Jornada: que el general Ricardo Clemente Vega García, secretario de la Defensa Nacional, recibió a la madre del teniente José Raúl Vargas Cortés, cuya muerte, en febrero de 1995, fue considerada oficialmente como suicidio, aunque sus familiares sospechan que fue asesinato. El simple acercamiento del máximo jefe castrense a ese caso, y la advertencia de que en su reapertura no se encubrirá a nadie, "sea quien sea", genera ruido en el entorno de quien entonces era procurador general de Justicia Militar, el general Rafael Macedo de la Concha. Y aguce el oído en cuanto a las acusaciones del gobierno binacional Box, o Fush, o como se llame, de darle un buen llegue al Telmex del Carlos Slim ahora cercano al cardenismo y el lopezobradorismo.
HASTA AQUI, por hoy, para tener tiempo de escribir 100 planas dedicadas a Dolia Estévez, que prometan: "No diré que la familia Hank está ligada con asuntos del narco... No diré que..." Cien planas.
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