Ceremonia por el Miércoles de Ceniza en catedral
Convoca Norberto Rivera a construir una sociedad fraterna
JOSE ANTONIO ROMAN
Este momento es propicio para que se multipliquen los actos de justicia, de austeridad y de fraternidad, manifestó ayer el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, al encabezar la ceremonia del Miércoles de Ceniza, con la cual comienza la cuaresma en la Iglesia católica.
Ante un escaso número de feligreses que se dieron cita en la catedral metropolitana para recibir la imposición de la ceniza, Rivera Carrera dijo que si bien esta temporada supone actos de penitencia, también es necesario fomentar una nueva moral y la coherencia entre la fe y los católicos, a fin de construir una sociedad fraterna.
"Ojalá y que nosotros tengamos obras nuevas de justicia, obras nuevas de amor para con nuestro prójimo, una relación nueva con nuestro entorno, pero eso no basta. Por eso la cuaresma siempre nos lleva a celebrar la muerte y la resurrección de Jesucristo", dijo.
El arzobispo Norberto Rivera, quien en esta ocasión prefirió abstenerse de hacer declaraciones a los medios de comunicación, llamó a los católicos a que en este periodo de 40 días antes del Viernes Santo de crucifixión, "no sólo se rasguen las vestiduras, sino que emprendan un cambio de corazón, no sólo en obras y actitudes, sino de regreso a la fe, porque ese es el camino de la verdadera penitencia".
Acompañado por el cabildo de la catedral, Rivera Carrera recordó que el significado de este día es aceptar el sacrificio, la austeridad y el dolor, que ayudarán a cambiar las actitudes de cada persona como una forma de reconciliación. Pero aclaró que no basta el sacrificio físico que tradicionalmente se realiza este día, como el ayuno y la vigilia, sino que se deben hacer obras de amor y justicia para el prójimo.
La cuaresma, agregó, lleva al misterio central del cristianismo que es el revestirse y sumergirse en el sacrificio que hizo Cristo, pero esto implica una conversión que no consiste sólo en actos exteriores.