El ministro Remes sale de EU con las manos vacías
Argentina veta parte de su Ley de Quiebras, en acato
al FMI
El organismo monetario ofrece apoyo y consejo al país
austral, pero no asume compromiso de dar financiamiento
AFP, DPA Y REUTERS
Buenos Aires, 13 de febrero. El gobierno de Argentina
vetó hoy parcialmente la Ley de Quiebras, a fin de cumplir así
con otra de las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para
brindar auxilio financiero al país sudamericano. Sin embargo, el
organismo sólo iniciará negociaciones "una vez que nosotros
terminemos de definir algunos puntos de la agenda", señaló
el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, quien junto a su delegación
partió esta noche de Washington para regresar a Buenos Aires con
las manos vacías.
El martes, el portavoz presidencial argentino, Eduardo
Amadeo, que integró la delegación argentina, dijo a la prensa
que el FMI anunciaría en las "próximas horas" el inicio de
las negociaciones.
Pero el comunicado difundido este miércoles por
el organismo se limitó a decir que "permaneceremos en contacto cercano
con el ministro Remes Lenicov, con el equipo argentino, y continuaremos
ofreciendo apoyo y consejo". El director gerente del Fondo, Horst Koehler,
dijo que la visita de Remes fue "un buen comienzo para una nueva relación",
pero no habló de negociaciones.
Sin embargo, la agencia Dpa destacó que las aspiraciones
del gobierno argentino que asumió hace 35 días no eran desorbitantes.
Desde Buenos Aires, la delegación argentina había aclarado
que no iba a hablar de dinero.
Pero el FMI decidió finalmente que las negociaciones
sólo comenzarán luego de que Argentina mejore la administración
tributaria, resuelva su política fiscal, establezca una relación
financiera sana con las provincias y restructure su deuda externa, según
explicó Remes. "La resolución está en nuestras manos",
aseveró.
En Buenos Aires, el viceministro de Economía, Jorge
Todesca, explicó: "si hacemos una comparación con las crisis
financieras como las de Turquía o las del sudeste asiático,
éstas normalmente demandan alrededor de 12 por ciento del PIB, lo
cual en nuestro caso representa de 22 mil a 23 mil millones de dólares",
pero negó que esa cifra sea la que se negocie.
Por lo pronto, el gobierno de Eduardo Duhalde vetó
disposiciones de la Ley de Quiebras: una, que establecía que si
un acreedor no alcanza un arreglo con el deudor en un periodo de 90 días,
se deberá respaldar ciento por ciento de su deuda, y otra, que establecía
la suspensión de ejecuciones vinculadas a deudas de carácter
impositivo y previsional. La semana pasada, el presidente del Banco Central,
Mario Blejer, admitió que la Ley de Quiebras debía ser vetada
para que el FMI otorgara ayuda financiera. La libre flotación del
peso, establecida el lunes, también fue una de las condiciones del
Fondo.
Crisis argentina cruza a Uruguay
Por otro lado, en el vecino Uruguay, tradicional refugio
de capitales argentinos en tiempos de crisis, el Banco Central anunció
la intervención del Banco Galicia Uruguay, el segundo mayor privado
del país, controlado por los mismos accionistas del argentino Grupo
Financiero Galicia.
Al conocer la noticia, un centenar de ahorristas viajó
de Buenos Aires a Montevideo para exigir la devolución de sus depósitos.
En la capital argentina, en tanto, continuaron las protestas de los ahorristas
que tienen sus cuentas atrapadas en los bancos por las restricciones financeros
o corralito, con manifestaciones en el centro porteño contra
distintas entidades bancarias, algunas de la cuales decidieron cerrar sus
puertas. Casi un centenar de personas volvió a irrumpir en la sede
central del Banco Nación golpeando cacerolas.
Por su lado, la combativa Central de Trabajadores Argentinos
y entidades humanitarias marcharon hasta el Congreso en protesta por las
nuevas medidas económicas y contra el presupuesto 2002 ?que mantiene
un polémico recorte de salarios de empleados públicos y jubilados?,
que el gobierno llevó a Washington como carta de negociación
con el FMI.
En tanto, grupos de desocupados realizaron cortes de ruta
en Salta, Santiago del Estero, Entre Ríos, Catamarca y Chaco. Resistencia,
capital de esta última provincia, quedó virtualmente sitiada.
Alertado por la creciente tensión, el gobierno
analizó hoy el "mapa de conflictividad social", informó Capitanich,
y advirtió que se incrementaron "los niveles de delitos y violencia".