Las protestas "rayan en la neurosis y eso no
es sano", responde el grupo de Madrazo
Exige equipo de Paredes se anule el cochinero
electoral en Oaxaca
Denuncia 17 mil votos cibernéticos y delincuencia
organizada
ROSA ELVIRA VARGAS
En Oaxaca no hubo mapachismo, lo que se dio ahí
fue "delincuencia organizada", acusó la asambleísta capitalina
María de los Angeles Moreno Uriegas, y con esa definición
ubicó que esa entidad se ha convertido en manzana de la discordia,
en "lunar negro" de la contienda priísta, cuyo futuro aún
es incierto.
Los voceros de Beatriz Paredes, Oscar Levín Coppel
y Florentino Castro, aseguraron ayer que en ese estado del sureste se computaron
por lo menos 17 mil 802 votos "cibernéticos". Según ellos,
de los reportes enviados al PREP cuando sólo faltaban 17 mesas receptoras,
se computó esa desmesurada cantidad de sufragios que "no puede ser
creíble".
Por la tarde, de la lectura rápida y atropellada
de Javier Guerrero, compañero de fórmula de Beatriz Paredes,
una frase quedó ahí como advertencia: "Lo importante para
nosotros es salir al paso de esta ficción que intenta imponerse
a la opinión pública, de que fue una batalla de trampas y
que al final ganará quien más haya realizado". Sin embargo,
insistió en que el triunfo está de su lado.
Indicó que a partir de las actas en su poder,
ellos obtuvieron la victoria, pero han esperado que las instancias del
partido hagan su tarea y den los resultados oficiales. "No compartimos
la política de albazos como forma de relación interna",
dijo Guerrero.
En la explicación de las irregularidades oaxaqueñas,
ofrecida en la mañana por Levín Coppel y Castro para exigir
la nulidad de la elección en esa región, indicaron que mientras
el lunes a las 16:50 horas el reporte ubicaba la votación a favor
de Madrazo en 125 mil 766 votos, ayer muy temprano, antes de cerrar el
PREP, la votación para el tabasqueño era ya de 151 mil 218
sufragios. Esto, subrayaron ambos, cuando sólo faltaban en ese lapso
17 paquetes electorales por computarse.
Si cada mesa receptora, expusieron, recibió 450
boletas, suponiendo que éstas se hubieran agotado, ello habría
significado 7 mil 650 votos correspondientes a esas 17 casillas, con lo
que en todo caso la causa madracista estaría sumando 133 mil 416
votos y no los más de 151 mil que subieron como información
al PREP.
Para llegar a esa cifra, dijo Levín Coppel, fueron
necesarios 17 mil 802 sufragios, que son "cibernéticos".
"De ese tamaño es el cochinero que hicieron
en Oaxaca", indicó, al tiempo de reiterar su exigencia de que se
elimine toda la elección oaxaqueña y por tanto se supriman
los votos reportados desde esa entidad, donde la fórmula de Roberto
Madrazo-Elba Esther Gordillo habría obtenido 151 mil 218 sufragios.
Levín Coppel dijo que los representantes madracistas
"consiguieron mediante un subterfugio legal que un notario encerrara las
actas y no se dieran a conocer en el PREP porque, según ellos, así
lo exigía el cuidado de las mismas". Esas dos, puntualizó
por la mañana, son las principales preocupaciones de los seguidores
de Paredes, porque "ustedes saben que nada más la votación
del Distrito Federal (y) sin las cochinadas de Oaxaca cambian la
tortilla y ponen claramente a Beatriz Paredes ganadora de esta contienda".
Por la tarde, Javier Guerrero y María de los Angeles
Moreno ofrecieron una nueva conferencia de prensa en la que dijeron tener
ampliamente documentadas las irregularidades cometidas por sus contrincantes
en Oaxaca y en el Distrito Federal.
En la primera, expusieron, las anomalías se dieron
el propio domingo, mientras que en el Distrito Federal los incidentes de
irregularidad, señalaron, ocurrieron con el "secuestro" de las actas
de escrutinio.
Guerrero denunció prácticas "que nos avergüenzan
como priístas" en la elección del domingo, y puso el ejemplo
de Tabasco, donde dijo que hubo irregularidades y no descarta que se exija
también la anulación del voto en ese estado.
En la representación de la planilla Paredes-Guerrero
el tono del discurso ha pasado de sólo fuertes señalamientos
a la acusación y la beligerancia totales; al mismo tiempo, aunque
sin demasiados fundamentos cuantitativos, se insiste en el triunfo para
esta causa.
En esta misma estrategia de centrar toda posibilidad para
revertir el resultado a su favor, una comisión integrada por Guillermo
Jiménez Morales, Augusto Gómez Villanueva e Ignacio Pichardo
Pagaza viajó a esa entidad para entrevistarse con los representantes
de la fórmula Paredes-Guerrero y recabar testimonios del "fraude"
del domingo. Documentaron parcialidad en los conductores del proceso, cifras
contradictorias, inusitadas casillas "zapato", formas de presión
a los votantes y otros métodos para evitar la instalación
de casillas.
En síntesis, mencionaron que fue un proceso viciado
que arrojó datos que no corresponden a la realidad y con un número
de incidentes tan elevados que acreditan y fortalecen la petición
de anular los votos oaxaqueños. Atribuyeron la responsabilidad de
estas acciones a los operadores de la planilla de Madrazo, aunque insinuaron,
como por la mañana lo hiciera Levín Coppel, que el propio
gobernador José Murat habría estado detrás de esta
operación.
Según sus testimonios existen entre 80 y 100 mesas
receptoras "severamente dañadas" por el fraude y consideraron inconcebible
que siendo Oaxaca una entidad eminentemente rural los resultados den una
proporción de siete a uno en favor de Madrazo, cuando la extracción
de Beatriz Paredes es precisamente del sector campesino.
"Eso va más allá del sentido común
y violenta la lógica", apuntó Pichardo Pagaza.
No a "caprichos"
ROSA ELVIRA VARGAS
En el cuartel de Roberto Madrazo Pintado la respuesta
a los intentos de su grupo antagónico de anular la elección
en Oaxaca fue: "Lo suyo raya en la neurosis y eso no es sano". También
se reiteró la advertencia: "No aceptaremos caprichos, les recordamos
que nosotros no hemos pedido la nulidad en el estado de México y
tendríamos suficientes elementos para hacerlo".
A contrapelo del lenguaje conciliador y de unidad utilizado
en los días previos, ayer los madracistas volvieron al discurso
de la intransigencia, y en la misma proporción que sus adversarios,
descalificador. Carlos Jiménez Macías, vocero de la causa
de Madrazo, insistió: "No se vale que cuando los primeros datos
los daban ganadores admitían que el proceso del domingo fue legal,
y cuando estos datos se les revirtieron iniciaron las impugnaciones".
La contienda priísta se convirtió ayer
en un partido de ping-pong, en el que cada jugador sacó a relucir
lo mejor de su repertorio, el que siempre han usado para elecciones, con
la diferencia de que esta vez el enemigo es de casa. Y del lado del tabasqueño
se insiste en que Oaxaca no está sujeta a negociación, porque
según los datos del propio Jiménez Macías ?frente
a la demanda formal de nulidad del equipo de Beatriz Paredes? anoche había
574 actas, de poco más de 600, que tenían ya la firma de
los representantes de la planilla de la ex gobernadora tlaxcalteca.
Advirtió que Madrazo no ha planteado hasta ahora
anular los comicios del estado de México, donde él resulta
apabullado por los votos de su contrincante, pero a pesar de la insistencia
de los reporteros rechazó argumentar por qué no se ha tomado
esa determinación.
El vocero se presentó con los resultados de las
actas de 17 estados, según los cuales la ventaja de Madrazo era
de 67 mil 526 sufragios; "ellos tienen los mismos datos que nosotros, por
lo que les pedimos que por el bien del PRI asuman un discurso que honre
al partido y favorezca la unidad".
No había sido ese, sin embargo, el lenguaje que
Carlos Jiménez utilizó en la conferencia matutina, cuando
calificó de irrisorio, increíble y hasta ofensivo para la
inteligencia del priísmo que ahora la planilla antagónica
reclame fraude en la sureña entidad. "Este juego peligroso en el
que quieren meter al proceso, nosotros no lo vamos a tolerar. No vamos
a negociar ni un solo voto." Un eventual desconocimiento de la elección,
sobra decirlo, inclinaría la balanza a favor de Beatriz Paredes.
Con Oaxaca convertido en el centro de la disputa, también
los resultados en el Distrito Federal han gravitado en la decisión
de la fórmula triunfadora, pues el acuerdo que al parecer existía,
de mantener resguardadas las urnas en la sede del PRI capitalino, ha sido
utilizado según la conveniencia de cada planilla, para atacarse.
Jiménez Macías advirtió desde temprano
que sus contendientes los adelantaban en esta ciudad, pero también
subrayaba: "ya saben ellos que con lo que llevan de ventaja no nos van
a ganar la elección".
Lo paradójico en uno y otro cuarteles es que en
ambos se apela a la legalidad para defender el triunfo propio, y el vocero
madracista se sostenía en el argumento de que "en aquel lado se
cambió el discurso de reconocimiento de limpieza cuando los datos
les empezaron a ser adversos. Nosotros estamos dispuestos a que la legalidad
se aplique, pero no lo estamos para aceptar caprichos".
Respecto a Oaxaca, en el madracismo no hay el menor margen
de aceptación de alguna irregularidad. Para ello no sólo
se aferran a la popularidad y trabajo político del binomio Madrazo-Gordillo,
sino a que los representantes de Beatriz Paredes han aceptado los resultados.
Ulises Ruiz, operador de la causa de Madrazo en aquel
estado, retó desde allá: "que cuenten los votos que quieran,
tenemos firmadas las actas por los representantes de Beatriz".
Admitió también el uso de vehículos
para el traslado de votantes en la jornada del domingo, porque eso no estaba
prohibido, y se hizo igual que los simpatizantes de Paredes en el estado
de México.
Además, mencionó que en la sesión
donde se insacularon los representantes de las mesas receptoras de voto,
las actas están firmadas por Juan Manuel Cruz Avendaño, representante
de la tlaxcalteca, y remató: "de qué se extrañan de
esta votación tan alta en Oaxaca, si en la elección federal
de 2000 el estado aportó el más alto índice ?500 mil?
de sufragios a favor de Labastida".