Sexto día de bombardeo militar en ex
zona de distensión
Rechaza Pastrana canjear a candidata por decenas de
rebeldes
Chávez dice que realiza diligencias para
liberar a Betancourt
Siguen los ataques contra torres de energía y
oleoductos
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 26 de febrero. El ejército
colombiano continuó hoy, por sexto día consecutivo, sus bombardeos
sobre el sur del país para recuperar la antigua zona de distensión,
mientras la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) concentró su ofensiva en el centro del país y los
alrededores de esta capital.
Al tiempo que el gobierno y los aspirantes presidenciales
rechazaban la exigencia de las FARC de canjear, mediante una ley, a la
candidata Ingrid Betancourt y a otros cinco congresistas por decenas de
rebeldes presos, en Caracas el presidente venezolano, Hugo Chávez,
afirmó, sin dar precisiones, que realizaba "diligencias" para tratar
de que Betancourt sea liberada.
Si bien el ejército ha ingresado ya a cuatro de
los cinco poblados de lo que fue la zona desmilitarizada que durante los
últimos tres años estuvo en poder de la guerrilla, y cuando
sólo resta recuperar La Uribe, una fuente militar señaló
que el control absoluto de los 42 mil kilómetros cuadrados requerirá
de al menos seis meses.
La fuente no identificada, citada por medios de prensa,
dijo que la Operación Tánatos, en la que participan más
de 15 mil soldados, está diseñada para recuperar 90 por ciento
de la vieja zona de despeje para fines de julio, ya que después
de la toma de los cinco poblados comenzará la segunda estapa
de expansión a las áreas rurales.
Indicó que el ingreso a San Vicente del Caguán
y las demás comunidades no significa que controlen en su totalidad
la situación, y agregó que la última fase consistirá
en la instalación permanente de batallones y unidades de contrainsurgencia
en los cinco municipios.
Pronostican solución negociada
El general Roberto Pizarro declaró que finalmente
el conflicto colombiano se resolverá por la vía negociada,
pero que antes será necesario debilitar militar y económicamente
a la insurgencia. Esto, acorde con la nueva guerra "moderna" tipo Afganistán
que, a su juicio, define una estrategia de bombardear primero y luego entrar
por tierra, cortar vías de aprovisionamiento de armas y erradicación
de cultivos ilícitos en Caquetá y Putumayo.
Sobre los cultivos ilícitos, los paramilitares
de ultraderecha se encuentran más involucrados en el tráfico
de drogas que las FARC, indicó Klaus Nyholm, representante de la
Junta Internacional para la Fiscalización de Estupefacientes.
Dijo que la guerrilla sólo interviene a nivel primario
en la producción, mientras que los paramilitares participan en la
comercialización y la distribución de cocaína con
destino a Nueva York y Londres, y sus jefes tienen "un pasado y presente
en el tráfico de drogas".
Un testigo desplazado de la zona de despeje dijo a la
prensa que los bombardeos han destruido una pista de aterrizaje y carreteras
en las cercanías de San Vicente del Caguán, así como
depósitos de combustible, un taller mecánico y entre 50 y
60 carros que solía utilizar la guerrilla para movilizarse.
Unidades rebeldes continuaron sus atentados contra torres
de energía eléctrica y telecomunicaciones, así como
contra oleoductos, y lanzaron ataques con explosivos y armas automáticas
en Aquitania, Boyacá, en los alrededores del municipio de Fómeque,
cerca de la capital, en zonas de la carretera Bogotá-Villavicencio.
La guerrilla también dinamitó un puente
en Cundinamarca, dejando aislados varios poblados en relación con
Bogotá, y mantiene un retén en la vía Florencia-San
Vicente del Caguán. Sus atentados afectan a 122 poblaciones de los
departamentos de Caquetá, Huila, Meta, Cauca, Nariño, Putumayo,
Boyacá, Cundinamarca y Tolima.
Mientras sindicalizados petroleros iniciaban una huelga
en repudio al secuestro de uno de sus líderes, perpetrado por paramilitares,
las FARC negaron que su máximo líder, Manuel Marulanda Vélez,
se haya trasladado a Venezuela, versión que calificaron de "provocación".
A su vez, el dirigente rebelde Pablo Catatumbo no descartó que en
esta nueva etapa de "guerra total" miles de personas puedan morir.
Y mientras en Washington asesores del presidente George
W. Bush discutían cómo dar más asistencia a Colombia
para combatir el terrorismo, expertos militares dudaban que el ejército
de Bogotá pueda derrotar a la guerrilla sin mayor ayuda de Estados
Unidos.