Buscan compromiso de no desprestigiar al SNE

Negocian fórmulas acuerdo sobre la elección en el PRD

Aceptarían el cómputo, aun cuando fuese desfavorable

RENATO DAVALOS

Las dos principales fórmulas perredistas continúan las consultas acerca de un acuerdo en el que ambas partes se comprometen a no desprestigiar al Servicio Nacional Electoral (SNE) y aceptar los resultados de la elección del 17 de marzo, aun cuando les sean desfavorables, señaló Rafael Hernández, representante de Jesús Ortega.

Las conversaciones del acuerdo -que se espera esté listo la próxima semana-, incluyen también la necesidad de que el SNE ofrezca resultados preliminares el mismo día de la votación y que no pueda proclamarse un triunfador hasta que la instancia respectiva emita su veredicto.

La coayduvancia que se extendería al SNE no invalidaría que cualquiera de las fórmulas presentase algún recurso de impugnación derivado de apreciaciones sobre violaciones a la normatividad estatutaria, agregó.

Las negociaciones -que empezaron el 9 de febrero- derivarían en el ofrecimiento conjunto de garantías para que los resultados sean aceptados por todos, estableció. Sabemos de antemano que la polarización no favorece la contienda ni al propio PRD.

En el aspecto organizativo, explicó, se prevé la coadyuvancia para la instalación de casillas y la designación de funcionarios, la dotación oportuna del material electoral y la disposición del sistema de cómputo para el día de la jornada.

Recordemos que en la elección de 1999 el sistema "se pasmó", dijo Hernández, y no queremos tropezarnos con la misma piedra, aunque por supuesto que el día de los comicios tendremos un resultado preliminar.

Al respecto, el SNE informó que ese día buena parte de los recursos se destinarán a concentrar los conteos en la elección para presidente y secretario general, y podría contabilizarse más de 60 por ciento de los sufragios en las primeras horas del día siguiente de los comicios.

En el acuerdo que se negocia deben establecerse dos fases acerca de las apreciaciones que cada fórmula tenga del SNE: no desacreditarlo a partir de la firma del convenio y hasta el día de la elección, y que haya una aceptación de los resultados, independientemente de las impugnaciones que pudieran presentarse, para evitar conflictos poselectorales y darle legitimidad al proceso.