Apremia a invertir en la eliminación de ese tóxico
Alerta la UNAM sobre daños en la salud por cromo en el suelo
KARINA AVILES
Investigadores de la UNAM expresaron que la contaminación de residuos tóxicos como el cromo lleva más de 30 años sin resolverse en el país, pese a que hoy ya existe la tecnología mexicana para combatirla. Por lo anterior, hicieron un llamado, en especial a los banqueros, para que otorguen préstamos accesibles a las empresas interesadas en apoyar los desarrollos tecnológicos dirigidos a solucionar la presencia del cromo.
En conferencia de prensa, los investigadores Margarita Gutiérrez y Gerardo Martínez, del Instituto de Geografía, y Silvia Castillo, de la Facultad de Química, dieron a conocer el desarrollo de un proceso elaborado por los científicos universitarios que permite la realización de una tecnología para resolver dicho problema. El método consiste en unir dos residuos con agua contaminada para obtener un suelo inerte.
Sin embargo, ahora tocaría a las empresas -puesto que no es función de la universidad- costear la infraestructura tecnológica. ''La UNAM ya dio su parte; ahora la pelota está afuera'', indicaron.
Explicaron que aunque sólo hay dos poblaciones donde hay cromatos, no se pueden dejar a la deriva, pues el cromo de tipo seis es un oxidante que puede producir a largo plazo enfermedades como el cáncer y a corto plazo daños en la garganta.
Manifestaron que una de las poblaciones donde existe presencia de cromo es Tultitlán, estado de México. Inclusive, indicaron que fueron construidas casas-habitación sobre este material tóxico. Pero no sólo eso, en la zona hay una escuela donde los niños pueden estar expuestos a estos desechos. Detallaron que antes de que se hiciera un confinamiento del cromo el material fue mezclado con asfalto.
No obstante, precisaron que en Tultitlán hay alrededor de 75 mil toneladas de un material que en su mayoría es cromita, el cual es menos peligroso que el cromo porque no se funde. De cualquier forma, esas 75 mil toneladas contienen casi 3 por ciento de cromo.
El otro poblado con problemas de esta naturaleza es San Francisco del Rincón, en León, Guanajuato. En esta población la misma empresa que generó el material tóxico es la que está invirtiendo para controlar el contaminante.
Detallaron que cada una de las especies del cromo tiene diferentes grados de peligrosidad. El de mayor riesgo es el cromo tipo seis, porque "oxida nuestro interior". En cambio, el cromo tipo tres, al ser insoluble, no representa mayor riesgo.
Con el precepto de que los desechos no desaparecen sino sólo se trasladan de un lugar a otro, los investigadores desarrollaron un proceso que consiste en convertir al cromo seis en formas insolubles de cromo tres que no tiene peligrosidad.
Margarita Gutiérrez destacó que el principal problema para poner en funcionamiento este desarrollo es la falta de estructura económica. Se necesitan fondos bancarios, instituciones que tomen conciencia de la necesidad de invertir en el medio ambiente.