Se estrena hoy Una mente brillante, cinta por la que está postulado al Oscar
La esquizofrenia significa vivir en diferentes niveles de la realidad, expresa Russell Crowe
Nunca he tomado decisiones con base en el dinero y no empezaré ahora, afirma el actor
El rocanrol es mi forma de sacudirme las telarañas del cerebro, asegura el neozelandés
MARIANNE RUUTH ESPECIAL
hollywood. Russell Crowe está postulado al Oscar como mejor actor por A beautiful mind (Una mente brillante). Obtener éxito tras éxito, premio tras premio, Ƒlo convertirá en un tipo insufrible?
"De ninguna manera", responde con calma. "Ya era yo insufrible hace 10 años, cuando nadie me conocía."
Uno recuerda que en su adolescencia inició su carrera musical con el nombre de Rus Le Roqe, y su primer sencillo se llamó Quiero ser como Marlon Brando. ƑTítulo profético? Porque sin duda su talento es como el de Brando. Pensemos en el brutal policía de L. A. Confidential. O en The Insider, en la que estaba irreconocible como Jeffrey Wigand, el hombre que revelaba los secretos de la industria tabacalera: Russell se destiñó siete veces el cabello, envejeció 20 años y aumentó casi ese mismo número de kilos para dar el papel. Luego tuvo que bajar ese peso y ganar músculos para representar a un general romano que se vuelve un gladiador esclavo en la arena en la película Gladiator. Y ahora tenemos al genio matemático enfermo de esquizofrenia en Mente brillante... y el actor relata que fue fascinante, porque el intelecto del científico se combinaba con la enfermedad en tal forma que no podía distinguir lo real de lo irreal. "Ese hombre vivía en un infierno personal. Me metí a estudiar con intensidad la personalidad dividida y temas afines. Muchos no tienen idea de lo que es la esquizofrenia: una definición simple sería que significa vivir en diferentes niveles de realidad. Una vez más tuve que cambiar mi apariencia física, pero me encantan los retos. Y los papeles que están separados miles de kilómetros entre sí."
Hablando de apariencia física, a las mujeres les agrada la de este actor de 37 años: el rostro severo, a menudo sin afeitar; ojos de fascinante mirada oblicua y casi translúcidos de tan azules, una sonrisa que podría derretir el corazón femenino más glacial, cada músculo justo en su lugar... sí, es un tipo sexy. (Por fortuna, una especie de pequeña verruga que lleva entre las cejas lo salva de ser demasiado "bonito".) Pero las mujeres también se preguntan si les gustaría vivir con un hombre así. Yo no, dice la mayoría de las que conozco: sería como vivir al borde de un volcán...
Sin embargo, Crowe sabe ser dulce y preocuparse por los demás. Durante los cinco pesados meses que duró el rodaje de Gladiator en Malta, organizó fiestas, alquiló botes para paseos de fin de semana y mandó hacer playeras especiales tanto para los actores como para los miembros del equipo. "Uno no puede simplemente pedir a la gente que realice una tarea inhumanamente pesada. Todos necesitamos que alguien se dé cuenta de lo que hacemos y lo reconozca", expresa.
Otro lado de Russell es el perfeccionista impaciente que detesta la estupidez y la pereza. Exige que los demás muestren tanta energía y concentración como él. Tiene temperamento explosivo, y si alguien se pasa del límite puede encontrarse con los puños del actor. ƑCómo es, entonces, que a actores y directores les encanta trabajar con una persona tan difícil? "Con él uno sabe a qué atenerse", responde un colega. "Dice exactamente lo que piensa. Es sincero y directo, y eso, combinado con su deslumbrante talento, hace que uno le perdone casi todo lo demás". Sharon Stone añade: "šNo le teme a nada! Eso es raro... y muy atractivo".
"Con frecuencia escriben que soy arrogante", señala Russell. "Creo que quieren decir que siempre tengo un objetivo claro y mis propias ideas de cómo hacer algo."
Actor desde niño
Nacido en Nueva Zelanda y criado en Australia, ha actuado desde niño. Su abuelo materno era cinematografista y sus padres llevaban la comida cuando filmaba para cine y televisión. A los seis años Russell debutó en una serie de televisión, Spy Force. Aunque insiste en que era muy tímido, siguió haciendo teatro, cantando y tocando la guitarra, cosa que todavía hace con su banda de rock, 30 Odd Foot of Grunts (Treinta y tantos pies de gruñidos). (Si el lector quiere saber qué hace el grupo, vaya a gruntland.com.au. ƑPor qué Gruntland (Gruñilandia)? "Porque es lo opuesto a Graceland (Gracilandia)", responde el actor, afecto a la ironía.)
"Pero yo sabía que mi lugar estaba en el cine. Tratándose de tocar guitarra, no puedo competir con Eric Clapton. Si tocara con él me sentiría pequeño e inadecuado. En cambio sé que si trabajo con cualquier actor, en cualquier lugar del planeta, soy capaz de crear algo tridimensional porque puedo dar lo 
que el papel requiere." (Un ejemplo es The Insider, en la que actuó junto a Al Pacino, que puede abrumar a cualquier actor en lo que a intensidad se refiere. Pero no a Russell.)
Australia descubrió su talento muy pronto. En la película Proof (1991), impresionó como el lavaplatos de un restaurante que se hace amigo de un fotógrafo ciego. Luego hizo de un horrible neonazi cabeza rapada en la controvertida Romper Stomper, que le ganó el Oscar australiano. "Después de esa cinta pude haberme convertido en el chico emblemático de los vándalos blancos, así que me pareció divertido que hicieran cola para mi siguiente película y me encontraran convertido en un plomero homosexual en The sum of us. Y eso fue lo que hice''.
Sus palabras ilustran el humor seco e inagotable (algunos le llaman torcido) que domina buena parte de sus conversaciones.
Como actor no tiene falsa modestia; en cambio no abriga muchas ilusiones sobre su carrera musical, aunque señala que la música es necesaria en su vida. "Representa una forma especial de expresión. No me molesta que todos los discos que sacamos vayan al último lugar de las listas de popularidad. Es mi versión de la poesía... o del teatro. Mi rocanrol es totalmente mío. Es mi forma de vaciar el cerebro y sacudirme las telarañas. Me voy de gira con la banda después de realizar trabajos pesados en el cine para librarme de las partes del personaje que se me quedan en las entrañas''.
Romances y ganado
Hablemos de mujeres. Con Meg Ryan tuvo un ardiente idilio de seis meses, después de filmar juntos Proof of life, y luego ella se divorció de Dennis Quaid. Su único comentario, aparte de elogiar las cualidades de Meg como ser humano y como mujer, es que él tiene una fuerte necesidad de vivir en su verdadero hogar, en Australia, así como ella necesita vivir en Estados Unidos. "Es en parte un problema de geografía", señala el actor, quien posee más de 200 hectáreas y 270 cabezas de ganado vacuno al norte de Sydney y toma su trabajo en el campo con tanta seriedad como todo lo demás.
Subraya que ese es el único lugar en el que puede relajarse de veras, entre vacas, caballos, pollos, perros, tortugas... y jazmines de dulce aroma. Habla con lirismo de lo que su amistad con los animales ("mis verdaderos cuates") significa para su salud mental, o de cuáles son los mejores tipos de pasto para el clima seco. Cuando no está en el rancho, sus padres (que llevan 39 años de casados) y su hermano Jerry se encargan de las cosas. "En estos días más bien les gusta que no esté allá, porque no hay intrusos con cámaras escondidos entre las matas, que luego tienen el descaro de quejarse porque los perros les muerden el trasero. Es bastante idiota. También tenemos cantidad de víboras y arañas", añade, quizá para desanimar a posibles visitantes.
La sola idea de la fama le resulta molesta. "Admiramos a las personas por razones equivocadas. Este énfasis en las celebridades no es sano", manifiesta. ƑY los millones que gana? "No me quedo con el dinero tanto tiempo como para que me afecte. De mi cuenta bancaria sale una carretera de 10 carriles hacia mi familia y amigos. Nunca he escogido un trabajo ni tomado decisiones con base en el dinero, y no voy a empezar a hacerlo ahora."
Bueno, digamos en suma que Russell Crowe es un tipo complicado, pero nunca aburrido. No en la vida real, y por supuesto menos en el cine, donde el fuego que arde en su interior brilla con intensidad en la pantalla.
Una mente brillante (A beautiful mind) se estrena hoy en los cines mexicanos.
Traducción: Jorge Anaya
