Sólo 73 presos continúan en huelga de hambre
Permite EU que los prisioneros en Guantánamo usen turbantes
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 1Ɔ de marzo. La huelga de hambre iniciada la víspera por más de un centenar de los 300 prisioneros talibanes y de Al Qaeda en Guantánamo, Cuba, obligó a los militares estadunidenses a permitirles que usen turbante si así lo desean, confirmó hoy el Pentágono a medios de prensa locales.
La protesta iniciada por unos cien prisioneros, que aumentó horas después a unos 190, parecía haber disminuido con la respuesta estadunidense de acceder a que usen turbante en sus oraciones.
Pero el general de la marina Michael Lehnert indicó que se les advirtió a los detenidos que serán sometidos a inspección para evitar que "oculten" algún arma.
Ante ese cambio, de que los musulmanes podrán hacer turbantes con sus sábanas, en las horas recientes sólo 73 presos seguían negándose a comer y al menos a dos de ellos se les alimentó en la noche por vía intravenosa, los que tuvieron que ser llevados a enfermería debido a deshidratación y no por malnutrición.
The Washington Post citó que el general Lehnert también informó que se les hizo saber que semanalmente se les dará a los reclusos un informe sobre el estatuto de los procedimientos legales en su contra, y además se les permitirá acceso a otros libros aparte del Corán.
Según los informes procedentes de la base naval estadunidense ubicada en la bahía cubana, el problema es que muchos de los prisioneros vive en un absoluto estado de incertidumbre al no saber acerca de su futuro y su estatuto legal, y por estar en un territorio desconocido al que apenas están aclimatándose.
Por lo demás, las fuentes militares reconocieron que el incidente de la huelga de hambre se desató debido a un "error" porque el soldado que le arrebató el turbante a uno de los prisioneros lo hizo sin percatarse de que no había escuchado la orden porque estaba orando, lo que desató la furia de sus compañeros y el comienzo del ayuno.
Por último, en París se informó que Estados Unidos le comunicó al gobierno de Jacques Chirac sobre la presencia en Guantánamo de otros cinco detenidos de nacionalidad francesa, que se suman a dos franceses ya identificados con anterioridad.
Ante esto, se dio luz verde para que otra misión francesa viaje lo más pronto posible a la isla caribeña a verificar los casos y conocer el estado de salud de los presos.