No vamos a permitir la impunidad: Salazar Mendiguchía
Detenidos, 54 indígenas y enviados a Cerro Hueco
por actos vandálicos
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de Las Casas, Chis., 8 de marzo. El
gobernador Pablo Salazar Mendiguchía aseguró que los "actos
vandálicos" ocurridos la noche del jueves en esta ciudad "no quedarán
impunes" y los responsables serán castigados independientemente
de su filiación política y religiosa.
"Por
mucho que haya molestado a los vendedores una acción policiaca para
combatir el comercio ilegal nos parece que la reacción fue desproporcionada",
declaró el mandatario al recorrer, la madrugada de este viernes,
la zona del enfrentamiento. "Mi presencia aquí es para decirle a
la sociedad coleta (sancristobalense) y chiapaneca que no vamos a permitir
la impunidad", insistió.
Al tiempo, el secretario de Gobierno, Emilio Zebadúa,
quien por instrucciones del mandatario encabeza a las autoridades encargadas
de controlar la situación, solicitó al secretario de Gobernación,
Santiago Creel, que autorice el envío de un contingente de la Policía
Federal Preventiva para que contribuya a resguardar el orden.
Zebadúa informó que hasta el momento han
sido detenidos 54 indígenas, entre ellos Manuel Collazo Gómez,
líder de la Organización de Pueblos Evangélicos de
los Altos de Chiapas, quien ha sido señalado como uno de los instigadores
a la violencia.
Originario de San Juan Chamula, Collazo Gómez ya
estuvo preso al menos dos veces, tiene varias averiguaciones en su contra
por privación ilegal de la libertad, secuestro y homicidio, pero
no había sido detenido.
Los 54 detenidos fueron trasladados al penal de Cerro
Hueco, en Tuxtla Gutiérrez y se les acusa de daños por incendio,
atentado contra la paz y la integridad corporal y patrimonial de la colectividad
y del estado de derecho, y los que resulten.
Ante la gravedad de la situación, provocada por
un operativo para decomisar discos y casetes piratas, que
arrojó un saldo de al menos 10 lesionados, cuatro vehículos
destruidos y varios almacenes y comercios saqueados, el gobernador, el
secretario de gobierno y el procurador de justicia estatal, Mariano Herrán
Salvatti, hicieron acto de presencia esta madrugada en las afueras del
mercado público, donde ocurrieron los hechos.
La situación comenzó a normalizarse a la
medianoche, pero esta tarde la zona aún permanecía acordonada
por más de 300 policías estatales quienes, dijo Zebadúa,
"están listos para repeler cualquier reacción de los indígenas,
porque con los actos de anoche demostraron una capacidad de movilización
muy grande, lo que anticipa que pudiera llevarse a cabo una acción
concertada en las próximas horas o días".
En conferencia de prensa señaló que las
autoridades realizan monitoreos en las colonias aledañas "para prevenir
cualquier acto que pretenda romper con el control establecido". Los 500
o 600 indígenas que cometieron los "actos vandálicos" son
en su mayoría evangélicos que hace años fueron expulsados
de San Juan Chamula y viven en las colonias situadas en la parte norte
de la ciudad, donde se ubica el mercado público.
El funcionario dijo que la policía estatal tardó
más de tres horas en auxiliar a la municipal de San Cristóbal
porque "no había elementos suficientes, ya que la reacción
de los indígenas fue desproporcionada y sorprendió a todos;
era una turba sin control, por lo que fue necesario traer policías
de otros municipios".
Descartó que haya elementos de responsabilidad
penal contra los policías judiciales federales que hicieron el operativo
que originó los "actos vandálicos".
Hasta el mediodía, la dirección de limpia
había recogido al menos 24 toneladas de desechos que los indígenas
dejaron en las calles donde se ubica el mercado público. Las dos
negociaciones más afectadas fueron la tienda Piticó, que
fue incendiada, y los almacenes Granda. El gerente de esta última,
Juan Carlos Granda, calculó en tres millones de pesos los daños
en mercancía, aparte de la estructura del edificio.
Llama al diálogo el obispo Arizmendi
En tanto, el obispo Felipe Arizmendi Esquivel hizo un
llamado a que se busquen caminos de diálogo para solucionar el conflicto,
pero "primero que se deslinden responsabilidades, y se investigue el trasfondo".
Señaló que los hechos mencionados "son preocupantes
porque significa que en el fondo puede hay una serie de confrontaciones
entre indígenas y mestizos, y eso traería consecuencia muy
graves".
Francisco Zepeda, regidor panista en el ayuntamiento local,
consideró que ante esta situación es necesario "atacar la
desigualdad económica y social en los Altos de Chiapas, con programas
de desarrollo".