ALEBRIJES
Patricia Vega
Vuela, angelito
SIN CAER EN la exaltación del ''yo" la cineasta
de origen alemán, pero formada en México, Christiane Burkhard,
se convierte en protagonista de su propio documental para enfrentar, junto
con familiares y amigos, los recuerdos de un viaje ocurrido 20 años
atrás y del cual sus padres nunca regresaron.
EGRESADA DEL CENTRO de Capacitación Cinematográfica
(CCC), en Vuela, angelito -mediometraje de 50 minutos en formato
de 35 mm-, Burkhard despliega con solvencia fílmico-narrativa las
emociones provocadas por la muerte de sus padres en un accidente de aviación.
Al cumplir 30 años de vida, la realizadora rompe con el tabú
familiar de un tema silenciado a lo largo de dos décadas y reconstruye
la historia con una emotividad que, por profunda, se aleja del melodrama
y la autoconmiseración.
EN EL LEGADO de la madre a las hijas ?las entrañables
escenas extraídas de cinco horas de filmes caseros que en el contexto
del documental adquieren visos poéticos y constituyen el tesoro
de la directora? Christiane encontró en su propia imagen infantil
la vocación de cineasta y la posibilidad de develar el misterio
de un mensaje póstumo: una despedida que se convierte a la vez en
bienvenida; la ausencia como una forma de presencia y la muerte como celebración
de la vida. Es la magia del cine que en esta ocasión ofrece la posibilidad
de una ''re-unión" que el destino había cancelado.
EMPARENTADA CON FILMES de gran vuelo como El
abuelo Cheno y otras historias, de Juan Carlos Rulfo, o La línea
paterna, de José Buil y Marysa Sistach, Christiane Burkhard
lleva su propuesta de un cine documental intimista y personal al extremo
de convertirse ella misma en protagonista, pero lejos de la megalomanía,
la humildad y veracidad de su punto de vista le permiten trascender con
éxito el exorcismo y la catarsis individuales para entregarnos una
reflexión universal sobre la vida y la muerte que conmueve a los
espectadores de diversas latitudes: después de que ganara la mención
honorífica José Rovirosa en nuestro país, la cinta
fue invitada a la competencia First Appearance durante la versión
14 del Festival de Cine Documental efectuado el pasado noviembre en Amsterdam,
Holanda.
JUSTAMENTE ENTRE las ''deudas" que Burkhard reconoce
tener con México, se encuentra haber aprendido a acercarse a la
muerte de sus seres más queridos de manera festiva y ritual.
EN ESTOS DIAS, Vuela, angelito compite bajo
el rubro de cortometraje en la Muestra Internacional de Cine de Guadalajara;
en abril participará en el Infinity Festival que se desarrollará
en Torino, Italia y en la muestra Contra el silencio, todas las voces
del Festival de Cine Documental de la Ciudad de México.
POR ALGO SERA que el filme de Burkhard fue seleccionado
por el CCC para representar a nuestro país en la competencia por
el Oscar estudiantil que se realizará en Los Angeles, California,
el próximo junio, y no es aventurado afirmar que esta directora
dará mucho de que hablar.