Es considerado uno de los ''misioneros divinos''
Pervive veneración por Víctor Hugo en
Camboya
Durante la guerra de 30 años fue declarado santo
principal
AFP
Pnom
Penh, 8 de marzo. Francia acaba de iniciar las conmemoraciones del
bicentenario del nacimiento de Víctor Hugo, pero en Pnom Penh el
autor de Los miserables, con barba blanca y bicornio de académico
francés, es venerado cada agosto por unos 400 fieles en el pequeño
templo de una secta de origen vietnamita. Al ''gran poeta francés
reconocido por su propia revelación con uno de los espíritus
de la Logia Blanca con el nombre de Nguyet-Tam Chonh-Nohn", reza una placa
de cobre, escrita en lengua vietnamita, en chino y en francés, colocada
en la entrada de ese templo en capital camboyana.
Do Van Nam, sacerdote del lugar, vestido con bonete negro
y túnica blanca, se inclina ante el retrato de Víctor Hugo,
alías ''Luna-Corazón-Hombre Auténtico", colocado junto
a los de otros dos ''misioneros divinos enviados como gumas espirituales
de la humanidad para realizar la Tercera Alianza": el estadista chino Sun
Yat Sen (1866-1925) y el poeta vietnamita Nguyen Binh Khiem (1492-1587).
Aunque inspirada principalmente por el budismo y el pensamiento
de Lao-Tse, con mezcla de confucionismo y de taoísmo, la secta fundada
en 1926 organizó su jerarquía basándose en la de la
Iglesia católica, y Moisés, Jesús y Mahoma tienen
también un lugar en su liturgia en tanto mensajeros divinos.
Amor sin importar la nacionalidad
Antes de 1970 y con el desencadenamiento de la guerra
que causa estragos en Camboya durante cerca de 30 años, el ''espíritu"
de Víctor Hugo había sido declarado santo principal de las
misiones caodaístas en el extranjero, a raíz de su frecuente
aparición a los adeptos en Pnom Penh.
Hoy, el escritor es venerado de nuevo a diario en el templo.
Y el día anual de su fiesta el número de fieles que se reúnen
para el oficio llega a cuatro centenares.
''Víctor Hugo, Sun Yat Sen y Nguyen Binh Khiem
se transformaron en espíritus importantes porque prometieron ante
Dios aportar amor y felicidad a los seres humanos que sufren, sin tener
en cuenta su nacionalidad", explica Do.