Los índices de pobreza son inaceptablemente
elevados, se dijo al inaugurar la 43 asamblea
La globalización, en riesgo de estancarse, advierte
el BID
Moderar las repercusiones sociales del magro desempeño
económico, demanda Iglesias
ANTONIO CASTELLANOS ENVIADO
Fortaleza,
Brasil, 11 de marzo. El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), Enrique V. Iglesias, advirtió hoy que las reformas que dieron
paso a la globalización corren el riesgo de estancarse. Sus críticos
dicen que ha aumentado la pobreza y aunque los estudios no avalan claramente
dicha posición, lo cierto es que los índices de pobreza son
inaceptablemente elevados.
Además, al inaugurar la 43 asamblea de gobernadores
del BID, admitió que la preferencia social por la democracia en
América Latina y el Caribe se ha deteriorado de manera significativa.
La población desconfía de la justicia, el parlamento y los
partidos políticos, pero tampoco apoya formas autoritarias de gobierno.
En su discurso inaugural, Iglesias sostuvo que sólo
un genuino ambiente democrático puede ofrecer las condiciones de
estabilidad política y seguridad jurídica para promover el
ahorro, las inversiones y los aportes tecnológicos que exigen la
modernización, el aumento de la productividad y la eficiencia económica
y justicia social. Solamente en democracia puede haber políticas
sensibles a las necesidades, aspiraciones y esperanzas de la población.
Abundó en el tema y puntualizó que para
recuperar la confianza en la democracia y las instituciones políticas,
y abatir ese déficit de esperanza, hay que corregir las deficiencias
del crecimiento económico y la inequidad social. Hay que profundizar
los esfuerzos para reducir la pobreza, fortalecer la seguridad ciudadana
y mejorar la calidad y acceso a los servicios públicos.
Asimismo, recomendó a los países de América
Latina y el Caribe dar prioridad a medidas para estimular el crecimiento
económico, reducir los costos sociales del estancamiento y disminuir
la vulnerabilidad de la región a las turbulencias financieras externas,
al tiempo que admitió que no existen perspectivas de crecimiento
económico regional para el presente año y que la recuperación
que pudiera darse en 2003 sería muy modesta.
Frente a este escenario adverso, planteó la necesidad
de moderar las repercusiones sociales del magro desempeño económico
de la región, mejorar sus niveles de competitividad, el ahorro interno
y las condiciones para propiciar las inversiones.
Dijo que la ausencia de crecimiento económico repercutirá
en los niveles de pobreza y desempleo. Por ello, sugirió, los gobiernos
de los países de la región deben estimular a las pequeñas
y medianas empresas con programas de protección social.
Al respecto, Iglesias admitió las dificultades
para aplicar esas políticas, dadas las restricciones fiscales, aunque
advirtió que en las presentes circunstancias se dispone de experiencias
abundantes que permiten abordar esos objetivos de emergencia para paliar
el impacto al menos en los sectores sociales de bajos ingresos.
Hizo ver que la mejora del ciclo internacional será
un factor clave en el repunte de la economía de los países
latinoamericanos, pero no puede ser el único, por lo que es preciso
acelerar las acciones en ciertos frentes de la política económica
en curso.
Entre las medidas requeridas para dinamizar las economías
latinoamericanas y caribeñas, destacan el desarrollo de los mercados
de capitales locales y regionales, así como el fortalecimiento de
los marcos legales y las instituciones reguladoras de los sistemas financieros.
Estas acciones generarían mejores condiciones para estimular el
ahorro interno y las inversiones.
El dirigente del BID recalcó la importancia de
mantener la estabilidad macroeconómica conseguida en décadas
recientes.