MEXICO, SA
Carlos Fernández-Vega
AL PRESIDENTE VICENTE Fox le gusta difundir buenas
noticias, y ayer procedió en consecuencia: "Durante la segunda quincena
de enero se generaron nacionalmente 22 mil 500 empleos adicionales; en
la primera quincena de febrero, fueron 32 mil empleos adicionales y en
la segunda quincena del mismo mes otros 28 mil. En sólo tres quincenas
se han aumentado más de 85 mil nuevos empleos en el país".
(N. de la R.: las tres cifras aportadas por el entusiasta guanajuatense
suman 82 mil 500 y no 85 mil).
ESA
ES LA BUENA nueva que ofreció el mandatario, aunque no necesariamente
coincida con los informes, indicadores y estadísticas generadas
y divulgadas oficialmente por las distintas instituciones del propio gobierno
del cambio dedicadas a esos menesteres. Pero bueno, así lo difundió
el inquilino de Los Pinos durante la ceremonia en la que tomó protesta
al nuevo Comité Ejecutivo Nacional de la Asociación Sindical
de Sobrecargos de Aviación.
TODO A PEDIR DE BOCA (de acuerdo con la versión
presidencial), en un país que debe estar más que preparado
ante la inminencia ?entre otras muchas cosas? de un nuevo recorte presupuestal
?preanunciado por el coordinador de Políticas Públicas de
la Presidencia de la República, Eduardo Sojo, y ratificado ayer
por el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz? y en el que los
resultados de la cartomancia gubernamental en los tiempos del cambio han
sido verdaderamente raquíticos.
NO HAY FUENTE ni circunstancia que sustente el
empleo virtualmente generado por el discurso presidencial. De hecho, las
cifras ofrecidas por el mandatario se contradicen con las avaladas en la
información estadística oficial más reciente (Secretaría
del Trabajo con base en los reportes del Instituto Mexicano del Seguro
Social), la cual advierte que en el mismo mes de enero referido por Vicente
Fox se perdieron, en total, 129 mil 180 puestos de trabajo.
EL INSTITUTO NACIONAL de Estadística, Geografía
e Informática (INEGI) reveló que la tasa de desempleo abierto
pasó de 2.4 por ciento en diciembre de 2001 a 2.98 por ciento al
concluir el mismo mes de enero (2002) referido por el Presidente mexicano.
Con una población económicamente activa estimada en alrededor
de 40 millones de personas, ese 2.98 por ciento se traduce en un millón
200 mil paisanos sin posibilidad de ejercer su derecho al empleo, sin considerar
la población que por primera vez se incorpora al mercado laboral
en busca de ocupación.
AUN EN EL SUPUESTO ?con toda benevolencia? de que
las cifras presidenciales correspondientes a febrero de 2002 (60 mil empleos
generados) sean las correctas, el saldo sería negativo, es decir,
las nuevas plazas que reporta Vicente Fox para el segundo mes del año
no serían suficientes para cubrir el déficit registrado en
enero (129 mil 180) y mucho menos para atenuar la pérdida de plazas
laborales reportada desde el inicio de su mandato.
CON BASE EN LOS indicadores más recientes
de la Secretaría del Trabajo, sustentados en las estadísticas
del Instituto Mexicano del Seguro Social, en los primeros 14 meses de ejercicio
de la administración foxista ?diciembre de 2000 a enero de 2002?
se cancelaron 740 mil 668 plazas laborales, de las que 75.52 por ciento
(559 mil 374) correspondieron a puestos permanentes y 24.48 por ciento
(181 mil 294) a eventuales. Las mismas cifras revelan que la generación
de empleo se mantuvo en ascenso durante prácticamente todo 2000.
En el primer día del gobierno foxista, el número de asegurados
permanentes y eventuales en el IMSS ascendió a 12 millones 775 mil
125 derechohabientes y el 31 de enero del presente año sumó
12 millones 34 mil 457 trabajadores. Así que hablar de recuperación,
lo que se llama recuperación, en el renglón de empleo resulta
más que increíble.
LAS ANTERIORES SON las cifras oficiales, aunque
hay otras un poco más drásticas. De acuerdo con el Sistema
de Información Regional de la Economía Mexicana (SIREM),
la economía mexicana acumuló en los últimos siete
años un déficit en la generación de empleo formal
de 6 millones 53 mil plazas, hecho que provocó que dos terceras
partes de la población económicamente activa (PEA) subsista
actualmente en el desempleo o subempleo. Entre 1994 y 2001, periodo en
el que cada año se incorporaron a la PEA un millón 100 mil
personas, la economía mexicana sólo logró generar
3 millones 659 mil plazas. A ello hay que agregar que este año el
déficit de empleo será de 911 mil puestos. Así, entre
1994 y 2002 habrán sido generadas 6 millones 53 plazas laborales
menos que las demandadas por la población que se incorpora al mercado
de trabajo (La Jornada, Roberto González Amador).
PERO SI DE CARENCIAS y caídas vestidas de
buenas nuevas se trata, en este país en el que todo funciona de
maravilla (Los Pinos dixit y requete dixit), qué mejor
que las difundidas en Fortaleza, Brasil, por el secretario de Hacienda,
Francisco Gil Díaz: El descenso de los ingresos petroleros obligará
a un nuevo ajuste en el gasto público... La caída de los
ingresos no se puede negar y forzosamente implicará un ajuste presupuestal...
Si continúa esa tendencia, el ajuste será más allá
del recorte de 5 por ciento al gasto corriente que ya se anunció...
Cada secretaría de Estado decidirá el recorte y todo dependerá
de cómo evolucionen los ingresos, pero hasta ahora están
débiles por la caída en los precios del petróleo (La
Jornada, Antonio Castellanos).
TODO LO ANTERIOR nos invita a formular una atenta
invitación al gobierno del cambio: Antes de difundir ''buenas noticias",
hay que recapacitar sobre el regocijo que provocan entre los ciudadanos
de a pie.
Las rebanadas del pastel:
HABLANDO DE REGOCIJO por los resultados de la política
económica puesta en marcha por el presidente Duhalde, grupos de
desempleados argentinos comenzaron a reunirse hoy en ciudades importantes
del interior del país para marchar durante cinco días hasta
Buenos Aires en reclamo de trabajo y alimentos, de acuerdo con un despacho
de Notimex. La protesta fue convocada por el Bloque Piquetero Nacional,
que integran asociaciones de desempleados y jubilados, así como
partidos de izquierda, con la consigna de "Marcha nacional por pan, trabajo
y que se vayan todos" (los políticos). Esta nueva protesta se incorpora
a las realizadas por amplios sectores que desde mediados de diciembre pasado
reclaman el fin del llamado corralito financiero, decretado bajo
la presidencia de Fernando de la Rúa. Los pedidos de alimentos y
trabajo están relacionados con la situación de pobreza en
la que vive casi la mitad de la población nacional y con el desempleo,
que ronda 23 por ciento luego de casi cuatro años de recesión
económica.