FORTALEZA 2002

Se ha deteriorado el comercio mundial, aseguró el gerente general de la CII

La economía de América Latina se mantiene paralizada desde 2000: Jacques Rogozinsky

Refrenda los compromisos de la corporación con el desarrollo y la creación de empleo

ANTONIO CASTELLANOS ENVIADO

Fortaleza, Brasil, 12 de marzo. Jacques Rogozinski, gerente general de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), institución afiliada al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dedicada a apoyar pequeñas y medianas empresas, afirmó que desde mediados de 2000 la actividad económica de América Latina y el Caribe se estancó. Hay inseguridad e incertidumbre, recalcó.

La región, dijo, está sometida a circunstancias internacionales adversas en las que los términos de intercambio se han deteriorado, el comercio mundial ha perdido dinamismo y la afluencia de capitales hacia la región se redujo drásticamente.

Al rendir su informe dentro del marco de la reunión anual de gobernadores del (BID), manifestó que la zona padeció una reducción de los precios de las materias primas y el petróleo, además de una caída en el empleo y un clima de incertidumbre financiera, así como un ambiente de inseguridad creciente.

Al hablar ante los delegados a la reunión del BID, Rogozinski ratificó el compromiso de la CII con los principios de desarrollo que impulsen la creación de empleos, el respeto al medio ambiente y la búsqueda de una región con menos desigualdad.

El problema de la gobernabilidad se mantiene como una de las principales preocupaciones, y la CII mantiene su disposición de impulsar de la transparencia para combatir el fraude y la corrupción.

En 2001 se presentó a los directores una propuesta para el establecimiento de un mecanismo de supervisión independiente, responsable de investigar denuncias al respecto. La ética y la transparencia siguen siendo nuestros compromisos fundamentales y estamos ciertos de que la CII cuenta con procedimientos internos y externos para evitar y, en su caso, evaluar el riesgo de prácticas corruptas en sus operaciones, dijo.

"La responsabilidad de encaminar los esfuerzos a buscar el desarrollo de nuestros países sigue firme. Los desafíos de América Latina y el Caribe en este año los traduciremos en retos, redoblando nuestros esfuerzos con creatividad y empeño para alcanzar los objetivos trazados." Sin embargo, advirtió: "por el entorno que se avizora para 2002 seremos muy cuidadosos en otorgar financiamiento a proyectos que promuevan el desarrollo sustentable.

"Es imposible reconocer, sin embargo, que este año será difícil para algunas empresas que ya cuentan con nuestro apoyo. Ellas sufrirán con el entorno adverso."

Será necesario apoyarlas con procesos de restructuración, porque las pequeñas y medianas empresas son las más altas generadoras de empleos productivos en las economías latinoamericanas.

Prueba irrefutable de ello, indicó, es que generan más de 50 por ciento del producto interno bruto (PIB) regional. Por ello, "debemos armar redes institucionales que les den soporte y viabilidad, sobre todo ahora en tiempos de recesión e incertidumbre, cuando el acceso a crédito es mucho más difícil."

Y concluyó que el reto es construir grandes redes comerciales, productivas, logísticas, de servicio y financieras de largo alcance para la expansión de las empresas medianas y pequeñas.