Hoy, magno baile de despedida
Cierra definitivamente sus puertas el salón Riviera
JAIME WHALEY
Toda una época del ambiente bailable de esta capital quedará sepultada en las primeras horas de este sábado cuando cierre sus puertas definitivamente el salón Riviera.
Problemas familiares que Arturo Ocampo -el heredero del establecimiento fundado por su abuelo hace cinco décadas- prefiere no tocar han orillado a que el sitio, que le diera nombre a un punto de la colonia Del Valle y fuese referencia obligada para citas de cualquier índole, deje de funcionar para los propósitos para los cuales nació: bailes y fiestas.
Un magno baile se ha preparado para esta seguramente triste ocasión, en el que alternarán agrupaciones de los géneros que invadieron el recinto a lo largo de esta media centuria. Luis Arcaraz, representando a las grandes bandas; Los Santaneros, por el lado de los grupos de la música tropical; Los Babys, como abanderados de lo que años después se conoció como la onda grupera; Los Locos del Ritmo, por el lado del rocanrol, y la danzonera de Acerina, como estandarte del más que centenario danzón, conforman el carnet musical -como se decía antes- de la postrer fiesta la noche de este viernes 15 de marzo, para la cual los boletos tienen un precio de $200 por persona.
''No sé cual vaya a ser el destino que se le dé a este espacio, lo mismo podrán construir unas torres de condominios que poner un restaurante'', dijo Ocampo, y recordó que originalmente el Riviera fue construido como un regalo para su madre, Gloria Villalobos, educadora de profesión, y sus terrenos llegaban hasta la mitad de la glorieta que se conoce con ese nombre.
El nombre, rememoró Ocampo, se lo puso su abuelo porque tenía el sueño de conocer la Riviera francesa, ilusión que nunca pudo cumplir pues murió dos meses antes de un proyectado viaje a Europa, en agosto de 1964.
En el Riviera se originaron los famosos tes danzantes que los domingos por la tarde congregaron a los adolescentes de las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado. Se filmaron inumerables películas y también telenovelas. Fue sede de mítines políticos y dio cobijo a peleas de kick boxing. Hará tan sólo unas cinco semanas que Silvia Pinal y Gonzalo Vega grabaron ahí las escenas de un programa de televisión. Además, en el Riviera se generaron los bailes Blanco y Negro, que tuvieron la particularidad de que los meseros desfilaran con las viandas en alto y que los damas vistieran riguroso vestido largo y ellos se ataviaran de traje, si no negro, al menos oscuro. Y también fue la sede los Bailes de la Primavera.