Si fracasa, el mandatario tendrá que
llamar a comicios, prevén allegados al gobernante
Duhalde buscará durante la cumbre encuentros
desesperados con BM y FMI para obtener fondos
Dañaría a México seguir aplicando
"irreflexivamente" dictados foráneos: diputada argentina
JAIME AVILES ENVIADO
Monterrey,
NL, 16 de marzo. La próxima semana, en el contexto de la Conferencia
Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, que principia
este lunes aquí, el presidente argentino, Eduardo Duhalde, se reunirá
con James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial (BM), y Horst Köehler,
director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), "en un esfuerzo
desesperado por obtener ayuda económica para mantenerse en el poder",
confirmó este enviado en consultas telefónicas con fuentes
de la Casa Rosada en Buenos Aires.
Hace dos días, en la capital de aquel país,
terminó la misión del FMI que logró imponerle a Duhalde
todas sus condiciones ?un presupuesto restrictivo al gusto del organismo
multilateral y un programa de apoyo a los gobiernos de las provincias argentinas,
entre otras medidas?, pero sin conceder a cambio ninguna clase de financiamiento
para impedir que estalle la inflación y se hunda el peso argentino.
En opinión de las fuentes cercanas al mandatario
conosureño, si Duhalde no consigue en Monterrey que mejore la actitud
del FMI y el BM hacia su país, "no tendrá otra salida que
llamar a elecciones presidenciales, a más tardar, para septiembre".
Pero, mientras tanto, a fin de congraciarse con la Casa Blanca, el gobierno
argentino envió a Panamá un destacamento de gendarmes (granaderos)
para que reciban adiestramiento especial y se incorporen a la lucha contra
el llamado "narcoterrorismo" en Colombia.
Pero éstas "no son sino patadas de ahogado", a
juicio de la diputada argentina Elisa Carrió, dirigente de Alternativa
por una República de Iguales (ARI), tercera fuerza política
de aquel país y gran favorita para triunfar en las próximas
elecciones, quien terminó una visita a México durante la
cual debatió con Diego Fernández de Cevallos, cenó
con Jorge Castañeda, secretario de Relaciones Exteriores, y Luis
Felipe Bravo Mena, presidente del PAN, antes de desayunar con Cuauhtémoc
Cárdenas, encontrarse con miembros de la comunidad argentina en
nuestro país, y saludar brevemente a Rosario Robles.
Acompañada por dos miembros distinguidos de ARI,
el diputado federal Oscar Roberto González y Susana García,
ex alcaldesa de Chanear Ladeado, localidad de la provincia de Córdoba,
Carrió asistió la noche del miércoles al Club de Industriales
del Distrito Federal, para intervenir en el Foro México-Argentina,
organizado por el PAN, donde advirtió que a nuestro país
podría sucederle lo mismo que al suyo si siguen aplicándose
"irreflexivamente" las normas dictadas por el FMI.
La polémica estalló cuando Fernández
de Cevallos planteó que en ambos países, los cuales han tenido
experiencias traumáticas en el pasado, es necesario mirar al futuro
sin voltear hacia atrás. Carrió, encendida, refutó
al senador queretano al afirmar que esa posición no sólo
garantiza impunidad a quienes abusaron del poder en el antiguo régimen,
sino que permite la repetición de atrocidades que sólo se
pueden evitar si se castiga a quienes las cometieron anteriormente.
El llamado jefe Diego contratacó diciendo
que cuando una nueva fuerza llega al poder y se obstina en castigar a sus
antecesores, no puede crear consenso para gobernar con estabilidad, pero
Carrió volvió a refutarlo al sostener que por el camino planteado
por el panista lo que se consigue es una complicidad que ata de manos al
nuevo gobierno y le impide desarrollar acuerdos más amplios con
las fuerzas sociales del pueblo.
Al preguntarle este cronista por qué no buscó
a la nueva dirigencia nacional del PRI, encabezada por Roberto Madrazo
y Elba Esther Gordillo, Carrió hizo un mohín de asco, y dijo
que su contacto en ese partido era Beatriz Paredes, pero dadas las circunstancias
había preferido "no importunar".