Evaluará una comisión tripartita la querella de Sitrajor, STUNAM y ANIPA
Acepta la OIT queja de sindicatos porque el gobierno mexicano incumple el Convenio 169
Reformas en materia indígena no son compatibles con acuerdo, plantean organizaciones
ROSA ROJAS
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) admitió la reclamación de los sindicatos de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) e Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor), contra el gobierno mexicano, por la no observancia del Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales. Informó que este mes se designará un comité tripartita para el examen de la queja.
Presentada de manera conjunta con la Asamblea Nacional Indígena por la Autonomía (ANIPA), el 4 de septiembre de 2001, en la querella se argumenta, entre otras cosas, que las reformas constitucionales en materia indígena, aprobadas el año pasado, no son compatibles con las disposiciones del citado convenio, pues limitan, niegan o desconocen derechos garantizados en éste, especialmente en lo que se refiere a tierras, territorios y recursos naturales de los pueblos indios mexicanos.
La demanda argumenta también la existencia de un problema generalizado de discriminación y violaciones sistemáticas a los derechos humanos, así como a las libertades fundamentales de los pueblos indios. Sostiene que se dan casos de torturas, desapariciones y ejecuciones sumarias, sobre todo en regiones indígenas que han sido militarizadas, como en Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Puebla, Guerrero, Yucatán, Hidalgo y Puebla.
Plantea, además, que la impunidad persiste en el país y los pueblos indios son discriminados en la impartición de justicia. Señala que una de las peores facetas de este problema son las matanzas ocurridas después de la entrada en vigor del Convenio 169.
Las organizaciones reclamantes manifiestan también que algunas dependencias de salud aplican programas de esterilización en las comunidades indígenas, lo cual ha sido del conocimiento de las autoridades.
Plantean la situación de los niños indígenas que trabajan como jornaleros, muchas veces en zonas contaminadas por pesticidas, sin la debida protección. Además, que los jornaleros agrícolas, mayoritariamente indígenas, son explotados en condiciones similares a la esclavitud.