Ultimo bastión de esa cultura tras la
conquista española, conjetura especialista
La ciudad inca de Vilcabamba constituye el máximo
hallazgo en cuatro décadas
Misteriosa combinación de plataformas religiosas
y torres funerarias, entre otros elementos
REUTERS
Lima, 19 de marzo. Exploradores peruanos y británicos
anunciaron que la ciudad perdida enclavada en los Andes, recientemente
descubierta, puede haber sido el último bastión de los incas
luego de la conquista española, además de constituir el mayor
hallazgo en cuatro décadas, concerniente a esa civilización
precolombina.
Ubicada en la región andina de Vilcabamba, departamento
del Cusco, en el sur de Perú, la ciudad de Corihuayrachina es una
misteriosa combinación de plataformas religiosas, torres funerarias,
almacenes agrícolas, casas circulares y una pirámide truncada.
Esplendor de Colombia a Chile
El especialista británico que dirigió la
expedición, Peter Frost, dijo el lunes en una conferencia de prensa
que el lugar, ubicado a 3 mil 330 metros de altura y a unos 35 kilómetros
al suroeste de la famosa ciudadela inca de Machu Picchu, era el más
grande descubrimiento inca desde 1964.
Corihuayrachina
pudo haber sido ocupada por los incas cuando éstos abandonaron el
Cusco, luego de consumarse la conquista española en 1533, que provocó
la caída de un imperio cuyo esplendor se extendió de Colombia
a Chile.
Desde esa ciudad, en la más remota región
de Vilcabamba, algunos incas, con un ejército de 50 mil hombres,
resistieron a los invasores durante casi 40 años.
''Es un rompecabezas. Buscamos más piezas (...)
para tener una mejor idea de lo que pasó en esa zona", dijo Frost,
quien ha vivido 30 años en el capital del imperio inca, el Cusco.
Enfermedades europeas como el sarampión destrozaron
esa civilización y redujeron su población, según cálculos
de especialistas, de unos 32 millones de personas en 1520 a 5 millones
en 1548.
Frost dijo que descubrió Corihuaychina cuando dirigía
a un grupo de turistas que visitaba la remota región andina en 1999.
Auspiciado por la National Geographic Society, con sede
en Washington, Frost llegó a pie a la ciudad dos años después,
en junio del 2001, atravesando durante cuatro días elevadas montañas
y cañones con un equipo de científicos y excavadores profesionales.
Intocada por la ciencia
''Se trata de un área que no ha sido conocida por
la ciencia", expresó el arqueólogo peruano y uno de los responsables
de la expedición, Alfredo Valencia, quien junto a otros expedicionarios
del país andino tuvieron que abrir camino en el espesor de la maleza
y las enredaderas que cubrían las torres y tumbas de la ciudad descubierta.
Pero Peter Frost dijo que los científicos estaban
todavía en la etapa inicial para resolver quiénes vivieron
en Corihuayrachina; cómo vivieron y por qué eligieron un
lugar tan desolado.
''Si (la ciudad) fue ocupada después de la conquista
española, ¿qué encontraríamos? Si hallamos
restos humanos, ¿deberían mostrar huellas de enfermedades
europeas?", se preguntó Frost.
Los exploradores dijeron que la ciudad daba muestras de
haber sido saqueada por ladrones locales y que ahora el área estaba
llena de fragmentos de vasijas y una variedad de herramientas de piedra.
Pero a diferencia de Machu Picchu, descubierta en 1911
por el explorador estadunidense Hiram Bingham, Frost sostuvo que la recién
descubierta ciudad de Vilcabamba no fue habitada por la nobleza inca.
Asimismo, para el próximo mayo, la National Geographic
Society planea la difusión por televisión del hallazgo de
esa misteriosa ciudad inca.