MONTERREY 2002
Al inaugurar la cumbre criticó los resultados
de la lucha contra la pobreza
Llama Fox a combatir el subdesarrollo
Es hora de abrir paso a un siglo de encuentros, responsabilidades
y logros compartidos
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Monterrey,
NL, 21 de marzo. Los mexicanos conocemos "el sufrimiento y la pobreza"
que acompañan a la falta de desarrollo, pero "también el
éxito y la prosperidad" que se logran con la decisión de
trabajar y los recursos necesarios para ello, subrayó el presidente
Vicente Fox Quesada, al insistir en presentar al país como un puente
entre las naciones ricas y pobres. Y con ese bagaje, criticó los
magros resultados que ha tenido "la cooperación internacional" en
la lucha contra la pobreza.
Debemos reconocer que hasta ahora, esos resultados "han
sido pobres, tardíos y descorazonadores", expresó en el mensaje
que dirigió en la inauguración de la sesión plenaria
de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo,
a la que asistieron 58 jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo y
representantes ministeriales de otros 122 países.
Convocada por la Organización de Naciones Unidas
(ONU), esta conferencia debe marcar la pauta para combatir con mayor eficacia
la marginación y el subdesarrollo, pues "no podemos permitirnos
ya un bienestar restringido a unas cuantas naciones ni arriesgarnos ya
a seguir en un mundo marcado por la exclusión y la injusticia",
apuntó el jefe del Ejecutivo federal, quien esperó a que
terminara la intervención del presidente de la República
de Cuba, Fidel Castro Ruz, para abandonar la plenaria y trasladarse al
hotel donde se hospeda para continuar las reuniones bilaterales programadas
con los mandatarios de Estados Unidos, George W. Bush; Francia, Jacques
Chirac, y el primer ministro de Canadá, Jean Chretien, entre otros.
Con Castro, fue el único buen gesto que Fox Quesada
demostró, toda vez que el propio jefe del Estado cubano abandonó
intempestivamente la cumbre internacional acusando que su partida se debía
"a una situación especial creada por su participación" en
el foro mundial que se lleva a cabo en esta ciudad. Fuera de ese incidente,
Fox Quesada aprovechó el momento para, ahora sí frente a
la comunidad internacional, autopresentarse como el gobernante del país
gozne entre el primero y el tercer mundos.
"Esta nación (México) busca construir un
puente para transitar de los problemas del pasado a las oportunidades del
futuro y que a partir de una nueva visión de sí mismo, mira
con nuevos ojos al mundo", apuntó.
Con ese compromiso, "hemos apoyado con entusiasmo" este
encuentro entre el mundo en desarrollo y el de los países desarrollados,
porque ya es hora de pasar de un siglo en que se identificó a la
seguridad con la construcción de muros y barreras, para abrir paso
"a un siglo de puentes, no de barreras; de encuentros, no de guerras; de
responsabilidades y logros compartidos, no de esfuerzos aislados", manifestó
en su discurso de bienvenida a los gobernantes visitantes y directivos
de los organismos financieros internacionales.
Es hora de cambiar "para construir" y de detonar "un nuevo
movimiento encaminado a combatir la marginación y el subdesarrollo".
Con ese ánimo, el presidente Fox llamó a
los participantes en la cumbre de Monterrey "a no defraudar a quienes"
han depositado "su confianza y esperanzas en esta reunión".