CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Conspiración de tinte salarial
HACE POCO más de una semana, en un hotel de Insurgentes
Sur, un importante número de dirigentes seccionales del Sindicato
Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal se reunió
para discutir la posibilidad de crear un frente en contra de su patrón,
es decir, Andrés Manuel López Obrador.
LA REUNION se realizó a convocatoria del diputado
local y líder de los trabajadores del Metro Fernando Espino Arévalo,
quien para empezar exhortó a sus colegas a exigir aumentos salariales
más allá de lo propuesto por el gobierno.
ESE, SEGUN se dijo, sería el primer motivo, la
forma de crear una razón conjunta para después ir creando
el frente opositor al gobierno. Parece que la reunión fue larga,
ocupó prácticamente toda la mañana y se resolvió
realizar una segunda en la semana siguiente a la de asueto.
LOS TESTIGOS de la junta, que se efectuó en el
restaurante del hotel El Diplomático, aseguran que no hubo acuerdo
y que sólo se trató de intercambiar impresiones sobre la
situación de los trabajadores del gobierno de la capital.
NO OBSTANTE que la versión del "frente" propuesto
por Espino supone ahora una reactivación de las presiones del PRI
hacia el gobierno de López Obrador, hubo quien tomó el asunto
muy en serio.
UN TESTIGO, al parecer casual, de aquel encuentro fue
el ex regente Oscar Espinosa Villarreal, quien desayunaba en el mismo lugar
con algunos amigos.
ESPINO SE acercó a su mesa y recibió la
sonrisa siempre pronta de Espinosa Villarreal, quien saludó con
afecto a su viejo conocido. Fueron palabras rápidas, pero significativas.
EL EX regente, me cuentan, le dijo a Espino o, mejor dicho,
le advirtió que ya estaba listo para entrar de nuevo al trabajo.
Los dos sonrieron, según la perspicacia de la fuente de información,
con gesto cómplice, y se despidieron.
AL TERMINAR la junta Espinosa ya se había retirado.
Nadie notó su ausencia, pero nadie tampoco ignoró que la
casualidad lo hubiera ubicado ese día en aquel restaurante donde
se empezó a tejer una acción política.
DE ENTONCES a la fecha parece que no se ha producido ninguna
acción que pudiera dar idea de un acuerdo de trabajadores en contra
del gobierno de López Obrador, pero, según se dice, ello
se debe a que la reunión concluyó sin mayores acuerdos.
SIN EMBARGO, la idea de iniciar un movimiento en demanda
de un alza salarial no se descartó y fue calificada de buena bandera
en caso de que el "frente" se concretara.
PARA DARNOS una idea del tamaño de la organización
sindical debemos decir que la sección uno del SUTGDF tiene 18 mil
afiliados, y todas las secciones juntas (39) agrupan en total 110 mil trabajadores,
más los del Metro, que pertenece a un organismo descentralizado.
POR LO pronto todo está en calma. Nadie se mueve
y nadie hace ruido, aunque es de suponer que el GDF ya está enterado.
La intención es manifiesta. Ya veremos.