Turnará los expedientes a un juez de distrito
Declinó el Tribunal Militar competencia de fuero de guerra en casos Quirós y Acosta
JESUS ARANDA
El Supremo Tribunal Militar (STM) declinó la competencia del fuero de guerra en los casos de los generales Humberto Quirós Hermosillo y Arturo Acosta Chaparro, acusados de tener vínculos con el narcotráfico, por lo que su expediente será turnado a un juez de distrito para que la Procuraduría General de la República (PGR) consigne el asunto.
Sin embargo, el juez federal de procedimientos penales que reciba el asunto está también en su derecho de declinar su competencia y, en este caso, sería la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la que determinaría si el juicio a ambos generales se resuelve en el fuero de guerra o en el federal.
Mientras tanto, confirmaron fuentes militares, los generales Quirós Hermosillo y Acosta Chaparro continuarán detenidos en la prisión del Campo Militar Número Uno, hasta que se defina su situación jurídica.
Una vez que la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) determinó, a principio de año, que los delitos que se imputa a los oficiales habían sido cometidos "fuera de servicio" -contra la salud, en su modalidad de colaboración de cualquier manera al fomento del tráfico de narcóticos y asociación delictuosa, y cohecho, en el caso de Quirós Hermosillo-, determinó que eran de competencia federal.
No obstante, cuando planteó al juez segundo militar su decisión de declararse incompetente para que se turnara el asunto a la justicia federal, el juez castrense rechazó la argumentación y ordenó que el proceso siguiera en los tribunales militares.
La PGJM, que encabeza el general Antonio López Portillo, se inconformó e interpuso un recurso ante el STM, el cual, finalmente, el pasado miércoles le dio la razón.
De acuerdo con fuentes consultadas, el STM consideró que los actos delictivos de los generales Quirós y Acosta fueron cometidos fuera de servicio, aun cuando ambos trabajaban en el instituto armado, es decir, no estaban comisionados en ninguna encomienda ajena a la Secretaría de la Defensa Nacional.
En el caso de Quirós Hermosillo, obtuvo beneficios del narcotráfico, provenientes del cártel que encabezaba Amado Carrillo, El señor de los cielos; según estableció la procuraduría militar, recibió una camioneta blindada, un auto Mercedes Benz y joyas preciosas. Lo que permitió configurar en su contra el delito de cohecho.
Según las indagaciones, el que actuaran fuera de servicio se confirma por el hecho de que ningún otro militar bajo sus órdenes fue acusado por colaborar o recibir órdenes de los generales.
El 30 de agosto de 2000, el entonces procurador militar y actual titular de la PGR, general Rafael Macedo de la Concha, anunció la detención de los dos generales por vínculos con el narcotráfico. Los dos oficiales eran conocidos en el medio castrense por haber formado parte de la Dirección Federal de Seguridad, establecida para combatir movimientos políticos, sociales y grupos guerrilleros durante los 70.
Después de la detención y consignación penal del general Jesús Gutiérrez Rebollo, en febrero de 1997, por vínculos con el narcotráfico, la detención de Quirós Hermosillo y Acosta Chaparro ha sido el asunto más grave y escandaloso en el que se involucró a militares con el narcotráfico.
Las indagaciones en su contra datan del 28 de julio de 1999, cuando la Procuraduría Militar recibió de la PGR el desglose de la averiguación previa en contra de los dos generales e inició la propia con el número SC/003/99/E. Sin embargo, debido a la falta de pruebas, el asunto no fue consignado ante un juez militar.
Posteriormente, la PGR aportó las declaraciones de los testigos protegidos Alfredo (por parte de Estados Unidos), Fernando, Michael Roger Batista Beebe y Rubén Gardea Vara.
Por su parte, la procuraduría castrense fortaleció los indicios en contra de los generales con los testimonios de Carlos Colín Padilla -uno de los "cerebros" financieros de la organización de Amado Carrillo Fuentes-, Adrián Carrera Fuentes, Gardea Vara, Juan Aguilar Romero, Víctor Manuel Villalobos Gutiérrez y Miguel Domínguez Nagel León.
Fue así que hasta el 30 de agosto de 2000 el juez segundo militar dictó orden de aprehensión en contra de ambos generales; ese día fueron detenidos y remitidos a la prisión del Campo Militar Número Uno.
Acosta Chaparro se distinguió no por su carrera militar, sino por estar involucrado en actos de represión, tortura y en hechos delictivos.
Historia de generales
Desde 1968, Acosta Chaparro participó en el sofocamiento del movimiento estudiantil que dejó decenas de víctimas. Egresado de la Escuela de las Américas, el militar se especializó en la lucha antiguerrilla y junto con Quirós Hermosillo y el general Enrique Cervantes Aguirre, ex secretario de la Defensa Nacional, participó en el aniquilamiento de los rebeldes que encabezó Lucio Cabañas; incluso participó después en la liberación del ex gobernador Rubén Figueroa, quien había sido secuestrado precisamente por Cabañas.
A su historial se suma su actuación, como director de la Policía Judicial de Guerrero en la época de Figueroa, periodo en el que se señala como culpable de la desaparición de 500 personas.
Más tarde tomó parte en la lucha contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), asesorando la llamada "guerra de baja intensidad" contra los rebeldes.
Más tarde se le involucró en el asesinato de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, en 1997, donde policías del estado de Guerrero emboscaron a hombres y mujeres que se dirigían a un mítin político.
Por su parte, Quirós Hermosillo, quien de 1987 a 1995 ocupó la Dirección General de Transportes del Ejército, se había retirado del servicio activo apenas un mes antes de su detención, cuando ocupaba el cargo de director de Servicios de Salud del Ejército. Se distinguió también por participar en labores de inteligencia militar y porque al igual que Cervantes Aguirre y Rodolfo Reta Trigos, fueron los generales de división más jóvenes que ha tenido el Ejército Mexicano en los años recientes.