ƑLA FIESTA EN PAZ?
Leonardo Páez
Premiadores de la dependencia
DICE EL DICHO que el que es buey hasta la coyunda lame. Así, "los periodistas taurinos de los principales diarios de México", léase aquellos que como focas amaestradas aplauden cuantas torpezas, negligencias y omisiones comete el veterinario metido a empresario de la Plaza México, lamen entusiastas la coyunda o correa con que se unce a los bueyes al yugo, es decir, la cadena de creciente dependencia taurina con que el falso promotor unce la fiesta brava del país a los intereses de unos cuantos llenaplazas españoles que año con año se llevan los millones de dólares, no de las postradas empresas sino del ingenuo público, a cambio de espejitos de seudotauromaquia ante novillos despuntados.
PARA DETERMINAR QUIENES se hacían acreedores a los publirrelacionistas pero poco taurinos premios que anualmente otorga una casa de vinos, sin otro criterio que promover sus marcas y estimular la tradicional dependencia que también en lo taurino padecemos, estos aplaudidores de oficio, luego de sesudas deliberaciones, determinaron quiénes eran los triunfadores de la pasada temporada de los apellidos.
COMO ERA DE ESPERARSE, los principales premios recayeron precisamente en los tres diestros consentidos de la empresa: triunfador, El Juli; mejor faena, Enrique Ponce, y mejor rejoneador, Pablo Hermoso de Mendoza. ƑY los mexicanos? Ah, bueno, para ellos también hubo reconocimientos: mejor peón de brega, Raúl Bacelis; mejor picador, Luis Miguel González, y mejor encierro, Rancho Seco, al que desde luego no quiso ver ninguno de los ases, ni de aquí ni de allá.
TAN CONSPICUOS PREMIADORES, luego de mucho deliberar, distinguieron a tres ases importados como los mejores del desequilibrado serial -19 corridas, 23 mexicanos y 14 españoles, de los cuales la mitad vinieron a hacer el ridículo, 130 toros o su aproximación, 44 orejas pueblerinas, un rabo y un indulto-, mientras que entre los actuantes locales sólo alcanzaron premio dos subalternos y dos proveedores de ganado. Como república bananera taurina , pues.
HAY QUE SUBRAYAR que mientras los "triunfadores" lo hacían con toritos de la ilusión, mansos pero repetidores, los toreros mexicanos más importantes -El Zotoluco, Rafael Ortega, Manolo Mejía, Antonio Urrutia, entre otros- realizaban faenas de enorme mérito con toros hechos y derechos, con edad y sin mayor docilidad, atestiguadas sus hazañas por escasas asistencias.
A LOS LAMEDORES de la dependencia taurina también "se les pasó" premiar -Ƒo a la alcoholera no le alcanzó para más trofeos?- el toro mejor presentado, no el más boyante, los mejores lances, el mejor quite, el mejor banderillero matador, el mejor director de lidia y la revelación de la temporada, minucias que seguramente hubieran molestado a alguno de los ases consentidos.
PARA UNA SUSTENTACION más detallada de por qué El Juli, con sus innegables méritos, aún dista de ser un triunfador auténtico en ruedos mexicanos, no te pierdas, lector, el semanario Proceso de esta semana.