Juan Goytisolo, Premio Octavio Paz de ensayo Carlos Fuentes Me llena de alegría que Juan Goytisolo reciba este gran reconocimiento. Por una parte, Goytisolo el ensayista, periodista y hombre político ha defendido con inmenso valor a los inmigrantes magrebíes en España sabedor de que mientras las cosas circulen pero los trabajadores no, la globalización será una urna vacía. Ha dado realidad escrita al drama de Sarajevo y ha arrojado luz pública sobre los crímenes de Milosevic y compañía. Y ha sido, con actualidad lúcida y valerosa, un gran defensor del pueblo palestino y su derecho a contar con la nación que le fue arrebatada, sin menoscabo de la integridad del Estado de Israel. Pocas voces se han levantado con más energía contra las criminales agresiones de Ariel Sharon. Pero es como autor literario que Goytisolo le ha dado a la novela española su audacia, belleza y renovación mayores. Reivindicación del Conde Don Julián, Paisajes después de la batalla, Makhbara, oponen una frontera en llamas a la dócil resequedad de la novela española light. Por si fuera poco, Goytisolo entronca su revolución creativa con la más rica tradición española, demostrándonos el vigor y la actualidad del Arcipreste de Hita, Fernando de Rojas, Miguel de Cervantes, Quevedo y Góngora, María de Zayas y Francisco Delicado. Y, por último, ha sido el más descarnado y fiel biógrafo de sí mismo. Sus libros de memorias rompen de manera fulgurante con las pacaterías hispanas y nos abren avenidas de libertad y belleza inconcebibles antes de él. Me enorgullece que sea mi patria, México, la que le dé a Goytisolo el reconocimiento que tantas veces le ha regateado España y que se lo dé en nombre de un gran escritor mexicano, Octavio Paz |