Propone modificar hábitos pesqueros para detener la depredación del cetáceo

Salvar a la vaquita, oportunidad de México: Semarnat

ANGELICA ENCISO L.

La población de la vaquita marina -especie única de México- cada día es menor; actualmente sólo quedan unos 400 ejemplares en el Alto Golfo de California, cuando los anteriores datos oficiales reportaban 600, sostuvo la especialista Silvia Manzanilla.

Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que se destinarán recursos económicos para reactivar económicamente la zona y crear alternativas productivas para sus residentes, porque "salvar a la vaquita marina constituye un reto que los mexicanos debemos convertir en oportunidad".

Agregó que las artes de pesca tendrán que modificarse para no repercutir de forma negativa en el cetáceo, porque "no se trata de decirle a la gente que deje de pescar".

En febrero se puso en marcha el programa para la recuperación de la marsopa y ante ello la especialista sostuvo que "sería una vergüenza para México que se extinguiera, puesto que si esto sucede sería la primera vez que una especie de esta naturaleza se pierde por causas humanas".

Manzanilla detalló que entre los factores que influyen en la mortalidad de las vaquitas en su zona de residencia, el Alto Golfo de California, están parásitos y depredadores, pero la captura incidental en redes agalleras es el hecho que tiene mayor repercusión.

Indicó que las vaquitas necesitan salir a respirar a la superficie, lo cual se dificulta cuando se enredan en las redes de pescar, por lo que mueren ahogadas. Además se han encontrado partes de vaquitas en estómagos de orcas y tiburones, agregó.

En el programa de protección de la vaquita que impulsan organizaciones no gubernamentales, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), se considera que "la única forma identificada de reducir la presión sobre la especie es eliminar totalmente el uso de redes agalleras y de arrastre en la zona de distribución de la vaquita''.

Sin embargo, se han opuesto pescadores, armadores de embarcaciones pesqueras, intermediarios de los productos de pesca, poseedores de permisos de captura y la Administración de Pesquerías de la Sagarpa.

Por esto, indica el documento, se deben proporcionar alternativas productivas al uso de redes que generen utilidades económicas de igual o mayor magnitud, por unidad de esfuerzo productivo.

Además, indica, será necesario contar con fondos para el financiamiento de las nuevas alternativas y la compra o canje de las artes de pesca que queden prohibidas. Se debe destacar, sostiene el documento, que los beneficios a largo plazo de la conservación ambiental del área de distribución de la vaquita serán para todos los involucrados.