Hoy en el Salón 21 presenta su más
reciente producción Beyond the source
El blues está adecuado para el corazón;
el jazz para el cerebro, afirma Rod Piaza
El armoniquista colaboró con Big Mama Thorton
y George Harmonica Smith
JUAN TRUJILLO LIMONES ESPECIAL
Rod Piazza, armoniquista destacado del blues estadunidense,
actualmente gusta de la interpretación característica de
la costa oeste con su banda The Mighty Flyers. Se presenta hoy en el Salón
21 para promover su más reciente trabajo discográfico Beyond
the source. La velada, que llevará consigo los ingredientes
del género creado en las riberas del Mississippi a principios del
siglo XX, comenzará a las 20:30 horas con la participación
del grupo mexicano Follaje, el cual celebra 20 años de existencia.
Rod
Piazza se ha consolidado en los recientes años gracias a su característica
improvisación. Según los premios W. C. Handy Awards de 1999
y 2000, la de Piazza es la mejor banda de blues en la actualidad. Este
año tiene seis nominaciones en dicho certamen: como mejor espectáculo,
mejor armoniquista, mejor guitarrista, mejor bajista, mejor cantante y
mejor banda.
En entrevista telefónica desde California, el músico
de 45 años de edad habló sobre la actual situación
del blues, sus motivaciones por tocar y el significado del género:
"Creo que el blues se puede explicar como un centenar de emociones".
Nacido en 1957, es un músico blanco con reconocimiento;
ha logrado saltar la barrera de los ortodoxos del blues que diferencian
el color de la calidad musical. Al respecto, añade: "El blues no
tiene nacionalidad, yo no veo mucha importancia en el color de la gente
ni cualquier otra característica, creo que el blues es simplemente
uno solo y no tiene ningún parámetro determinado".
La historia musical
La experiencia de Piazza en el género es respaldada
desde sus inicios por su colaboración con grandes exponentes, como:
Big Mama Thorton, Pee Wee Crayton, T- Bone Walker y George Harmonica
Smith. "Empecé en los años 60; era difícil, en ese
entonces. Luego, en los 70 y 80, hubo un resurgimiento del género,
y en los 90 sólo para algunos dio frutos. Ahora yo me siento bien.
"Little Walter ?afirma? fue el genio de la armónica";
gracias a él tiene más de 30 años tocando. Hoy se
remonta con madurez a los elementos que más le nutren: "Lo que más
me gusta es el contacto con la gente, especialmente cuando aprecian mi
música. Tú puedes percibir cuando la gente reconoce y disfruta
tu trabajo. Estos son los mejores momentos de mi vida; también he
vivido buenos momentos al lado de algunos de los grandes, como George Smith".
El significado del blues para Piazza, es más que
un género olvidado: "Amo esta música, no creo que pueda tocar
otra cosa, no sería lo mismo. Me considero un maestro de la tercera
generación. Lo que hago y lo que me mueve para tocar blues es el
gusto; creo que lo que a uno lo mueve para desempeñar algo tiene
que estar respaldado por el amor"
Blues para el corazón
Piazza es uno de los pocos intérpretes de la armónica
que ha logrado consolidarse en la pasada década. A los 18 años
se mudó a Los Angeles, donde formó la banda Dirty Blues.
Produjo discos como Rod Piazza-Blues Man (1973); en los 80, Harp
burn, So glad to have the blues y Blues in the dark (1991),
Alphabet blues (1992), Live at B.B. Kings Blues Club (1994),
Tough and tender (1997), Live in '97 (1998) y Here and
now (1999).
Para Piazza los géneros musicales más ilustrativos
son el jazz y el blues, y contrasta sus diferencias: "El jazz está
adecuado más para el cerebro, el blues en cambio es para el corazón.
El blues depende mucho de la personalidad del mú-sico; quienes tocan
jazz todo lo hacen más difícil. Escucho de todo, pero el
blues es lo que me hace tocar desde el corazón.
?¿Crees que el blues sigue una estructura repetitiva?
?El blues está abierto a la interpretación,
los músicos con sus solos van creando lo que ellos quieren, alguna
frase o diferencia en la música. La libertad es diferente para cada
quien, la estructura de la música te puede llevar a tocar algo de
manera tradicional y seguir con la estructura; el objetivo debe ser encontrar
la manera de hacer la música interesante, crear nuevas respuestas.
No siempre lo más importante es la parte técnica. En ese
momento se logra la expresión de sentimientos.
La influencia rítmica
Una
escuela representativa para Piazza, como para muchos que impulsan un proyecto
similar, son los maestros Muddy Waters y Howlin Wolf, al respecto señala:
"Creo que ellos gobiernan mi música. Lo que escucho y aprendo, por
alguna razón queda en un pequeño espacio, después
lo pongo en práctica. Ellos siempre están presentes, motivaron
el desarrollo, cada músico logra la creación de lo que uno
es, una mezcla interna. Pareciera como si uno siguiera a las viejas leyendas
por inercia".
La banda de Piazza está constituida por Rick Holmstrom
(guitarra), Steve Mugalian (batería), Bill Stuve (bajo) y su esposa,
mujer rubia en el piano, Honey Alexander quien ha obtenido gran experiencia
desde 1972 al vivir en Chicago y al escuchar al músico negro Otis
Spann.
En la actualidad, el armoniquista blanco, no se encuentra
preocupado por el estado del blues, ha calificado el desarrollo como un
subir y bajar: "Estamos en un mundo cambiante; hoy existen muchas distracciones.
Creo que la música no es lo básico para muchas personas,
existen otros intereses en otras cosas. El blues pasó a ser popular
en una época, luego cae y nadie lo escucha, pero luego regresa y
resurge. Creo que en los pasados 10 años ha caído, pero logrará
regresar gracias a la gente que lo ama".
-¿Crees que el blues en el presente ha perdido
fuerza frente a la industria de la música?
-El blues en la actualidad no logrará ser como
el pop y el rock, por su carácter comercial.
"Creo que mucha gente tiene talento para tocar, pero el
problema es que no la aprecian, no la comprenden bien, o no hay dedicación;
el blues tiene que ser regido por el sentimiento. Hoy no hay muchas oportunidades
de lograr lo anterior, ya que no se difunde, ni siquiera se escucha por
la radio."
Rod Piazza & the Mighty Flyers son un suculento ingrediente
del blues. La cadencia, el equilibrio y virtuosismo que le inyectan a sus
matices lograrán adentrar al público en una atmósfera
inundada de elementos y sentimientos de la vida cotidiana. Dolor, angustia,
ansiedad, felicidad y desdicha del hombre y la mujer comunes en un sonido
y expresión única: El blues.