Faltó expresar una indignación formal, dice el Colef
Tibia, la reacción de México ante la resolución sobre indocumentados
Los migrantes quedaron en un estado de mayor vulnerabilidad
DE LOS CORRESPONSALES
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, que elimina el derecho de los trabajadores indocumentados de sindicalizarse, representa una oportunidad para que la cancillería mexicana establezca alianzas con sindicatos estadunidenses y aproveche su influencia sobre congresistas de ese país para impulsar la regularización de 3.5 millones de mexicanos que viven en forma indocumentada en el vecino país, consideró el presidente de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) Jorge Santibáñez.
El investigador indicó, sin embargo, que mientras ello ocurre la resolución coloca a los migrantes en un estado de mayor vulnerabilidad, por lo que el gobierno mexicano debería expresar una indignación formal a su contraparte estadunidense.
Calificó como ''tibia'' la reacción del gobierno mexicano, el cual condenó la resolución a través de un comunicado oficial de la embajada en Washington. ''Me parece que la línea es correcta, pero el tono es tibio; la reacción debió expresarse a través, sí de la cancillería, pero del titular y no del embajador; además creo que la respuesta se debió dar en forma formal al gobierno de Estados Unidos y no en un comunicado a los medios.''
Necesaria, una estrategia ''más agresiva''
Dijo que el gobierno mexicano requiere de un cambio de estrategia para hacerla más agresiva. ''Si bien es cierto que no se le puede reclamar el fallo al gobierno estadunidense, por tratarse de una resolución de la Corte, que es inapelable, lo que sí se puede hacer es exigirle a Bush avanzar en la regularización de los indocumentados.''
Lo que el fallo demostró, según Santibáñez, es que la única alternativa para evitar que los migrantes sigan siendo víctimas de explotación es mediante la regularización, toda vez que cualquier otro tipo de beneficios que pudiera ofrecer el gobierno estadunidense en la negociación sería nulificado por los patrones en los tribunales.
La resolución de la semana anterior da a la migración indocumentada una perspectiva de delito mayor que implica, inclusive, la violación de derechos laborales contemplados desde que se eliminó la esclavitud en Estados Unidos, por lo cual insistió en que la reacción del gobierno del presidente Fox, quien ofreció gobernar para 120 millones de mexicanos, incluyendo quienes se encuentran fuera del territorio nacional, debe ser más agresiva. ''De no ser así, estaría avalando que se violen los derechos de sus gobernados'', apuntó.
Migrante muerto en el desierto de Arizona
Oficiales del sheriffato del condado de Cochise, Arizona, investigan la muerte de un indocumentado mexicano identificado como Esteban Bulmaro Olvera Albarrán, de 42 años edad, originario de Tonatico, estado de México, quien fue encontrado sin vida en el desierto.
Autoridades consulares de México en Douglas, Arizona, informaron que Olvera Albarrán cruzó la frontera el viernes pasado acompañado por 24 migrantes guiados por dos polleros. Aunque se desconocen las causas de la muerte, las autoridades sospechan que falleció a consecuencia de un ataque al corazón.
Uno de los migrantes narró que los traficantes hostigaron durante el viaje a Olvera, quien por su complexión gruesa se rezagaba del grupo. ''Los polleros venían exigiéndole a la víctima que caminara más rápido y al paso del grupo'', expresó Miguel Angel López Apodaca. Según esa versión, Olvera empezó a sentirse mal la noche del viernes, después cayó desmayado y murió alrededor de las 21 horas.
Por otra parte, el sacerdote Robin Hoover, presidente de Fronteras Humanas, informó que los contenedores de agua colocados en el desierto para salvar la vida de indocumentados fueron destruidos. Los contenedores, con capacidad de 60 galones, fueron destrozados presuntamente como un acto de racismo contra los indocumentados. Los depósitos se encuentran a 12 millas de la frontera entre Sonora y Arizona. El organismo colocó cobertizos con agua después de que 14 indocumentados mexicanos fallecieran víctimas del intenso calor del desierto en mayo pasado.
JORGE ALBERTO CORNEJO Y CRISTOBAL GARCIA BERNAL