La medida, por la caída de ingresos petroleros y recaudación, argumenta Hacienda

Recortan $10 mil 100 millones al gasto

En febrero se redujo 5%; en un trimestre se ajustó 76 por ciento de lo efectuado en 2001

Las entidades federativas serán afectadas con la reducción de 2 mil 190 millones de pesos

ANTONIO CASTELLANOS

El gobierno federal recortará 10 mil 100 millones de pesos al gasto público. Autorida- des hacendarias justificaron la medida por el desplome en la caída de los ingresos petroleros y en la recaudación tributaria, particularmente en el IVA, debido a la recesión.

De ese modo, se reducirá el Programa de Apoyo para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas en 2 mil 190 millones y habrá un "ahorro adicional en diversas dependencias y entidades, por un total de 7 mil 910 millones de pesos".

Este recorte es adicional a los previstos en el acuerdo que dispone una reducción de 5 por ciento al presupuesto de las dependencias y entidades federativas, publicado el pasado 28 de febrero en el Diario Oficial. En el primer trimestre se ajusta una cantidad equivalente a 76 por ciento del total de los tres recortes efectuados en 2001.

El año pasado los ajustes fueron por 13 mil 220 millones de pesos frente a los 10 mil 100 anunciados ayer.

Para el primer trimestre se espera una caída en los ingresos presupuestarios por 17 mil millones de pesos que, combinados con un mayor ingreso por ventas de petróleo en 6 mil 900 millones de pesos, asociados a la reciente recuperación en el precio del crudo, obligan a un ajuste en el gasto por la cifra citada, para no exceder el tope de déficit público establecido por el Congreso de la Unión, que es de 0.65 por ciento del producto interno bruto (PIB).

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Francisco Gil Díaz, anticipó desde hace 20 días que el recorte sería inevitable por la caída en los ingresos petroleros y la debilidad en la recaudación fiscal. Esta se explica por la recesión en la que se sumió el país y que desembocó en una caída en el consumo. La recaudación del IVA cayó 7.1 por ciento en el periodo enero- febrero, al pasar de 217 mil 278.2 en igual periodo de 2001, a 214 mil 921.3 millones de este año.

Las autoridades hacendarias retrasaron un día la divulgación del informe sobre las finanzas y la deuda públicas a febrero del presente año. En el documento destaca que en los dos primeros meses del año el balance público acumuló un déficit de 2.7 mil millones de pesos. Los ingresos presupuestarios se ubicaron en 214.9 mil millones, cifra inferior en 5.6 por ciento real a la registrada en igual periodo de 2001.

Disminuyen ingresos petroleros

La disminución de los ingresos se concentró en el sector petrolero, toda vez que los ingresos propios de Pemex y los derechos y aprovechamientos sobre hidrocarburos pagados al gobierno federal sumaron 33.3 mil millones de pesos, cifra inferior en 34.9 por ciento real respecto a la del año anterior.

Las participaciones a entidades federativas y municipios sumaron 34.5 mil millones de pesos, lo que representó una contracción real anual de 9 por ciento, y el costo financiero del sector público se ubicó en 31.1 mil millones de pesos, inferior en 11.1 por ciento real al registrado en el mismo periodo del año anterior.

Al cierre de febrero, el saldo de la deuda pública externa neta se ubicó en 78.7 mil millones de dólares, cifra superior en 2 mil millones de dólares a la ocurrida el 31 de diciembre de 2001. Esta variación se explica por un endeudamiento neto de 2 mil millones de dólares, "una disminución de activos financieros en el exterior de 0.1 mil millones de dólares y ajustes a la baja por 0.1 mil millones de dólares".

El endeudamiento externo neto alcanzado al mes de febrero, precisa Hacienda, es de carácter transitorio, porque se irá reduciendo gradualmente a lo largo del año, conforme se vayan aplicando los recursos captados a cubrir las amortizaciones programadas para el ejercicio fiscal.

Por lo que corresponde a la deuda interna neta del gobierno federal, el saldo al cierre de febrero se ubicó en 705.2 mil millones de pesos, monto superior en 14.2 mil millones de pesos al registrado al cierre de 2001. La variación de los saldos se explica por un endeudamiento neto de 38.6 mil millones de pesos, ajustes de la deuda indexada a la inflación por 1.5 mil millones de pesos y un incremento en las disponibilidades del gobierno federal por 25.8 mil millones de pesos.

Rubro social

La SHCP hizo notar que el ajuste que se realizará en el gasto público para compensar la caída de los ingresos, no afectará las metas sustantivas de los programas, ni implicará disminución alguna en la cantidad y calidad de los servicios que el sector público federal provee a la sociedad.

Se mantendrán sin cambio las metas de los programas con impacto particular sobre la población, como los siguientes: favorecer la incorporación de un millón de familias adicionales al Programa Oportunidades (antes Progresa), con lo cual llegará a 4.2 millones el número de familias atendidas este año.

También los que están encaminados a apoyar a 700 mil niños en educación básica mediante el Programa Nacional de Becas; respaldar alrededor de 420 mil acciones de adquisición de vivienda, y generar cerca de un millón de empleos temporales.

Se mantendrá el apoyo a 13.9 millones de hectáreas vía Procampo en beneficio de 3 millones de productores; se mantendrán los apoyos de la Alianza para el Campo fortaleciendo los programas dirigidos a la población de bajos ingresos, y se garantizará la cobertura de los servicios de salud del IMSS y del ISSSTE.

También estará a salvo del recorte el mayor programa de inversión pública de los 20 años recientes, incluyendo la inversión impulsada, con una erogación total en el año de 253 mil millones de pesos, 18 por ciento más en términos reales que la realizada en 2001.

Según Hacienda, la aplicación de medidas "oportunas y responsables" frente a la pérdida de ingresos públicos, permite a las autoridades reforzar su compromiso de preservar un entorno caracterizado por estabilidad de precios y cambiaria, así como por tasas de interés históricamente bajas, elementos fundamentales para lograr una recuperación sostenida de la economía.

Y concluye: "Una actitud pasiva ante menores ingresos, provocaría un mayor déficit fiscal, que se acompañaría de tasas de interés y de inflación al alza, de menores gastos en consumo e inversión de los particulares, de una menor generación de empleos y de un deterioro del salario real. De todas formas, habría un recorte al gasto, pero sería por un monto mayor de no actuar rápidamente".