Guillermo Almeyra

Israel, fuera de la ley

Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad de diversos presidentes estadunidenses, ultraconservador y anticomunista de alma y profesión, declara sin embargo que el Israel de Ariel Sharon practica el apartheid, como hacían los boers sudafricanos contra los negros (dicho sea de paso, considerando a Nelson Mandela el jefe del terrorismo y teniéndolo encarcelado y aislado durante 20 años porque les era imposible matarlo).

Los pacifistas israelíes, entre ellos la viuda de Rabin o el ex diputado Uri Avnery, que a los 13 años de edad era terrorista antinglés, declaran abiertamente que "para el resto del mundo (salvo Estados Unidos) los palestinos están combatiendo una guerra de liberación contra una ocupación extranjera. Estamos en su territorio, ellos no están en el nuestro. Somos los ocupantes, ellos son las víctimas..."

Israel coloniza con decenas de miles de colonos fascistas y racistas los territorios robados a los árabes; les roban el agua a sus cultivos, destruyen la economía y la vida cotidiana de los palestinos. Bombardea y destruye hospitales, escuelas, conventos; asesina selectivamente a quien quiere, en Palestina o en el extranjero, y mata indiscriminadamente mujeres, niños, ancianos indefensos. Israel toma presos, contra todas las leyes internacionales, a los civiles de entre 15 y 60 años; utiliza escudos humanos; numera a sus presos como hacían los nazis; recomienda a sus soldados aprender de los soldados nazis que combatían al gueto de Varsovia, donde niños y adolescentes también practicaban el terrorismo en su combate al invasor y opresor.

Israel dispara contra las ambulancias, mata médicos y enfermeras, deja desangrar o morir sin asistencia heridos o parturientas. Israel bombardea el Líbano en tiempos de paz como ocupa y destruye Palestina con la cual tampoco está en guerra. Israel amenaza a Siria y provoca a los países árabes, que le han ofrecido la paz si cumple con las exigencias de Naciones Unidas. Israel expulsó de sus casas a millones de palestinos y robó sus bienes, impidiéndoles el retorno. Israel violó sistemáticamente todas las resoluciones de la ONU y las promesas efectuadas a la comunidad internacional, poniéndose así fuera de la ley como Estado racista, belicista y asesino que practica el apartheid.

El gobierno israelí utiliza métodos fascistas incluso contra los ciudadanos israelíes opositores y destruye las bases de la democracia en Israel mismo. En eso el ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, hace de papel higiénico de Sharon, pues no se diferencia del asesino de Sabra y Chatila, trata de justificarlo y cubrirlo y es corresponsable del aumento del brutal y sanguinario terrorismo de los desesperados y humillados, cuyos parientes, vecinos o amigos han sido asesinados por las tropas israelíes o, incluso, del aumento del racismo antijudío en toda Europa, como denuncia, entre otros, el embajador francés en México, Phillippe Faure.

Son inútiles pues los llamados a la cordura a un gobierno que está cegado por el odio racial al extremo de que el primer ministro ha lamentado públicamente no haber asesinado a Yasser Arafat, tal como había hecho antes con otros dirigentes palestinos. Son inútiles las resoluciones internacionales que, para Israel, son papel mojado.

Israel debe ser declarado, como se hizo con Sudáfrica, fuera de la ley. Todos los gobiernos, comenzando por los del Consejo de Seguridad de la ONU (con o sin el beneplácito de Washington), deberían convocar a los embajadores israelíes, advertirles que si Sharon continúa con la matanza actual llegarán a la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales, técnicas y culturales, y que los miembros de las embajadas serán considerados personas no gratas. México no tuvo relaciones con la España de Franco. ƑPor qué debería tenerlas ahora con otro gobierno asesino si no modifica su política, retira sus tropas de los territorios palestinos que ocupa, destruye las colonias judías ilegales ahí instaladas, permite retornar a los palestinos expulsados o los indemniza, y vuelve al statu quo ante, pagando por todos los destrozos y asesinatos cometidos?

Los gobiernos deberían también hacer un solemne llamado al pueblo palestino para que éste, una vez retirados los ocupantes, ponga fin a toda forma de lucha armada contra los israelíes y, en particular, impida y condene los atentados suicidas, que sólo siegan la vida de civiles inocentes. El Consejo de Seguridad de la ONU debería discutir de inmediato, "con seriedad" como pide Francia, la propuesta de enviar tropas que se interpongan entre el ejército terrorista israelí y sus víctimas, con la misión también de impedir los criminales atentados suicidas. Si Estados Unidos se opone a ello, la Unión Europea, apoyada por la mayoría de las naciones, debería enviar un contingente con esa misión humanitaria. Si un criminal anda suelto y la policía se niega a actuar, es deber de los ciudadanos honestos hacer respetar la ley y detenerlo o apresarlo.

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