Analizan legisladores la promoción de otra controversia constitucional contra Fox
Rechaza la Armada confrontarse con el Senado por la participación en las maniobras Unitas
El PRD espera apoyo del PRI para que el Presidente "no pase por encima" del Congreso Malestar por la intervención en operaciones internacionales sin el permiso senatorial
JESUS ARANDA Y ANDREA BECERRIL
La Armada de México no hará ningún comentario sobre su participación en las maniobras navales Unitas 2002 Fase Caribe, "por respeto al Senado de la República", en tanto esta cámara legislativa no se manifieste oficialmente al respecto.
Fuentes oficiales de la Secretaría de Marina señalaron lo anterior, aunque es clara la visión en el sentido de que si se tuviera que pedir permiso cada vez que los buques de la Armada cruzan las 12 millas de mar territorial, estarían imposibilitados de cumplir con su tarea constitucional de vigilar y proteger la soberanía nacional, además de que las maniobras Unitas fueron únicamente ejercicios navales que no son un paso previo a la integración de una fuerza multinacional.
En tanto, la Junta de Coordinación Política del Senado de la República se reunirá el próximo martes para determinar si procede promover una controversia constitucional contra el Presidente de la República por la determinación de la Secretaría de Marina de enviar tropas a los ejercicios navales de la operación Unitas 43 sin el permiso del Congreso, como ordena la Constitución.
El coordinador de la fracción del PRD en el Senado, Jesús Ortega, dijo que espera que el PRI respalde la propuesta porque es fundamental frenar al Ejecutivo en su intención de pasar por encima de las facultades del Congreso.
En la sesión senatorial del martes, el perredista Antonio Soto, presidente de la Comisión de Marina, presentó la propuesta de punto de acuerdo para pro-mover la controversia, ya que, deta- lló, la Armada asistió a esas maniobras multinacionales promovidas por Estados Unidos, pese a que los legisladores le habían advertido que se debería cumplir el artículo 76 constitucional, es decir, solicitar al Senado autorización para que salieran tropas de los límites nacionales.
Solicitan información a Marina
Por su parte, el senador Ortega comentó que la propuesta perredista fue turnada a la Junta de Coordinación Política del Senado, la que se reunirá el martes para decidir si promueven la controversia. "Vamos a insistir en que se acuda a ese recurso legal, porque la Secretaría de Marina ha pasado por alto al Legislativo, toda vez que mientras discutían ese asunto envió a la fragata Mariano Abasolo a las operaciones navales en aguas internacionales frente a Colombia y ya tiene preparada otra salida".
Por otra parte, la Comisión de Marina del Senado solicitó por escrito a la Armada información sobre la participación de la fragata Mariano Abasolo en las operaciones navales combinadas en las que participaron mil 500 marinos de Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela y República Dominicana del 25 de febrero al 8 de marzo pasado, en las que los marinos mexicanos "opacaron las carencias" de su buque con entusiasmo, lo que les valió recibir el premio Copa del Almirante por "la mejor actuación operacional y entusiasmo participativo".
En el informe que entregue la Armada dará cuenta también de que tuvo que utilizar equipo prestado por el Comando Naval Sur para cumplir con el programa de entrenamiento, como fue el caso de un misil de prueba del tipo BQM-74E, que tiene un costo aproximado de 5 millones de dólares, además de un torpedo que le facilitó el buque estadunidense Yorktown, equipo inaccesible para los marinos mexicanos por la falta de recursos económicos.
De acuerdo con información oficial del Comando Naval Sur de Estados Unidos -coorganizador de las maniobras junto con Colombia-, las maniobras tendrán dos fases: la primera del puerto de Cartagena, Colombia, a Curazao, en las Antillas Holandesas, y la segunda de Curazao a la base estadunidense Roosevelt Roads, en Puerto Rico.
La Armada, trascendió, seguramente dará cuenta al Senado sobre el objetivo general de la Operación Unitas 2002, que fue "proveer el entrenamiento y operaciones para mejorar la interoperatividad de las armadas participantes en las áreas de planeamiento, ejecución, comunicaciones, comando y control, guerra antiaérea, antisubmarina y de superficie".
Las fuerzas mexicanas desarrollaron ejercicios terrestres, aéreos, anfibios y antisubmarinos. En el marco de las operaciones que reportará la Armada al Senado destacan las acciones de interdicción marítima (abordaje de naves sospechosas en altamar y la recopilación de información sobre presuntos actos ilícitos); operaciones electrónicas de detección e identificación de señales para determinar blancos sospechosos o enemigos; operaciones antiaéreas, que incluyeron la demostración en la exactitud de fuego antiaéreo; operaciones de minas, consistentes en la búsqueda y detección de esos artefactos para crear un mapa detallado de ubicación.
También se efectuaron operaciones antisubmarinas para clasificar e identificar procedimientos de defensa; prácticas de empleo del helicóptero que llevan a bordo los buques como la fragata Abasolo, para evaluar la coordinación aérea entre unidades de superficie, aviones P-3 y helicópteros; operaciones de superficie, para identificar unidades enemigas o sospechosas "más allá del horizonte del radar, previo al lanzamiento de misiles de ataque, y con ello la exactitud en el uso de armamento del buque para enfrentarlo a diferentes blancos"; operaciones antisubmarinas -en las que México participó sólo de manera parcial, porque no se cuenta con submarinos-, las cuales sirvieron de entrenamiento para evadir helicópteros y aviones enemigos, además de entrenar al personal en la búsqueda, detección y ataque de diferentes blancos de superficie y submarinos.