El paro de 10 millones de trabajadores "no funcionó", afirma el ministro Bossi
Minimiza Berlusconi la huelga general y advierte que seguirá adelante con la reforma laboral
El primer ministro italiano dice estar dispuesto a reanudar el diálogo con los sindicatos
REUTERS Y DPA
Roma,17 de abril. Un día después de que se efectuó la primera huelga general en Italia en los pasados 20 años, el primer ministro Silvio Berlusconi expresó su deseo de reanudar las negociaciones con los sindicatos, pero minimizó la protesta al asegurar que la mayoría de los trabajadores no conocía la razón del paro, e insistió en que seguirá adelante con la reforma laboral que busca acabar con la legislación que protege al trabajador frente al despido improcedente.
Según Berlusconi -magnate de las comunicaciones-, "ocho de cada 10 manifestantes (de los más de 2 millones que llenaron las calles del país) ni siquiera conocían los verdaderos motivos de la huelga" (protestar contra el ajuste del artículo 18 del código laboral, que data de 1970), y aseguró que muchos no asistieron a su trabajo porque no había transporte público.
Sin embargo, recientes encuestas citadas por el diario británico The Independent, revelaron que aun italianos que votaron por la coalición de Berlusconi desaprueban la reforma del artículo 18.
A su vez, el ministro para Reformas, Umberto Bossi, de la Liga Norte, sostuvo que la huelga a la que se plegaron más de 10 millones de trabajadores "no ha cambiado nada, porque simplemente no funcionó".
El ministro de Asuntos Parlamentarios, Carlo Giovanardi, trató de mostrarse más flexible al asegurar que si los sindicatos "se sentaran de una vez a discutir sobre sus diferencias, incluso las más profundas, se puede encontrar una solución satisfactoria. Los gremios se equivocan al ser tan rígidos en este punto, y lo digo como una persona que también se opone a la modificación del artículo 18", agregó.
El gobierno dice que los cambios propuestos son necesarios para avanzar hacia un mercado de trabajo más flexible, pero los sindicatos consideran que el artículo 18 es la piedra angular de los derechos de los trabajadores, y los cambios previstos pueden hacer que las empresas tengan más facilidad para echarlos. Asimismo, lo ven como un primer paso para aplicar reformas más amplias.
Los sindicatos sostienen que volverán a negociar cuando el gobierno deje a un lado los planes de modificar este artículo, mientras que el gobierno dijo que de todas maneras piensa aplicar los cambios.
Ante la falta de un camino hacia la conciliación, ambas partes sostuvieron sus puntos de vista con estadísticas. Berlusconi dijo que la popularidad de su gobierno se mantuvo 69 por ciento a pesar del paro, mientras que los gremios destacaron que las encuestas reflejaron que 90 por ciento de los trabajadores se sumó a la huelga.
Por otro lado, el gobierno de Berlusconi tomó hoy el control editorial de las emisiones de boletines informativos de la cadena de televisión estatal RAI, nombrando nuevos redactores en jefe vinculados a la coalición en el poder.
Los periodistas relacionados con el partido de Berlusconi, Forza Italia, fueron asignados a TG1, el programa noticioso estrella de la RAI, y principal competidor de TG5, el programa de noticias de Canal 5, propiedad del mismo Berlusconi.
La Liga Norte, por su parte, se hizo con el control de RAI2, que pretende transformarse en un canal federalista, y un periodista vinculado a la Alianza Nacional, de derecha, dirigirá los noticieros de RAI 2.
El Parlamento italiano debate actualmente sobre un proyecto de ley encaminado a resolver los potenciales conflictos de intereses derivados del doble papel de Berlusconi como primer ministro y como propietario de un gran imperio de negocios, que incluye la red de televisión privada más grande de Italia, Mediaset.
Los principales diarios italianos se unieron a la protesta del martes y sólo algunos, entre ellos uno propiedad del grupo de Berlusconi, salieron a la calle. Los canales de televisión, incluyendo los de Mediaset, sólo ofrecieron informes breves y sin imágenes.