El PRD acepta integrarla a un anteproyecto e impulsarlo desde el Legislativo

Presenta la UNT propuesta de reforma laboral

Aclara la STPS que no existe ninguna iniciativa unilateral ni un documento final

ELIZABETH VELASCO C.

La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) presentó una propuesta alterna de reforma laboral a la fracción legislativa del PRD en la Cámara de Diputados, partido que aceptó integrarla a un solo anteproyecto que sería consensuado con las otras fracciones parlamentarias e impulsado desde el Poder Legislativo como una "auténtica" reforma de Estado, adelantó el diputado perredista Víctor Camposeco.

La decisión de llevar al Congreso el debate para la elaboración del anteproyecto de esa reforma obedece a que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) "renunció a realizar una reforma integral" y a que "no consensó entre los sectores productivos un solo artículo de los 105 que forman su anteproyecto", declaró Jaime Luis González Navarro, representante de la UNT ante la Mesa Central de Decisión para la Reforma Laboral, coordinada por la propia STPS.

Aclaró que "pese a las diferencias con Abascal, la UNT continuará en la mesa central de negociación que dirige la STPS", porque no ha habido rompimiento, "pero se está buscando otro espacio de discusión para socializar el debate".

En tanto, la STPS informó anoche en un comunicado "que no existe ninguna propuesta unilateral, ni tampoco un documento final" para la reforma; prueba de esto, dice, es que los dirigentes de las cúpulas obreras y empresariales continúan asistiendo cotidianamente a las reuniones que se realizan en la dependencia.

Herminio Rebollo, director de Comunicación Social de la STPS, refirió que la versión de una propuesta de reforma laboral "no es más que un documento de trabajo, no definitivo, que se proporcionó a los integrantes del equipo de redacción el primero de abril y ha sufrido varios ajustes" en las reuniones recientes que se han realizado. "Todavía falta que dicho documento pase por el equipo técnico y por la mesa de decisión, donde participan los dirigentes de los sectores obrero y empresarial", sostuvo.

Lo anterior fue confirmado por González Navarro. Explicó que "la negociación se desarrolla en tres niveles: en la mesa de redacción, donde se prepara el documento; en la mesa técnica, donde se evalúan las propuestas, y en la de decisión, donde lo avalan las dirigencias de los sectores productivos. Hasta el momento, ese documento no se ha consensuado en ninguna mesa".

En el comunicado, la STPS afirma que cualquier "especulación o documento" que viole los derechos fundamentales de los trabajadores, como la huelga y la libre sindicalización, la STPS lo considera "inválido".

El documento preliminar provocó el rechazo de diversos sectores, entre ellos la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), investigadores y académicos de la UNAM, UAM y otras instituciones de educación superior.

Por su parte, la UNT determinó presentar su propuesta al dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, quien también ha desaprobado el documento de la STPS.

Para Víctor Camposeco el anteproyecto de la STPS "es una auténtica tomada de pelo. Abascal sólo sentó a los sectores productivos para incluir lo que le interesa y conviene a él; por esta razón, la Cámara de Diputados debe tomar ese asunto en sus manos y abrir el debate a la sociedad".

El documento de la UNT es "sustancialmente" diferente al de la STPS, porque propone reformar diversos artículos de la Constitución, entre ellos el 123, 115 y 116, así como el capítulo relativo a las garantías individuales, que deja intactos la propuesta oficial.

Propone eliminar el apartado B del artículo 123, porque "establece un estado de excepción para los trabajadores al servicio del Estado, cuyos derechos a huelga y a la contratación colectiva están limitados".

En un documento preliminar, la UNT sugiere reformar el capítulo de las garantías individuales para incluir en el ámbito de los derechos humanos los consagrados en la legislación laboral. Sugiere la desaparición de las instituciones tripartitas, asunto que queda intacto en el documento de la STPS. Al respecto, la UNT retoma la propuesta que en 1995 presentó el PAN en el Senado, en cuanto a la sustitución de las juntas de conciliación y arbitraje por jueces de lo laboral que dependan del Poder Judicial.

Además, plantea sustituir la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos por un instituto nacional del salario, el empleo, la productividad y el reparto de utilidades, similar al Instituto Federal Electoral en cuanto a la participación ciudadana y de especialistas. Otra propuesta es la creación de un registro público nacional de asociaciones, sindicatos y contratos colectivos descentralizado, de carácter federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios, independiente en sus determinaciones y profesional en su desempeño.

A diferencia del documento de la STPS, que sugiere "limitar" el derecho de huelga, la UNT propone su fortalecimiento mediante mecanismos y condiciones que eviten las declaraciones de inexistencia. Serían los jueces de lo laboral quienes tomarían las decisiones correspondientes.

Acerca de los aspectos de la flexibilización laboral, juristas que elaboraron la propuesta de la UNT refirieron a La Jornada que "muchas de las propuestas que incluye el anteproyecto de la STPS para flexibilizar las condiciones de trabajo, ya son un hecho en diversos ramos productivos".

Por ejemplo, en las industrias de automotores, hulera y otras ya existe la ampliación de la jornada de trabajo sin que se considere el pago de horas extras, porque descansan más días a la semana. En realidad la jornada laboral de 48 horas no se modifica, sino que se adecua según las necesidades productivas".

Otro ejemplo es el sistema de horarios alternos y discontinuos. En la industria azucarera se da este caso, porque los ingenios empiezan sus labores una vez que se da la zafra. También existe en los hechos que un trabajador desarrolle diversas tareas (multihabilidades), independientemente de las que tiene asignadas (caso Fonacot).

La UNT no avala que se apruebe el contrato de aprendiz, "figura que existía en la legislación laboral de 1931, y de la cual se abusó porque pagaban la mitad del salario a los aprendices". También rechaza los contratos de trabajo temporales para la capacitación, como propone la STPS en un nuevo artículo, el 39-B, y propone que las empresas garanticen la capacitación del trabajador en el sistema productivo.

Por eso la UNT plantea que los aspectos relativos a la flexibilización laboral sean pactados en los contratos colectivos de trabajo, de acuerdo con las características y necesidades productivas de un sector industrial, pero que no entren a la legislación porque es una norma de carácter general.