Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 20 de abril de 2002
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Sociedad y Justicia

Abuso sexual contra menores, reflejo de los males sociales, según el obispo de Coatzacoalcos

Llevar a tribunales civiles casos de curas pederastas, insiste el cardenal Rivera

Todo religioso es ciudadano regido por normas y leyes mexicanas, afirma el arzobispo primado

GUSTAVO CASTILLO Y JUAN M. VENEGAS

El arzobispo primado de la ciudad de México, Norberto Rivera Carrera aceptó que los casos de sacerdotes pederastas no deben circunscribirse a los tribunales eclesiásticos, y reiteró su llamado para denunciarlos ante las autoridades civiles, ya que todo religioso "es ciudadano y está bajo las normas y leyes de los mexicanos".

Entrevistado durante la presentación del Consejo de Participación Ciudadana de la Procuraduría General de la República (PGR), del cual es integrante, instó a que primero se defienda a la víctima, es decir, a los menores que pudieran haber sido violados por sacerdotes.

El cardenal señaló que en el caso del padre Marcial Maciel, dirigente de la Congregación de los Legionarios de Cristo, y quien ha sido acusado de cometer actos de pederastia, "no se vale difamar a las personas", por lo que desafío a que "si alguien tiene pruebas que las presente.

"En este caso yo no tengo ninguna autoridad para juzgar actos que supuestamente sucedieron hace 50 años. No tengo elementos para hacer un juicio, pero si alguien tiene evidencias que las presente."

El conocimiento ayudará a la Iglesia, dice el prelado

Rivera Carrera reconoció que el descubrimiento de actos de violación cometidos por sacerdotes en contra de menores de edad "es doloroso", pero estableció que el conocimiento público de este tipo de casos "ayudará mucho a la Iglesia", ya que, dijo, el ocultar situaciones como ésas dañan la imagen de las instituciones religiosas.

Al ser interrogado sobre si en nustro país se podrían descubrir casos de sacerdotes pederastas como los ocurridos en Estados Unidos, y especialmente en el estado de Boston, afirmó: "creo que ninguna sociedad está libre, como cualquier grupo humano puede caer en una enfermedad, nosotros (los religiosos) no estamos exentos de una enfermedad.

Agregó que la pederastia es un delito del orden común y por tanto debe ser denunciado y "no puede permanecer sólo en el interior de los tribunales eclesiásticos", porque, estableció, "hay también tribunales civiles, y es ahí donde se tienen que presentar".

Señaló que "todo sacerdote o religioso es un ciudadano y está regido por las normas y leyes de los mexicanos". Resaltó que "nunca ha habido una excepción o privilegio ni fuero" para sacerdotes, y aseguró que la Iglesia católica no los encubre para que delincan, sólo "se protegen para que puedan sanar y reintegrarse a la sociedad".

Aseguró que solicitó información a las procuradurías General de la República, y a la General de Justicia del Distrito Federal, así como a la Secretaría de Gobernación y que hasta el momento no le han mencionado que exista alguna denuncia de pederastianorberto_rivera01.

Instan prelados a corregir a transgresores; la Iglesia, ante el reto de recuperar su pureza, dicen

JOSE ANTONIO ROMAN, ANTONIO PEREZ Y ELIO HENRIQUEZ

Los sacerdotes y religiosos pederastas son consecuencia, "en cierto sentido", de muchos otros problemas que vive la sociedad mexicana, tales como la pornografía, la promiscuidad, la violencia intrafamiliar, la violación a los derechos humanos y la falta de formación moral, afirma el presidente de la Comisión de los Laicos del Episcopado Mexicano, Carlos Talavera Ramírez.

"No podemos rasgarnos las vestiduras ante este hecho sin indignarnos por el aborto, la eutanasia, la pena de muerte, la pobreza", dice el también obispo de la diócesis veracruzana de Coatzacoalcos.

En una carta dada a conocer por el Episcopado Mexicano, el prelado reconoce abiertamente la existencia de clérigos que han abusado sexualmente de niños y menores de edad. Señala que los sacerdotes que cometen este tipo de "fallas" deben ser corregidos y no sólo marginados o excluidos, y castigados cuando la situación lo exija, como un mandato para ayudarlos a cambiar de conducta.

Talavera Ramírez expresó su preocupación por los efectos que estos "escándalos" han causado. Señaló que esta situación coloca al clero ante la necesidad de trabajar para que todos los cristianos maduren en su fe y puedan aceptar y amar a la Iglesia, "a pesar de sus manchas, arrugas y defectos".

Y añadió: "no podemos ni debemos olvidar que la Iglesia no es la asamblea de los puros, de los santos, de los perfectos, sino la asamblea de los pecadores que han encontrado a Cristo y han decidido seguirlo".

En su carta titulada Abuso sexual de sacerdotes a menores. Puntos para una reflexión, que está en la página de Internet del Episcopado Mexicano, el obispo Talavera acusó a los medios informativos de generar el "escándalo" por estos hechos.

Dice que las reacciones ante estas noticias, donde los clérigos son denunciados por abuso sexual contra menores, "pueden ser desproporcionadas", dado que se carecen de cifras confiables, debido al modo como se han dado a conocer.

Pero no dice que la falta de este tipo de datos se debe también a la forma en que tradicionalmente la jerarquía eclesiástica ha abordado estas denuncias, es decir, al mantenerlas en secreto, limitándose a cambiar de parroquia a los clérigos acusados, y en algunos casos, hasta pagando "indemnizaciones" económicas a las víctimas, con la condición de no presentar denuncia penal.

Talavera Ramírez señaló que particularmente en este caso no se valen las generalizaciones. Sería un error aplicar este mecanismo a la pederastia, creyendo que todos o la mayoría de los sacerdotes han incurrido o incurren en esta falta.

Lecciones que hieren: Bertello

En tanto, el nuncio apostólico Giuseppe Bertello, dijo ayer que estos abusos sexuales contra menores, cometidos por clérigos, "son lecciones que nos hieren y que deben ayudarnos a reflexionar sobre la responsabilidad y deberes que tenemos todos".

A su arribo a Saltillo, para realizar una gira pastoral de tres días con el obispo Raúl Vera, el nuncio no abundó sobre el tema, pero destacó que el trabajo de la Iglesia siempre es anunciar con coherencia el evangelio, y no sólo de los sacerdotes, sino también de toda la comunidad cristiana.

Por su parte, el obispo de Tapachula, Rogelio Cabrera, afirmó que los casos de pederastia en que se han visto envueltos sacerdotes, y el crecimiento del protestantismo son "un desafío al catolicismo para que recupere su pureza y sus principios y trabajemos más en la pastoral y en la evangelización.

"Estas realidades yo las siento positivas, son señales, signos de Dios para la Iglesia católica, para que busque su purificación permanente", dijo el obispo, en el contexto de la celebración de los 50 años de ordenación sacerdotal del cardenal de Monterrey, Adolfo Suárez Rivera, quien es originario de San Cristóbal de las Casas.


Se reunirán en el Vaticano la semana próxima

Buscan clérigos de EU solución al escándalo por la pederastia

Discutirán, entre otras, norma que separa pecado de delito

REUTERS

Ciudad del Vaticano, 9 de abril. Los jerarcas de la Iglesia católica de Estados Unidos buscarán la guía del Vaticano la semana próxima para decidir si los sacerdotes culpables de abusos contra menores pueden continuar con su ministerio o si una sola falta es suficiente para suspenderlos, dijo el viernes una fuente eclesiástica.

Para los clérigos es muy importante esa reunión, ya que buscarán una estrategia conjunta que los ayude a restablecer la credibilidad de los fieles, tras el escándalo por la pederastia que sacudió a la Iglesia católica en ese país.

Entre otros temas, los líderes eclesiásticos discutirán en qué momento deben ser entregados a las autoridades civiles los sacerdotes acusados de pederastia.

"Una razón por la que los líderes quieren resolver este tema es que nunca se habían enfrentado a nada parecido", dijo Francis Maniscalco, portavoz de la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos.

El escándalo estalló en Boston, tras ser acusado el cardenal Bernard Law de haber cambiado de una parroquia a otra a los sacerdotes que se sabía eran culpables de pederastia, en lugar de despedirlos del seno de la Iglesia tras fallidas curas siquiátricas.

"Esta crisis pone en tela de juicio no sólo la moralidad de los sacerdotes, sino la integridad de la jerarquía. Y los obispos y cardenales de Estados Unidos quieren enfrentar la crisis y resolverla", dijo Maniscalco a periodistas en el Vaticano.

Maniscalco dijo que los jerarcas examinarán la norma que dicta que una sola falta es suficiente para suspenderlos de su ministerio o si hay excepciones para que un sacerdote pederasta pueda continuar haciendo su trabajo en lugares como casas de ancianos.

Los 13 cardenales estadunidenses, incluyendo los tres que trabajan en el Vaticano, fueron convocados a la reunión.

ƑPecado o delito?

Dónde termina el confesionario y dónde comienza la Corte es uno de los temas que van a discutir los cardenales cuando se reúnan en el Vaticano la próxima semana, en busca de un consenso que los ayude a enfrentar el escándalo por la pederastia que cimbró a la Iglesia católica estadunidense.

"La teología moral cristiana reconoce que hay comportamientos adictivos y que darles la absolución tras una confesión no va a curar a esas personas", dijo el padre Thomas Reese, un jesuita estudioso de la historia de la Iglesia católica.

En una carta este mes en la que el cardenal de Boston dijo que no renunciaría tras las denuncias de abusos sexuales de sacerdotes contra menores de edad en su diócesis, Law dijo que las dimensiones del problema eran morales, patológicas y delictivas.

El escándalo de Boston desató revelaciones sobre otros casos de pederastia en otras diócesis de Estados Unidos.

En una carta, Law, jerarca de la cuarta diócesis católica más grande de Estados Unidos, admitió que él y otros obispos de su país "no habían tomado suficientemente en cuenta el lado criminal que conlleva el abuso sexual contra menores de edad".

George Weigel, teólogo católico, autor de la biografía papal Witness to Hope (Testigo de la esperanza), publicada en 1999, dijo que la línea para decidir cuándo un pecado se convierte en un delito debió haber sido trazada hace mucho tiempo.

"Hubo un tiempo en la historia de la Iglesia en que la gravedad de algunos actos era tal que descalificaba a una persona para seguir ejerciendo su ministerio aunque ésta se mostrara arrepentida. Debemos rescatar ese tiempo", dijo.

"Los obispos son antes que nada pastores, no son adjuntos de la fiscalía, pero lo que ha quedado muy claro con los casos de pederastia es que la sociedad tiene razón al exigir que haya más seguridad para sus menores", agregó.

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