En El vuelo de la reina retoma la obsesión
por su país
Recibió Tomás Eloy Martínez el
premio Alfaguara de Novela
''Deseable, fertilizar a Argentina con la cultura española''
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid,
19 de abril. Por El vuelo de la reina, relato sobre el poder
político, la corrupción y el advenimiento de la tragedia
como metáfora de la realidad actual de su país, Argentina,
Tomás Eloy Martínez recibió hoy el quinto Premio Alfaguara
de Novela. El escritor mezcla la realidad histórica y la ficción,
fiel al género que utilizó el también periodista en
Santa Evita, su novela más emblemática y en la que
también escribe sobre el devenir del país sudamericano, una
de sus ''obsesiones" más recurrrentes.
El presidente de Grupo Santillana, Jesús de Polanco,
entregó el galardón a Eloy Martínez, dotado de 175
mil dólares y que permitirá la publicación de la obra
en los países de lengua española, además de Estados
Unidos, para difundir el relato entre los 400 millones de hablantes de
nuestro idioma. El jurado del galardón estuvo compuesto por Jorge
Semprún, Rosa Regás, Carlos Monsiváis, Nélida
Piñón, Agustín Díaz Yanes, Rosario Ferré
y Juan González, quienes elogiaron la novela porque es ''agradable
de leer, bajo cualquier contexto" y porque ''destaca la descripción
de los mecanismos del poder político y de los medios que componen
un mundo de corrupción y se extiende a todos los ámbitos
de la vida".
La historia se convierte en ficción
Tomás Eloy Martínez nació en Tucumán,
en 1934. Empezó a escribir desde joven poemas y cuentos; guiones
de cine, ensayos, relatos periodísticos y novelas después.
El galardonado es director del programa de estudios latinoamericanos de
la Universidad de Nueva Jersey, en Estados Unidos.
''Estoy emocionado con el premio en este momento que la
desdicha se abate sobre Argentina. Sería beneficioso para la cultura
argentina entrar en el flujo sanguíneo de la cultura española
y fertilizarnos unos a otros", señaló, y destacó que
en su país existe una intensa fertilidad en el cine, la literatura,
el teatro o las artes plásticas, que responden ''como valores espirituales
y culturales que contribuyen a modo de reservas" ante los estragos de la
situación actual.
El protagonista de El vuelo de la reina es precisamente
el director de un periódico, que de ser un joven defensor de los
ideales de la justicia y la lucha contra la corrupción y el abuso
del poder, se convierte en un mecanismo más de ese aparato corrompido.
''La historia se convierte en ficción", explicó el autor
que apeló a la tradición de otros escritores consagrados
y que utilizaron esta misma vía, como Fedor Dostoievski, Franz Kafka,
León Tolstoi, Honorato de Balzac o Gabriel García Márquez.
Eloy Martínez exaltó sus aprendizajes en
el periodismo: ''No hay ningún escritor que no haya sido periodista,
desde los tiempos de José Martí, Rubén Darío
y Pablo Neruda, hasta Jorge Luis Borges, Neruda o César Vallejo.
El periodismo le sirve también al escritor para denunciar los abusos
de poder, porque en mí país en un momento el periodismo asumió
un poder moral muy importante, ya que cuando fracasa la justicia por su
politización, y la estructura de los partidos, también por
su extrema corrupción, el periodismo se convierte junto con la Iglesia
católica en uno de los factores de poder más creíbles",
señaló.
Sobre la situación de su país y otras naciones
como Colombia y Venezuela, subrayó que ''uno de los problemas más
graves en América Latina es cómo quitarnos de encima el atroz
gobierno de Estados Unidos, porque tengo la certeza de que Chávez,
por ejemplo, fue desalojado del poder de manera fascista''.