Golpe a la desregulación
El rechazo a la privatización del sector eléctrico por el Senado es un duro golpe al paradigma de la desregulación y envía una señal a la comunidad internacional y a la industria eléctrica: México ya no está dispuesto a seguir al pie de la letra el consenso de Washington, que no significa otra cosa que un Estado reducido a su mínima expresión y un rápido proceso de desregulación, liberalización y privatización de la economía, aseguró el investigador de la UNAM, Víctor Rodríguez Padilla.
El también asesor en el Senado de la República en materia energética opinó que un Estado responsable no se aventura por el camino del mercado eléctrico, sobre todo cuando tiene un servicio público que funciona razonablemente.
ISRAEL RODRIGUEZ J.