El presidente de Telmex pidió que se libere el dineral que tiene la banca y no se usa

Slim declaró la guerra a la pobreza; instó a reforzar el mercado interno

La lucha contra la marginación, prioridad social y de conveniencia económica, aseguró

Se manifestó por promover el uso productivo de los fondos de retiro de los trabajadores

VICTOR CARDOSO Y MIRIAM POSADA

Ante los retos que plantean la nueva civilización informática y la globalización es necesario que México refuerce su mercado interno, libere "la gran cantidad de recursos" que tiene la banca y se promueva el uso productivo de los fondos de retiro para lograr crecer a tasas promedio de 5 por ciento anual durante los próximos 40 años, dijo Carlos Slim Helú, quien llamó a declarar una guerra, "la mejor de las guerras", contra la pobreza.

Durante el foro México Siglo XXI, organizado por la Fundación Telmex, el ex presidente de España, Felipe González, y el ex futbolista Edson Arantes do Nascimento (Pelé) hablaron sobre su visión del cambio "civilizatorio" y dieron consejos a jóvenes estudiantes becarios de esta institución.

Por la mañana, luego de la inauguración que hiciera el presidente Vicente Fox, Slim Helú y Felipe González se quedaron ante un auditorio de unos 5 mil jóvenes, quienes escucharon sus experiencias como empresario y político, respectivamente. A ambos se les planteó una serie de preguntas referentes a la actualidad política y económica y hasta de índole personal, que buscaban conocer, más que a los hombres triunfadores, a los seres humanos.

El presidente de Telmex, compañía recién designada por la revista Forbes como la mejor empresa de telecomunicaciones en el mundo, consideró prioritario el combate a la pobreza como prioridad social y al mismo tiempo de conveniencia económica.

El empresario, quien hizo un recuento de la evolución de la sociedad hasta llegar a la civilización informática, dijo que para el país es prioritario en estos momentos impulsar el empleo, la educación moderna y la fortaleza del mercado interno, como formas de combate a la pobreza.

En la nueva civilización, dijo, los paradigmas son la democracia, la libertad, los derechos humanos, el rescate ecológico y la pluralidad. Pero al mismo tiempo destacó la necesidad de volver la vista hacia el sector interno e impulsar el mercado local mediante la utilización de fondos para el retiro, los recursos privados y "el dineral que tiene la banca y que no se usa" para promover la construcción de vivienda, inversiones en el sector primario y nuevos proyectos.

En esos sectores, añadió, no es necesario recurrir al financiamiento externo ni a la importación de insumos, porque se cuenta con los recursos para impulsarlos, los cuales no tienen que ser precisamente públicos.

También habló sobre la necesidad de impulsar el estudio, el cual puede convertirse en un círculo virtuoso, pues debe considerarse una forma de trabajo, no sólo para los jóvenes sino para los desempleados, por medio de la capacitación, para estar en condiciones de realizar nuevas y diferentes activida-des, y no sólo aquellas que han sucumbido ante el proceso globalizador.

Sin embargo, aclaró que no es la globalización la que genera desempleo, pues ha sido un proceso histórico al que las diversas sociedades se han adaptado adecuadamente. Es la tecnología, afirmó, la que al aumentar la productividad provoca que un menor número de personas hagan un mayor número de bienes y productos.

Para países como México la globalización es una oportunidad y no un problema, pero hay que conducirla adecuadamente, como lo está haciendo China. Lo paradójico, continuó, es que los productos sean cada vez más baratos y hasta ahora la sociedad no se haya organizado para distribuirlos de mejor manera.

Slim Helú y Felipe González expusieron sus respectivas visiones del siglo XXI, pero también dieron oportunidad a los becarios de preguntar sobre otros diversos temas, que en general se pueden sintetizar en una preocupación por los efectos de la globalización, la falta de oportunidades para los recién egresados de las universidades públicas y el éxito personal de cada uno de ellos.

Incluso se les preguntó qué harían si fueran presidentes de la República. Tras aclarar que para eso se necesitaba vocación y entrega que no tiene, Slim Helú respondió como empresario, su especialidad. Insistió en que lo primero que atendería sería el sector interno de la economía, e impulsaría los programas de combate a la pobreza.

Para decidir hay que amarrarse las botas

Fue en la parte de las preguntas y respuestas cuando se presentaron momentos relajados, como en la intervención de Felipe González: "acabo de sugerirle a Carlos que la respuesta fuera dimitir. Yo, en mi caso dimitiría, porque cuando a uno le pagan por opinar lo hace con soltura y no pasa nada, pero cuando se gobierna a uno le pagan por decidir, y para decidir hay que amarrarse las botas".

También a ambos se les preguntó acerca del éxito. Slim Helú dijo que el éxito no es que a uno le vaya bien económica o profesionalmente, sino ser congruente y encontrar un camino que lleve a estar contento consigo mismo, es decir, saber vivir.

Para Felipe González el éxito es la realización de la vida de nosotros mismos, ser los empresarios de nuestra propia vida, y para eso hay que llegar a tener autonomía personal, vivir sin dependencias que lo esclavicen, tener un compromiso con lo que uno quiere realizar, y que esto sea lo menos mercenario posible.