Ir de shopping se tornó peligroso en EU
Sin pruebas específicas, la FBI alerta contra atentados en centros comerciales
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 25 de abril. Poco después de los atentados del 11 de septiembre, el presidente George W. Bush instó a los estadunidenses a enfrentar el temor y regresar a actividades normales como ir de compras o viajar, pero ahora parece que el derecho de realizar el shopping está bajo amenaza.
El shopping se convirtió casi en ''deber patriótico'', pero podría ser peligroso. El martes la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) alertó a sus 56 delegaciones regionales y a 18 mil departamentos de policía: Al Qaeda podría estar montando en Estados Unidos ataques contra centros comerciales, supermercados y tiendas.
La agencia federal calificó la amenaza de ''no específica'' y ''no sustanciada", pero versiones de prensa indicaron que la información provenía de miembros capturados de Al Qaeda.
Esta alerta se difundió días después de que la FBI advirtió, poco antes de las manifestaciones en Washington contra el Banco Mundial y el FMI, el fin de semana pasado, que ''terroristas no especificados'' planeaban un ataque contra un banco estadunidense o una institución financiera en la región del noreste del país, incluyendo las zonas metropolitanas de Washington y Nueva York.
La revista Time reportó que altos funcionarios de la Casa Blanca decidieron emitir la alerta a los bancos, y que algunos indicaron la posibilidad de que ''terroristas'' pudieran utilizar las manifestaciones de protesta para acercarse a las instituciones financieras y realizar un ataque. Aunque no contaban con ninguna información sobre esta posibilidad, la edición informó que tampoco nadie la podía descartar.
La FBI emitió alertas de posibles amenazas de atentados ''terroristas'' en varias ocasiones desde el 11 de septiembre, pero casi todas han sido ambiguas y generales. En febrero advirtió de un posible ataque que sería realizado por más de una docena de ''individuos que estarían asociados con Osama Bin Laden", pero no ofreció información alguna sobre cuándo y dónde podría ocurrir tal agresión.
Cada vez que se emiten estas alertas se alimenta el temor en la nación, y críticos señalan que no se ofrecen indicaciones de qué hacer con tal información o qué recomendaciones seguir para evitar los ataques, más allá de "reportar toda actividad sospechosa" a las autoridades. Para responder a esto, el mes pasado el procurador general John Ashcroft presentó una serie de claves de color para calificar cada nivel de alerta, lo cual se puede consultar en el sitio de Internet del Departamento de Justicia.
Las alertas más recientes no han cambiado del nivel amarillo, rango medio de peligro. Si el peligro se incrementa, en el siguiente nivel, representado por el color naranja, la gente tendría que pensarlo dos veces antes de ir al supermercado.
Pero lo más alarmante sería si el nivel de amenaza llega al color rojo, que indica peligro "grave" de ataques. En el caso de una alerta "roja", la mayoría de las personas probablemente no visitaría bancos, centros comerciales, supermercados y otras tiendas, y tal vez se quedaría en casa con las puertas con candado. Pero aun sólo con la alerta amarilla la gente en Washington se pone nerviosa.
Cuando un hacker de computadoras en Holanda, de 13 años de edad, envió un correo electrónico amenazando con bombardear un banco en el centro de esta capital, muchos bancos locales cerraron sus sucursales durante ese día.
Pero cuando las amenazas empiecen a impactar al shopping, este país tendrá que confesar que ello implica el peor ataque en la historia contra la libertad y la civilización.
