RUTA SONORA
Patricia Peñaloza
Los Quimicarnales, Dimitri de París, Espías
CUANDO TOM ROWLANDS y Ed Simmons aparecieron en la escena mundial con Exit Planet Dust, en 1995, tanto electroclavados como róquers se quedaron atónitos: Ƒqué es eso que suena a punchis punchis, pero no es acid house aunque tiene poderosos beats; que emplea sonidos análogos como el tecno, pero es capaz de ser melódico y de estructurar piezas redondas a la manera del funk y/o el rock, con todo y estructura tipo estribillo-coro-estribillo, con todo y riffs de guitarras y de timbres electrónicos? Algunos le llamaron big beat al nuevo género, otros miles no averiguaron y sólo fueron llamados a mover el cuerpo; ellos dos se autonombraron Chemical Brothers.
ESTE DUETO, ORIGINARIO del sur de Inglaterra, pero cuya formación se dio en Manchester, meca del house a finales de los 80, con su creación irrumpió decisivamente en el gusto musical de las masas. Hasta antes de su surgimiento, era extraño y poco probable que un tema instrumental y además electrónico se instalara en los primeros lugares del pop/rock masivo. El trancazo llegó con Setting Sun, de los pocos temas "cantados" del disco, cuya lírica era emitida por el hermanito inglés más hip de entonces: Noel Gallagher de Oasis. Sus abigarrados sonidos, sus poderosas tarolas y sus chispatrónicas atmósferas sónico-viajadoras catapultaron al dueto. El electrónico de calidad de la nueva camada subió a primera división tras décadas de mantenerse en un gusto para entendidos (algo similar se dio mucho antes con Depeche Mode y New Order). Hasta el roquero aferrado sucumbió a la pista de baile.
SIN CAER EN el punchis tedioso, ya que no crean beats interminables e irresueltos como los DJ's, sino canciones como tales, los Quimicarnales te llevan por un vertiginoso viaje por cuyo torrente corre no sólo la víscera sino también el corazón: esta vena melódica se vio plasmada de modo sorprendente en Dig your own hole (1997) y Surrender (1999), su disco cumbre. Hermosas melodías se conjuntan con abrasivos remolinos y potentes impactos auditivos. Rasgo significativo es que en sus composiciones hay claras influencias rocanroleras, comenzando por su cercanía con el sonido Beatle (la misma Setting Sun o How does it feel? son homenajes a lo "electrónico" y vanguardista de Tomorrow never knows, de Revolver) y prosiguiendo con My Bloody Valentine, Jesús & Mary Chains o los hiphoperos de Public Enemy, por citar algunos de sus favoritos. Por tal alquimia de gustos, también se les adjudicó el mote de neo-brit-hop.
SU ACTUAL DISCO, Come with us (Ven con nosotros, 2002), acaso es menor a los dos anteriores, un poco más lineal, menos cercano a los días del reventón y la sorpresa, mas no por ello es mal disco. Y es que la música electrónica se ha extendido tanto, que muchos otros creadores los han alcanzado y lo que otrora fuera novedad en los Chemical ahora suena a uno más en la jungla. Sin embargo el oficio y su personalidad épica están ahí y el poder te jala hacia ellos de nuevo en temas como el que da nombre al disco, rolón harto enfermito; el house It began in Afrika (Todo comenzó en Africa, recordando el origen de la música basada en el ritmo, fundamento tribal de los actuales raves); o la revientafiestas Denmark. Los retruécanos vuelven con My elastic eye (magnífica), el misterio con Hoops, la melodía y los ambientes iluminados con Star guitar, Pioneer skies (con influencias tipo The Who/Pink Floyd) y The State we're in. Las colaboraciones de Beth Orton y Richard Ashcroft (ex The Verve) resultan agradables pero nada más. Además, para la comodidad de la fiesta, los tracks vienen pegaditos y cuasimezclados, sin silencios.
A PESAR DE este leve bajón, quienes asistamos el martes 30 al Toreo de Cuatro Caminos a ver a los Chemical Brothers acudiremos al llamado de "ir con ellos", y bailaremos como loquitos su megarrepertorio. Imposible perderse a estos innovadores músicos. Los boletos se venden en Top Ticket al 54 24 58 28 o en las tiendas Tower Records. 450 pesos (está caro... Ƒpor qué, mis chavos organizadores?). A las 19 horas abrirá la DJ Data de Nopal Beat (sí, es una chava), luego vendrá DJ James Holdroy y a las 23 horas comenzará el dúo alquímico, quienes de catering pidieron mucho vodka... así se pondrá la noche.
Monsieur Dimitri is in-da house
Y PARA SEGUIR brincoteando cual chapulín, si tu reventón casero se pone guango, no dudes en salir corriendo por el nuevo álbum del monsieur turco-francés Dimitri from Paris: After the Playboy Mansion, volumen de remixes a manera de segunda parte de A night at the Playboy Mansion (2000). Dimitri se dio a conocer como pionero del circuito francés de DJ's a fines de los 80; en 1990 hacía música de pasarela para Channel y Gaultier, nomás; luego hizo mezclas a temas de Björk, New Order y James Brown. Su reputación vino con el discazo lounge Sacrebleu (1996), donde a ritmo cincuentero y sesentero mezcló los clichés franceses con unas copas de martini. Este nuevo disco es doble e implica dos ambientes: uno para el momento relax, y otro para el desafore, muy disco-funk, donde Dimitri bate con su club-dance-house temas quemadores de pista de 25 intérpretes distintos; entre otros: De la soul, Chaka Khan, Paul Murphy & Marc Woolford Project, Boris Dlugosch, Grace Jones, Harold Melvin...
Espías
FIESTA BONITA, FIESTA elegante, con lo más fino de la escena dub chilanga, hoy viernes 26 en La Faena (Venustiano Carranza 49, Centro). Ricurita con emulación de cinta de espías, desde las 22 horas: Sand (música selecta de espía de los 50 y 60), Agente Sánchez (set de dub en bajo impacto), Ruisort (aka Alvaro Ruíz, Operación Acapulco Set), DJ Unknown (set de Drum & Bass en alto impacto) y Servicio Secreto (set de Vuelo Español). Ciencia ficción visual: VJ Bond, Agente Ludwic y U-dub. Entrada sin costo y consumo mínimo de 20 pesos. Cupo limitado a 500 personas. Para acceder, hay que reservar en [email protected]. Lleve su zapatófono y demás armas secretas.
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