La economía se encuentra aún en fase recesiva

El peso cerró la semana en su nivel más bajo de los pasados seis meses

JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.

Con una depreciación de 1.7 por ciento al término de esta semana, que colocó al peso en su menor nivel de los últimos seis meses, la moneda nacional trastabilló frente a la divisa estadunidense, en el contexto de una actividad económica con descensos en la producción industrial y de servicios, desempleo persistente, crisis en la construcción, reducción de 7.8 por ciento en sus exportaciones, y una caída aún no precisada del producto interno bruto en el primer trimestre del año, según adelantó ayer el Banco de México.

El dólar cerró la jornada con una cotización de 9.40 pesos por unidad a la venta en los bancos capitalinos, a 9.35 pesos en casas de cambio del aeropuerto de la ciudad de México, hasta 9.52 pesos en las ciudades fronterizas del norte del país, y a 9.3310 pesos para las grandes operaciones de mayoreo. Todo dentro de una tendencia descendente del peso, iniciada a principios de esta semana.

Ello después de que el gobernador del banco central, Guillermo Ortiz Martínez, afirmara a La Jornada: "La gran pregunta es si México va a poder crecer y aumentar sus exportaciones con un peso fuerte".

El deslizamiento del peso ha ocurrido a menos de una semana de que Ortiz Martínez advirtiera sobre la necesidad de elevar la productividad para contribuir al crecimiento económico, la creación de empleos y la elevación de salarios, pues si no ocurre esto "los precios de los activos tendrán que ajustarse en consecuencia, incluyéndose, por supuesto, el tipo de cambio.

La información económica oficial más reciente indica que la economía mexicana aún se encuentra en fase receciva, y el peso ha iniciado una etapa de debilitamiento.

El indicador global de la actividad económica, dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), de carácter tendencial del PIB, registró un decrecimiento de 0.5 por ciento hasta el primer bimestre del año, y entre sus componentes señaló una contracción de 1.8 por ciento en el sector industrial; una caída anual de 0.6 por ciento en el sector servicios, y una elevación de 11.9 por ciento en el sector agropecuario, el cual aporta alrededor de 5 por ciento del valor total de la producción nacional.

Las cifras oportunas de la producción industrial, también hasta febrero, corroboraron el descenso de 0.8 por ciento anual en este sector, pero con mayor precisión. La industria de transformación se contrajo uno por ciento, de acuerdo con este indicador; la maquiladora de exportación declinó 17.5 por ciento respecto al nivel que tuvo en el primer bimestre del año pasado, y la generación de energía eléctrica, gas y agua aumentó 2.4 por ciento.

El reporte específico sobre las empresas constructoras indicó que el valor de la obra construida hasta febrero último fue 21.2 por ciento menor al del primer bimestre del año pasado, sin considerar el impacto de la inflación en el poder adquisitivo del peso en el periodo. Pero en enero y febrero de 2002 fueron despedidos 31 mil 487 obreros y empleados que tenían ocupación en este sector hasta diciembre anterior.

El comercio exterior se mantuvo relativamente débil en el primer trimestre del año, según las cifras preliminares del INEGI.