Divorcio entre linemientos federales, locales y delegacionales: funcionarios
Detención de ecocida revela lagunas en la ley
RICARDO OLAYO GUADARRAMA
La detención de un ecocida en la delegación Alvaro Obregón tiene implicaciones en los ámbitos federal y local, por la violación a normas ambientales de ambas competencias, pero también pone al descubierto lagunas en la ley.
En la demarcación hay otras seis averiguaciones previas que se refieren a hechos ocurridos en alguno de los 32 asentamientos irregulares, donde se ubican "cientos de miles" de personas, indicó la responsable del ramo en la delegación, Gabriela González Whitt.
La funcionaria señaló que las reubicaciones son competencia de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y del Instituto de Vivienda del Distrito Federal (Invi), y la política delegacional consiste en enviar todos los expedientes a estas instancias, para que definan si debe solicitarse el desalojo o bien se regularizan.
En la demarcación -con un titular del Partido Acción Nacional- se pretende frenar las invasiones que se realizan en forma masiva, lo que se ha logrado, aunque se mantiene la invasión hormiga.
A su vez, Adriana Rivera Cerecedo, coordinadora de Reserva y Atención a Recursos Naturales de la delegación, mencionó la consignación de Jorge Ceja Mendoza, quien incurrió en delitos ambientales federales y locales, entre los primeros: destrucción de bosques, flora y fauna, y de competencia local: el ecocidio, por la erosión y degradación en suelos de conservación.
El detenido (quien obtuvo su libertad bajo fianza) mintió al declarar que tenía licencia de construcción de la delegación, cuando en realidad no tiene ni siquiera escrituras.
El terreno lo compró en 50 mil pesos, una ganga, y se había propuesto edificar una residencia, pero taló árboles, tiró desperdicio y no respetó los ordenamientos ambientales.
La dificultad para sancionar a los infractores tiene que ver, agregó, con lagunas en la ley, entre otras razones por el divorcio entre los lineamientos federales, locales y delegacionales, que impide la continuidad.
Sin embargo, expresó su confianza en la sensibilidad del Ministerio Público para lograr la integración de averiguaciones previas y la consignación de los ecocidas, a partir de la comprobación de la flagrancia.
Tema de primer orden
Julio Romaní, director de Inspección y Vigilancia Interinstitucional, subrayó la pérdida de la masa forestal por las invasiones. El problema es de tal magnitud que no se puede frenar la invasión de predios, pues los ecoguardas son insuficientes para vigilar todo el suelo de conservación. Cada ecoguarda tendría que vigilar mil 80 hectáreas, lo cual es humanamente imposible, subrayó.
Se trata de un grave problema, secundó González Whitt, "en el cual hay un monstruo de siete cabezas y la autoridad sólo tiene tres jinetes". El tema es tan importante como el del combate a la corrupción o a la inseguridad, destacó.
Preocupa a la demarcación la seguridad de las casas ubicadas en zonas de alto riesgo, de las cuales la Dirección General de Protección Civil del GDF tiene un censo, dijo González Whitt.