Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 15 de mayo de 2002
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Cultura

Entre la realidad y el deseo, muestra en España por el centenario del poeta

Cernuda fue sometido ''al vengativo silencio''

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 14 de mayo. Después del ''vengativo silencio" que sufrió Luis Cernuda en la que fue su tierra, España, y a un siglo de su natalicio, la obra y la vida del ''poeta disidente" es objeto de un homenaje para el que se recabaron manuscritos originales, fotografías y documentos inéditos que se exponen a partir de hoy en la Residencia de Estudiantes de Madrid, emblemático refugio en el que coincidieron a principios del siglo pasado los integrantes de la generación del 27: Rafael Alberti, Federico García Lorca, Emilio Prados, José Bergamín y el propio Cernuda, entre otros.

El autor de La realidad y el deseo, su antología poética editada por primera vez en 1936 -antes de su definitivo exilio-, no era partidario ni de los homenajes ni de los actos solemnes en los que participaran ''las autoridades y la gente que con trabajo ajeno se enriquece y triunfa".

Cernuda era marginado no sólo por su reiterada ruptura ética y estética con el ''orden" y la ''virtud" establecidos, sino también por su condición de homosexual.

Sin embargo, a 100 años de su nacimiento y a 54 de que Cernuda abandonó su país para siempre ante la previsible muerte que le esperaba a manos del régimen fascista de Francisco Franco, se rinde un reconocimiento sin precedentes al poeta sevillano que hasta el último suspiro de vida repudió todo tipo de ''farsa elogiosa repugnante".

México, su nueva ''tierra''

James Valender, profesor de El Colegio de México y comisario de la exposición para recordar a Cernuda, respondió a esta inquietud, que no es nueva, pues Octavio Paz la planteó en otro homenaje que se rindió en 1988, en Sevilla: ''Al celebrar su palabra, Ƒla traicionamos? Al recordarlo, Ƒsomos infieles a su memoria y olvidamos lo que dijo?" Valender intentó responder a Cernuda y, de paso, a Paz:

''Al colaborar en esta exposición sobre Cernuda, confío no promover ninguna 'farsa elogiosa repugnante', sino contribuir a dejar en evidencia cómo, en efecto, su obra empieza a hallar camino hacia las gentes que vivan después de él mediantecernuda1 la ceguera de los contemporáneos (...) La exposición nos ayudará a aproximarnos a la personalidad del sevillano. Porque, si bien los libros, manuscritos y revistas reunidos aquí dan fe de la absoluta dedicación del poeta a su obra, también hablan, con igual elocuencia, de la inestabilidad que caracterizó la existencia del hombre: la necesidad constante de cambiar de lugar, de recorrer mundos nuevos."

La exposición de homenaje a Cernuda aborda aspectos esenciales de su vida: infancia y primera juventud en su natal Sevilla; los años aciagos en Madrid, donde sufrió los estragos de la Guerra Civil (1936-1939) y sus exilios en el Reino Unido, Estados Unidos y finalmente México, donde encontró otra vez a su "tierra".

Misionero cultural

Luis Mateos Bernardo José Cernuda Bidón es el nombre completo del poeta nacido en Sevilla, en 1902. Desde joven se interesó por la poesía, si bien fue hasta que conoció al también poeta Pedro Salinas, su maestro en la Facultad de Derecho, cuando entró en contacto con el grupo de poetas andaluces que después se consagrarían como los más fieles exponentes de la generación del 27. En Madrid, en 1931, publicó sus primeros poemas en la revista Litoral.

Ese año Cernuda acudió, como el resto de los españoles, a la instauración de la segunda República y celebró hasta tal punto la llegada de la República que dio un viraje en su vida, al incorporarse a una iniciativa educativa del gobierno para socializar el arte y la cultura, en las llamadas Misiones pedagógicas.

En 1947 Cernuda abandonó Europa, entonces inmersa en labores de reconstrucción de un territorio devastado por la Segunda Guerra Mundial, para trasladarse a Nueva Inglaterra, Estados Unidos, donde vivió hasta 1952, año en el que finalmente se trasladó a vivir a México, donde se encontró con otros poetas del exilio: Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y José Moreno Villa, y con sus amigos mexicanos, encabezados por Octavio Paz.

Vivió la mayoría de su estancia en México en la casa de Coyoacán de Concha Méndez y de su hija Paloma Altolaguirre, y murió de un infarto en 1963, en la casa de Tres Cruces, que le sirvió de morada para su largo exilio en nuestro país.

(Entre la realidad y el deseo, muestra en homenaje a Luis Cernuda, también se exhibirá en Sevilla, en Londres y, posiblemente, en México.)

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