CLASE POLITICA

Miguel Angel Rivera

EL SANGRIENTO SUCESO DE Aguafría, en la sierra sur de Oaxaca, aunque aparentemente resuelto en lo policiaco, resulta más complicado a cada momento por las múltiples aristas del problema: conflictos agrarios, viejas rencillas, narcotráfico y, sobre todo, miseria.

PARA EMPEZAR, LOS conocedores del problema destacan que el primer enfrentamiento entre los vecinos de Xochiltepec y Teojomulco ocurrió en 1935 y se repitieron, por lo menos, en 1959 y 1987. El origen es la disputa de un predio en la zona limítrofe, a lo cual se ha sumado un odio añejo entre las familias que han tenido muertos o heridos.

LA DISPUTA POR LAS tierras se dirime actualmente en los tribunales federales y precisamente una diligencia ordenada por el juez de distrito reavivó los rescoldos del conflicto, pues al regresar a su casa dos campesinos de Teojomulco fueron heridos en una emboscada y posteriormente murieron. Los responsables, para sus amigos y parientes, fueron vecinos de Xochiltepec.

EN CONSECUENCIA, LA matanza del fin de semana fue una represalia contra los supuestos o reales responsables del doble homicidio, el cual fue cobrado con creces.

PARA COMPLETAR EL panorama, el gobierno federal aprobó explotaciones forestales sobre los terrenos en disputa y, aunque nadie lo reconoce abiertamente, la zona también es controlada por narcotraficantes, quienes producen mariguana y amapola. Eso explica que algunos de los atacantes tuvieran poderosas armas, como los llamados cuernos de chivo. Por cierto, luego de la rápida reacción de la Procuraduría de Justicia de Oaxaca, que detuvo a varios de los presuntos responsables del múltiple asesinato, la mayor parte de las armas se encontraron en el domicilio de una mujer, uno de cuyos hijos es policía en la ciudad de México.

EL GOBIERNO DE OAXACA ha tratado de lograr un acuerdo entre las partes, para lo cual se tendría que indemnizar a quienes renuncien a sus tierras, pero en el erario estatal no hay dinero, como tampoco en la Secretaría de la Reforma Agraria, pues el gobierno federal prefiere reforzar sus reservas.

EN TANTO, EL COORDINADOR de la diputación federal del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, calificó de político el conflicto, y responsabilizó al PRI y al PRD de los enfrentamientos, por lo cual de inmediato le respondió el diputado oaxaqueño Juan Díaz Pimentel, quien en resumen le dijo que "si no sabe, mejor no se meta", pues como se aprecia por los antecedentes el problema rebasa con mucho los límites de la lucha política.

La cosecha

EN CAMBIO, MEJORES resultados obtuvo el mencionado Calderón Hinojosa al proponer a todas las fracciones parlamentarias considerar el problema del agua como uno de los más graves de la nación y, por consiguiente, como un asunto de seguridad nacional, el cual debe atacarse con la cooperación de todos, con recursos económicos suficientes y una cultura de uso eficiente del líquido. La propuesta del coordinador panista tuvo lugar durante una reunión de la Comisión de Asuntos Hidráulicos de la Cámara de Diputados con el director de la Comisión Nacional del Agua, Cristóbal Jaime Jáquez, quien presentó un programa para el uso más eficiente del agua en la zona fronteriza norte y enfrentar las demandas de agricultores de Estados Unidos. En particular presentó el programa para tecnificar distritos de riego sobre el río Conchos.

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